lunes, 12 de agosto de 2013

365 DÍAS: PRUEBA SUPERADA

Hoy 12 de agosto este Blog cumple un año. Han sido 365 días, sin faltar uno, escribiendo algo así como una crónica política. Para ser exacto, han sido 365 entradas (post, como dicen en los sites) pero 363 textos, porque el 31 de diciembre me limité a felicitar el año y el 14 de noviembre solo puse el cartel de la Huelga General que estaba convocada (y que hice, claro). 363 artículos, pues, algunos de ellos amablemente publicados en elplural.com, en el Boletín del CDL de Madrid y en Ibersofía. Un año enterito: unas cinto cincuenta mil palabras para hablar, sobre todo, de lo que he querido llamar fundamentalismo neoliberal (y del gobierno, y de la oposición, y de la Comunidad de Madrid, y de la educación y la sanidad públicas, y de la violencia de género, y de la crisis, y de la corrupción... y un poco de lo que ha pasado fuera de España). 

Escribir todos los días un articulito ha sido divertido, pero difícil, porque no todos los días me apetecía ni todos los días tenía claro sobre qué escribir y cómo escribirlo. Y algunos días hice trampas, publicando como entrada del día artículos escritos meses antes (algunos también publicados) pero que venían a cuento de lo que estaba pasando. En cualquier caso, ha sido divertido y amenazo con seguir, aunque seguramente no con entradas diarias.

Intenté, y no conseguí, que todas las fotos que acompañaban a los textos fuesen mías, originales (propias, quiero decir). No lo he conseguido en 65 entradas, que ilustré con fotos sacadas de internet (y que luego borré, claro). Las demás son mías. Algunas hechas a propósito del post, otras de hace años, de viajes, de veraneos, artísticas (como dicen mis hijas con retintín, riéndose -y yo con ellas-). Algunas me gustan de verdad, la mayoría no tanto, pero es lo mismo que me pasa con los textos.

Durante este año han pasado un montón de cosas. Para este Blog fue importante incorporarse a G+ (otro juguete divertido), pero lo más importante para mí ha sido el nacimiento de mi segunda nieta, Zoe. Y ya. Este martes cumplo 58 tacos y voy a dejar que este Blog descanse unos días, así que si alguien lee esto, ¡¡hasta la vuelta!!

domingo, 11 de agosto de 2013

UNA NÓMINA Y UN MENSAJE

El martes, día 13(que es mi cumpleaños), y el miércoles 14 , están citados a declarar ante el juez Ruz dos ex Secretarios Generales y la actual Secretaria General del PP, Cascos, Arenas y Cospedal, a cuento de esa contabilidad Bárcenas que se está investigando. Estos días alguna prensa aseguraba que Arenas y Cospedal estaban preparando sus declaraciones para coordinarlas, mientras que es una incógnita qué hará Cascos, que ya no está en el PP (y se siente maltratado por ese partido).

Hoy, en El Mundo de Ramírez se publica la fotocopia de una nómina del PP a favor del trabajador Luis Bárcenas de 18.297,01€, que no es mal sueldo, no. Lo grave no es la cantidad, sino la fecha: es de mayo de 2012. Y es grave porque, si el documento es verdadero, contradice lo que dijo Rajoy, el Gran Citador, en el Congreso y, por ello mismo, demostraría que el Presidente mintió a Sus Señorías y a todos nosotros (en una foto de El País sale Rajoy corriendo por el campo, como si fuera una premonición).

Pero bien parece que Ramírez lo publica precisamente hoy porque precisamente tienen que declarar aquellos tres, sobre todo Arenas y Cospedal, para mandarles un mensaje: Bárcenas y yo (Pedrojota) tenemos más documentos originales, así que a ver qué decís al juez. O sea, literatura B para lectura de verano. Menudo otoño nos espera.

sábado, 10 de agosto de 2013

HAMBRE ESTRUCTURAL

En el imaginario de esta cultura nuestra de nuevos ricos que se está viniendo (que se ha venido ya) abajo, el hambre está asociada a niños negros de vientre abultado y moscas en los párpados de lejanos y pobres países africanos o asiáticos; o para los más mayores, a nuestro pasado de postguerra, a los años del hambre sobre los que se construyó la dictadura. En este imaginario del hambre no cabe un hambre de aquí y de ahora, un hambre de nuestros propios niños de piel blanca y ojos limpios. Pero que no quepa, que no queramos saberlo, que nos resistamos a aceptarlo no hace que no exista.
 
