jueves, 27 de junio de 2019

POLÍTICAMENTE LEGÍTIMO * ** ***


El pluralismo político es uno de los cuatro valores superiores que propugna la Constitución, junto a la libertad, la justicia y la igualdad. Los partidos políticos —o asociaciones, coaliciones, plataformas electorales, etc.— encauzan las distintas opciones políticas que, mediante elecciones, dan acceso al poder político en cualquiera de sus niveles.

La vocación de todos los partidos políticos es acceder al poder para transformar la realidad adecuándola a lo que consideran mejor, bien gobernando, bien legislando o bien, al menos, influyendo en la toma de decisiones. No es imaginable un partido que se constituyera para no tener algún tipo de poder político o alguna influencia en la sociedad.

Y otro tanto puede decirse de los líderes que esos mismos partidos han elegido para representarlos: si están ahí es para influir directa o indirectamente en la política y hacerla en lo posible más afín a su propia ideología. Bien puede decirse que es su obligación. No es imaginable que el líder de un partido no quiera que su partido gobierne, o que no influya en el gobierno de otros aunque sea desde la oposición. Que los partidos y sus líderes ambicionen el poder político va de suyo.

Sin embargo, esa ambición es lo que se les suele reprochar. Ambición desmedida, ansia de poder, gobierno a cualquier precio, etc. son expresiones que a menudo se utilizan para manifestar ese reproche. Pero no me imagino a la ejecutiva de un partido decidiendo que solo quieren un poco de poder. Muy al contrario, aspirarán a conseguir lo más posible. Lo exigible, claro, no es que no ambicionen el poder, sino que los medios para obtenerlo sean políticamente legítimos y jurídicamente legales.

Insisto: políticamente legítimos. Las consideraciones morales, que inevitablemente son plurales, no ilegitiman políticamente lo políticamente legítimo, es decir, lo que la voluntad general ha expresado en las urnas dando representación a todos y cada uno de los electos por igual para llevar a cabo su proyecto político.

* Publicado en Crónica Popular. En Candela. 29.06.2019
https://www.cronicapopular.es/2019/06/politicamente-legitimo/

** Publicado de nuevo en Crónica Popular. En Candela. 20.07.2019
https://www.cronicapopular.es/2019/07/politicamente-legitimo-2/

*** Publicado en elperiodico.com. Entre Todos. 01.07.2019
https://www.elperiodico.com/es/entre-todos/participacion/politicamente-legitimo-ambiciar-correctamente-poder-192757
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jueves, 13 de junio de 2019

QUE LA PRISA LA TENGAN OTROS * **

Con tantos intereses cruzados y en algunos casos incompatibles entre sí, las negociaciones para la investidura de Sánchez están siendo enormemente complicadas. Tener que negociar con varios partidos heterogéneos, condicionando su voto cada uno de ellos a peticiones concretas, y, a la vez, mantener cierta coherencia con el propio programa electoral, con los votantes y con las políticas europeas parece más un galimatías que un reto.

Que los partidos necesarios para la investidura, aunque sea en segunda vuelta, pongan condiciones parece lógico, porque también ellos tienen que dar cuenta de sus actos a sus militantes y votantes. Condiciones bien de entrada en el gobierno, bien de financiación, bien de infraestructuras, o bien de vetos a otros.

Tiene razón Ábalos al decir que no descarta nada. Y cabe suponer que en ese nada entra la posibilidad de convocar nuevas elecciones, que no sería la mejor solución, pero sí una solución al posible atasco. Y tiene alguna ventaja, que ya vimos en 2015, cuando se repitieron las elecciones: el gobierno en funciones de Sánchez se mantendría activo prácticamente hasta finales de año. Sin olvidar que, en la repetición del 2016, el PP de Rajoy obtuvo mayor ventaja y la continuidad en el gobierno.

Bastaría para ello que Sánchez se presentara a las sesiones de investidura con su programa político y sin acuerdos de ningún tipo con ningún otro partido. Y que cada cual votara lo que creyese oportuno: si aceptaran su propuesta, bien; si no la aceptaran, que empiece la cuenta atrás para unas nuevas elecciones.

Por supuesto que el equipo de Sánchez debería seguir buscando soluciones cautelosamente con quienes pueden facilitar su investidura, pero, sabiendo que está en su mano una posible repetición electoral, no debería ni forzar nada ni precipitar nada. En la lección X de su ¿Qué es Filosofía? Ortega entendió bien que prisa la tiene solo el enfermo y el ambicioso. O sea, que la prisa por llevar a Sánchez a un gobierno problemático, la tengan otros.

lunes, 10 de junio de 2019

¡NO TIRÉIS, QUE SOY GENTE! * **


Tiene el ADN de nuestra cultura política un gen miope, algo corto de miras, que no nos permite entender ni aceptar que haya quienes voten a otros y no a los nuestros, cuando es evidente que los buenos son los nuestros y los otros son un desastre. Lo entendemos tan mal, que se nos llena la boca llamándoles de todo, desde ignorantes y borregos hasta sinvergüenzas o paniaguados, si acaso no algo más grueso.