Ese hambre existe y ha existido, y ni está ni estuvo lejos porque la exclusión, la pobreza y el hambre surgen de le esencia misma del sistema de mercado, aunque no quisimos verla. Es un hambre estructural, siguiendo el lenguaje sucio de los mercaderes. Solo ahora que por su tamaño se ha hecho noticia empezamos a ser efímeramente conscientes, aunque es probable que nuestra consciencia (y nuestra conciencia) dure lo que dure la noticia en los medios, y solo los voluntarios, las ONG y unas pocas instituciones mantengan la tensión y el cuidado.
 
Hay un tipejo que ha dicho una sarta de estupideces sobre esto, un politiquillo tan estúpido o tan malvado que, para defender al gobierno de lo que él cree que es una crítica para desprestigiarle (como si no estuviera ya suficientemente desprestigiado este Gobierno), ha echado la culpa del hambre de los niños a sus padres. Es muy indecente que a este tipo le preocupe más el daño político a su partido que el hambre de los que pasan hambre, pero no es mucho más decente que los demás, nosotros, nos ocupemos tanto o más de lo que dice este mindundi que del hambre estructural.

viernes, 9 de agosto de 2013

COLONIALISMO ANACRÓNICO

En su habitual lenguaje políticamente correcto, o sea, eufemístico y disimulador, Naciones Unidas llama territorios no autónomos a lo que cualquiera de nosotros llamaría colonias, territorios sometidos a la jurisdicción de unas metrópolis lejanas y etnocéntricas que en su día se apropiaron de ellos. Tiene la ONU a día de hoy contabilizados 16 territorios no autónomos en el mundo: el Sáhara Occidental, en África; en Atlántico/Caribe las Islas Vírgenes de los EE.UU, Anguila, Bermudas, Islas Malvinas. Islas Turcas , Islas Vírgenes Británicas, Montserrat y Santa Elena; Guam, Nueva Caledonia, Pitcairn, Samoa americana y Tokelau en Índico/Pacífico; y en Europa, Gibraltar. De las 16 colonias una lo es de Marruecos, una de Nueva Zelanda, una de Francia, tres de los Estados Unidos y las diez restantes, diez, del Reino Unido (restos del victoriano Imperio Británico).
 
Que en este siglo XXI sigan existiendo colonias, sea en el lugar que sea, es como poco anacrónico y democráticamente imposible de aceptar (por las altas dosis de etnocentrismo y paternalismo militante que implican, al menos conceptualmente); que haya una colonia en Europa, que involucre y enfrente permanentemente a dos Estados soberanos, miembros ambos de la Unión Europea y aliados ambos en la OTAN,  más allá de sentimientos patrioteros, es políticamente aberrante para todos.
 
Argumentan los británicos que la inmensa mayoría de la población de Gibraltar prefiere la ciudadanía británica a la española, y que no irá en contra de los deseos de los ciudadanos. Buen argumento, sin duda, si no hubiera el precedente de Hong-Kong, donde se pasaron por el arco de triunfo imperial los deseos de la población y entregaron la colonia a la República Popular China. Se dirá, con razón, que España no es China, ni comparable geopolítica y geoeconómicamente. Pero es innegable que el colonizador, que es quien argumenta, sí es el mismo. Falso argumento, pues.
 
Hay en este, como en todos los asuntos nacionalistas, mucha testosterona, muchas tripas sobre la mesa, cuando debería haber (hay de hecho) instrumentos políticos y jurídicos que dieran salida cabal al problema respetando la soberanía (incluso compartida), la autonomía y la diferencia política y cultural del Peñón. Pero el PP de Rajoy (el Gran Citador) y los Conservadores Británicos de Cameron prefieren la testosterona patriotera: ¡Gibraltar español! ¡Se acabó el recreo! va diciendo el ministro García Margallo (vaya diplomacia), mientras las fragatas de la Navy, camino de una maniobras, atracarán en Gibraltar (sacando músculo). Hay mucho de soberbia imperial, mucho de desprecio étnico por una parte (mucho abuso), y mucho de complejo papanatas y de victimismo nacionalista del otro (mucha incompetencia). Desde hace trescientos años.

jueves, 8 de agosto de 2013

FORNICADORAS PERFUMADAS

Cuánta despreciable soberbia, cuánta prepotencia que esconde la propia impotencia, cuánta castración mental de acomplejado, cuánto resentimiento contra uno mismo, cuánto machismo sucio hay detrás y alrededor de las agresiones a las mujeres: agresiones físicas disfrazadas de locura de amor de potenciales asesinos disfrazados de amantes; agresiones verbales cargadas de desprecio baboso (zorra, puta, no vales para nada) o cargadas de la falsa admiración babosa del piropo callejero; agresiones sentimentales, emocionales, chantajeando a la agredida (piensa en tus hijos); agresiones laborales, económicas, jurídicas (y judiciales). Y detrás y alrededor de ellas toda una cultura ancestral androcéntrica blindada con y por las religiones de turno.
 
Llamar fornicadoras a las mujeres que se perfuman, como ha hecho un estudioso del Corán -un tal Malik Ibn Benaisa- no es delito según la argumentación de la Fiscalía para archivar la denuncia que presentó la Delegación del Gobierno de Ceuta. Y probablemente tenga razón el fiscal al no encontrar en nuestro código penal la figura adecuada para imputarle delito al estudioso. La pregunta entones es por qué no hay tal figura y si nuestro sistema penal, en esto, no está cojo.
 
Dice el fiscal que esa expresión (fornicadoras) no es ni agresión física, ni amenaza, ni coacción. Puede ser. Puede que, en rigor, ni siquiera sea un insulto para alguien, pero parece muy evidente que el estudioso lo utilizó como estigma y para reprimir. ¿Llamar degenerados y blasfemos a los furibundos creyentes de cualquier credo es delito? ¿Dudar de su hombría y su humanidad es delito? ¿Decir que las religiones no mejoran a las personas, sino que las hacen peores es delito?

miércoles, 7 de agosto de 2013

OTRO QUINTACOLUMNISTA

El FMI de la testigo asistida Lagarde recomendaba hace unos días que se bajasen los sueldos en España un 10% para incentivar el empleo de los jóvenes, convirtiendo el paro que han provocado los neoliberales de la troika, incluido el propio FMI, en un asunto de solidaridad interna: que los trabajadores acepten esa rebaja para ayudar a los parados. Otra vez culpabilizando a los demás de las acciones que ellos mismos han cometido. Otra vez haciendo pagar a los demás los platos que ellos rompen.
Ahora, además, el Vicepresidente de la Unión Europea y Comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, se suma a la recomendación en los mismos términos insultantemente chantajistas: los que rechacen la propuesta de bajar salarios cargarán sobre sus hombros la enorme responsabilidad del coste social y humano, ha dicho.

Olli Renh es un político profesional, que solo ha trabajado en cargos políticos nacionales e internacionales desde los 26 años hasta hoy, que tiene 51; un político técnico, tecnócrata, que se presenta como de centro-liberal. Todo muy aséptico, parece. Pero eso es ideología dura y alienante como la que más, precisamente porque se presenta como neutral, como estrictamente ortodoxa con las leyes económicas. Olli Rehn es de la muy conservadora Finlandia (seguramente el país más conservador de los nórdicos), de la muy nacionalista Finlandia (seguramente uno de los países más nacionalistas del norte de Europa), formado en su país, en Estados Unidos y en el Reino Unido en economía, relaciones internacionales, política y filosofía: uno de esos políticos (otro más) que el capitalismo neoliberal utiliza desde dentro. Otro quintacolumnista del gran capitalismo, simulando trabajar para las Instituciones y para los ciudadanos.

Lo tienen claro: no habiendo un euro español que puedan devaluar, quieren devaluar los salarios, los sueldos de los trabajadores. No devaluar las grandes fortunas, ni los fondos hipermillonarios de inversiones especulativas, no, devaluar los salarios de la mano de obra. Y piden a los sindicatos que pacten con la patronal y colaboren. ¿Necesitan algo más los sindicatos de clase para plantarse de una vez?

martes, 6 de agosto de 2013

DE LA DELACIÓN

Las sociedades democráticas, en  última instancia, se fundamentan en la confianza mutua de los ciudadanos, que se entienden de antemano como iguales política, jurídica y cívicamente, y, juntos, como pueblo soberano (como la máxima autoridad). Esa confianza se expresa de muchas maneras, claro está, desde el valor de los votos (todos valen lo mismo: uno) hasta la presunción de inocencia (lo que se tiene que demostrar con pruebas es la culpabilidad, no la inocencia del denunciado).