¡¿Pero cómo es posible que haya quienes voten al Partido Fulano?!, se preguntarán algunos. Pues porque les parece bien. O porque les parece peor votar a otros. O porque aceptan que son como son y abominan de los otros. Pero nuestra miopía genética y revirada va susurrando en nuestros oídos políticos: si votas a unos, eres antiespañol; si a otros, corrupto; si a aquellos otros, facha; si a los de allí, comunista bolivariano; si a estos, no eres de izquierdas; si a aquellos, un represor.

Quizá la mutación empezó a producirse con la expulsión de moros y judíos por los catoliquísimos Reyes Isabel y Fernando, que nos hizo más endogámicos y más dispuestos a imponer una única forma de ser español, español, español: la del cristiano viejo que probara su pureza, según los Estatutos limpieza de sangre —¡definitivamente abolidos en 1870! Quizá por eso, andando el tiempo, sigue habiendo unos muertos enterrados en las cunetas mientras otros muertos están en el lugar de honor de una basílica.

No sé qué gafas políticas necesitaremos para corregir ese maldito gen que nos impide entender que cada quien legítimamente piensa como piensa y vota lo que quiere votar; que no hay ningún voto que valga más de uno; que no hay unos españoles que lo sean más que otros; que las mayorías —y minorías— electorales lo son porque detrás de ellas hay ciudadanos que las han votado con el mismo derecho que tienen los demás.

En Dersu Uzala, la magnífica película de Kurosava, cuando el viejo cazador nómada se acerca al campamento militar y oye cómo se montan los fusiles, grita: ¡no tiréis, que soy gente!


viernes, 7 de junio de 2019

DEMASIADOS MONSTRUOS EN EL CALEIDOSCOPIO * ** *** ****


Se acabó. Los votantes ya hemos hecho nuestro trabajo y el resultado ha sido el que es, no otro. Fuera cual fuera la realidad que hubiésemos deseado unos u otros, lo cierto es que es la que es. Y sin duda que es compleja: son pocas las candidaturas que no necesitarán apoyos de otros para conseguir el poder municipal o autonómico. Así que ahora el trabajo no es de los electores, sino de los partidos para negociar y lograr pactos de legislatura o de gobierno.

Sean los que sean los pactos que al final alcancen los partidos, sí se puede dar por seguro que no contentarán ni a todos sus militantes ni a todos sus votantes porque inevitablemente todos los partidos cederán, renunciarán, rectificarán y hasta se contradecirán en mayor o menor medida. Habrá quien lo celebre, por supuesto, pero seguro que habrá quien se lo tome como una traición. Alguien debería explicar machaconamente que, cuando no hay mayorías, la política se hace así, negociando, pactando y, por ello mismo, cediendo en parte para obtener en parte.

Hay demasiados monstruos en el caleidoscopio que han dejado las elecciones del 28A y del 26M si nos atenemos a lo que cada partido declara: la ultraderecha, el trifachito, el trío de Colón, los gobiernos Frankenstein o franconstein, la izquierda, los podemitas bolivarianos, la ultraizquierda, los comunistas, los nacionalistas, los independentistas, los herederos de ETA, los constitucionalistas y los anticonstitucionalistas… Líneas rojas entrecruzadas de unos y otros con música de fondo: “antes muerta que sensilla, que sensilla, que sensilla”. Pero en el caleidoscopio las piezas de colores son las que son y en cada giro posible el dibujo es distinto.

Y de eso se trata, de encontrar el dibujo definitivo, porque sea el más adecuado o simplemente el posible, dando tantas vueltas como sea necesario para encontrarlo. Lo que no es posible es que algunos cristales no aparezcan de un modo u otro, porque todos, sin excepción, son legítimos representantes de la voluntad general.

* Publicado en Crónica Popular. En Candela. 10.06.2019
https://www.cronicapopular.es/2019/06/demasiados-monstruos-en-el-caleidoscopio/

** Publicado en elperiodico.com. Entre Todos. 13.06.2019
https://www.elperiodico.com/es/entre-todos/participacion/post-26-m-demasiados-monstruos-caleidoscopio-192326

*** Publicado además un extracto en las ediciones en papel, en castellano y catalán, de elperiodico.com
























**** Publicado en infoLibre. Librepensadores. 15.06.2019
https://www.infolibre.es/noticias/club_infolibre/librepensadores/2019/06/13/demasiados_monstruos_caleidoscopio_95840_1043.html
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