Por eso mismo, en las sociedades democráticas, no mandan las personas, sino la ley que, por ser de todos, inevitablemente debe ser garantista, esto es, debe proteger siempre las libertades civiles y políticas (de conciencia, expresión, reunión, asociación, etc., por ejemplo) y los derechos fundamentales (a la intimidad o al honor, por ejemplo) de los ciudadanos.

En las sociedades democráticas los medios, los procedimientos (a fin de cuentas el propio sistema democrático es procedimental), son tan importantes como los fines, por buenos y lícitos que sean esos fines. La maquiavélica fórmula (que Maquiavelo nunca enunció) el fin justifica los medios, no puede formar parte de la cultura democrática, sino que los procedimientos deben ser tan lícitos como lícitos los fines (que es otra manera de entender la misma presunción de inocencia, claro). Por supuesto que en las sociedades democráticas los delitos, las faltas, el fraude, las estafas, etc. deben ser perseguidos con todo rigor y con todo el vigor que le ley ordene, pero no se pueden perseguir de cualquier manera.

La ministra Báñez ha decidido abrir un espacio web donde los ciudadanos puedan denunciar anónimamente irregularidades en las contrataciones o en el cobro del desempleo. La denuncia anónima en castellano tiene nombre. Se llama delación. Y la devota ministra nos invita a que delatemos a nuestros vecinos infractores. Sin duda que es injusto, incívico y malo para todos que algunos ciudadanos contraten o sean contratados en negro, o que cobren el paro irregularmente (o ambas cosas). Pero la fórmula propuesta para descubrirlos es vomitiva (y cada vez entiendo más por qué este Gobierno quiere quitar la ética del sistema educativo, como hace la LOMCE).

lunes, 5 de agosto de 2013

CULPAR A LOS TRABAJADORES

La propuesta del FMI de rebajar los sueldos en España un 10% es doblemente perversa. Por una parte, deja entrever que los sueldos son altos, que ganamos más de lo que deberíamos, cuando lo cierto es que nuestro nivel de ingresos por salario es escandalosamente bajo: en torno a un 64% de los sueldos actuales están por debajo de los 900€. Pero en segundo lugar es perversa la idea porque hace recaer culpa del paro directamente en los trabajadores que trabajamos, presentándonos como insolidarios y argumentando falazmente que esa rebaja de sueldos implicaría un aumento de las contrataciones y, por ello, una bajada del paro.

El capitalismo desregulado, codicioso sin límite siempre, provocó la crisis financiera mundial que ha generado la enorme crisis económica y, de paso, el deterioro político y social que padecemos. La provocaron ellos, pero por arte de magia su culpa la han convertido en nuestra (hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, fue el mantra elegido) y nos la están haciendo pagar (con ayudas hipermillonarias a los bancos, que ya de dan por perdidas, con recortes sociales, con despidos masivos, con bajadas de sueldos, etc.). Pero el FMI aún quiere más.

Quiere más y la estrategia ahora pasa por culpabilizar a los trabajadores del paro que estos guardianes, ideólogos y gestores del neocapitalismo han provocado.

Probablemente el gobierno de Rajoy, el Gran Citador, no se atreva a hacer tal cosa mientras esté envuelto en el asunto de la financiación ilegal del partido, los sobresueldos en negro y la contabilidad Bárcenas, por el estallido social que podría provocar, aunque seguro que algo hará, sigilosamente, para contentar al FMI (este FMI heredero de los imputados Rato y Strauss-Khan) de la testigo asistida Lagarde.

domingo, 4 de agosto de 2013

SÁLVESE QUIEN TENGA *

La cara actual del capitalismo es el neoliberalismo (o ultraliberalismo) que no es solo una teoría económica, sino toda una concepción de las relaciones humanas que se basa en la defensa a ultranza de la propiedad privada individual y, en consecuencia, en el ataque furioso contra los impuestos, entendidos como requisas, expropiaciones (si no robos) de esa propiedad que los neoliberales consideran sagrada. Por eso su ideal político es el Estado Mínimo (Exteriores, Defensa, Justicia y poco más) gestionado por gobiernos de tecnócratas que no intervengan en las transacciones privadas dentro de un mercado extenso, globalizado y desregularizado, y que privaticen o externalicen los servicios públicos.

Esto significa, claro está, que el neoliberalismo imperante es una actitud moral, un sistema de valores, que entiende como políticamente bueno el individualismo insolidario y como políticamente perversa la solidaridad y la protección social de quienes no tienen medios económicos suficientes; buena la libertad de mercado, pero malo sostener con impuestos los sistemas públicos de ayuda y protección social. Por eso, en este sentido, el neoliberalismo está más cerca del darwinismo social que del humanismo cristiano (y absolutamente en contra del socialismo). Es un sálvese quien pueda entendido como un sálvese quien tenga.

Sin embargo, quizá por pura estrategia de mercadotecnia, se presentan los libertarianos como profundamente religiosos y defensores de la familia y de los valores tradicionales (jerárquicos y androcéntricos) que prefieren la caridad piadosa a la distribución justa de la riqueza. Y buen ejemplo de ello lo tenemos en el llamado Tea Party, que alardea de fundamentalismo cristiano.

Aquí, en España, los neoliberales han encontrado su nicho natural en el PP, entre los ultraconservadores del nacionalcatolicismo de siempre. Y, en este caso, claros ejemplos los tenemos en este gobierno, en el que abundan ministros y ministras meapilas imponiendo moral e ideología. Particularmente es un buen ejemplo el tertuliano que aún está en el ministerio de educación (que sigue empeorando su valoración, bajando del 1,76 al 1,58 actual) dejando ya su huella ideológica en el BOE y en la LOMCE que se tramita: endurecimiento de las condiciones para la obtención de becas, criterios mercantilistas, clasismo, segregación, confesionalidad mal disimulada, nacionalismo españolista explícito, etc., señas claras de este neoliberalismo misionero, como alguna vez se le ha llamado certeramente.

* Publicado en ElPlural.com, Opinión. Tribuna Libre. 05.08.2013

sábado, 3 de agosto de 2013

ESTAMOS TOCANDO EL FONDO

Releo a Celaya. Desde hace meses las noticias, el ambiente de las calles y hasta las caras de la gente me traen sus versos, que resuenan una y otra vez (con mi voz o con la de Paco Ibáñez cantándole) en mi cabeza. No es un ejercicio de nostalgia ni de melancolía, de las que creo estar vacunado desde hace años, afortunadamente, pero le recuerdo arrastrando los pies, del brazo de Amparitxu, comprando en el mercado de la  Prospe en los últimos años setenta. Recuerdo sus ojos claros, al borde siempre de la lágrima, y su sonrisa amable. Pero más recuerdo sus versos (con los de Neruda, con los de León Felipe, con los de tantos otros) certeros y honrados: estamos tocando el fondo.

Porque vivimos a golpes, es verdad. Recibiendo los golpes de este capitalismo voraz que nos expulsa si no somos consumidores, cuando no tiene nada que explotarnos. Vivimos a golpes de estos gobiernos colaboracionistas que, sin pudor, se alían con los voraces hasta ser parte de ellos, entrando por la puerta giratoria de la política indecente. Vivimos a golpes que se (d)escriben en el BOE rebajando derechos, prestaciones sociales, condiciones laborales, sueldos y lo que haga falta rebajar. A golpes de neolengua vivimos, agredidos por esos eufemismos que dulcifican en el nombre la miseria real que nos hacen vivir. Vivimos a golpes, literalmente a golpes de unos policías que siguen sin entender que su trabajo es proteger a los ciudadanos, no apalearles, ni saltarles un ojo con sus pelotas de goma lisa y negra. Vivimos golpeados por la impunidad de la corrupción con la que se forran y con la que nos despojan.

No estamos en la dictadura, es verdad, ni hay un viejo general en blanco y negro firmando penas de muerte como entonces. Pero todo me parece que está otra vez en blanco y negro, que la ciudad es de goma lisa y negra. No estamos en aquella dictadura maloliente y nos llaman a votar cada cuatro años, pero aquí sigue oliendo a podredumbre de siglos. Seguramente por eso he vuelto a Celaya, a temblar con sus versos: ¡a la calle!, que ya es hora / de pasearnos a cuerpo

Aquí dejo el vínculo con un vídeo en el que Paco Ibáñez le canta. Es reciente (y retoca el poema):

viernes, 2 de agosto de 2013

COMO ERA DE PREVER

Ya pasó. El invisible Rajoy se hizo visible y pronunció su discurso auto-exculpatorio vitoreado por la mayoría soberbia del PP, como era de prever. La mayoría minoritaria de la oposición, con alguna excepción, le pidió su dimisión por mentir y por sus relaciones estrechas con la contabilidad B de Bárcenas, como era de prever. IU pidió nuevas elecciones, como era de prever, porque el PP las ganó dopado con fondos ilegales. CiU, que también tiene lo suyo en casa, prefirió decir que le creería y, como los demás nacionalistas de las periferias, preguntó que qué había de lo suyo, como era de prever. Y el kamikaze Alonso tirando por el desagüe su futuro político (eso no sé si era previsible). Réplica del invisible: no, no y no (no soy culpable, no voy a dimitir y no voy a convocar elecciones) y contrarréplicas de más de lo mismo, como era de prever. Y, hale, a la playa, que es agosto.

La instrucción del caso Bárcenas seguirá su curso con los sobresaltos habituales, como es de prever, y veremos qué declaran Cascos, Arenas y Cospedal a mediado de mes, mientras Ramírez, en su Mundo, seguirá sacando jugo y papeles (jugo a los papeles), como es de prever.

Los Diputados han hecho su trabajo, el juez Ruz está haciendo su trabajo y Ramírez y toda la prensa están haciendo su trabajo, de acuerdo, pero todo sigue como estaba: Rajoy en el Gobierno, la oposición en su impotencia, la instrucción en marcha y los medios comentando las jugadas. Pero en todo este teatrillo, para que esté completo, faltamos los ciudadanos, que parece que no tuviéramos más papel que el de ser los espectadores y los que pagan el espectáculo, porque, como es de prever, ni vamos a hacer nada de nada, ni va a pasar nada de nada. Y eso lo saben bien los cocineros de citas del invisible Rajoy.

jueves, 1 de agosto de 2013

NO *

Lejos de la floritura literaria con que el hoy visible Rajoy ha ido trufando su discurso, ese fin de la cita tan comentado, está el monosílabo escueto en respuesta a la petición casi unánime de que dimita: le responderé de forma muy clara y directa: no, ha dicho con el aplauso entusiasta de su mayoría soberbia. Aparentemente ese enfático no se lo ha dicho a Rubalcaba (hoy menos náufrago), aunque seguramente el mensaje iba dirigido a los mercados queriendo dar sensación de estabilidad. Y, sin embargo, se equivoca porque ese no rotundo (claro y directo), nos lo ha dicho a la mayoría de los ciudadanos y a su país.

Le ha pedido Rubalcaba que se marche: le pido un acto de generosidad, ha dicho. En realidad le debería haber pedido un acto de patriotismo, porque sabe perfectamente Rajoy que ahora mismo está haciendo daño a España empeñándose en no dimitir; que dejar el gobierno a alguien de su partido que no esté envuelto en este asunto, sería una fórmula limpia que añadiría un plus a esa confianza exterior que aparentemente tanto le preocupa. Por eso decir no a su dimisión es decir no a los ciudadanos y, desde luego, no es un acto ni responsable ni patriótico.

La investigación de los papeles de Bárcenas sigue en marcha y quién sabe qué nuevos datos, ciertos o no, irán apareciendo y dañando la imagen ya muy deteriorada de Rajoy. Y porque seguramente él es consciente de la fragilidad política en la que está inmerso, hoy su vicepresidenta se ha quedado sentadita en el escaño y ha sido Alonso (que ya se quemó en aquella Comisión que impidió la comparecencia de Rajoy) el que ha subido a la tribuna a terminar de achicharrarse políticamente. No me extraña que le haya abrazado cuando se ha cruzado con él. Rajoy hoy ha dicho no a los hechos que se le sospechan y no a la petición de dimisión, un no tan expresivo y tan rotundo como el que muchos ciudadanos diríamos si nos preguntasen si le creemos: no.

* Publicado en ElPlural.com. Opinión. Tribuna Libre. 01.08.2013