domingo, 29 de abril de 2018

ASCO Y MIEDO * **


La sentencia establece que hubo abuso, pero no violación; prevalencia, pero no intimidación. Lo afirma con cuidada asepsia técnica, con un minucioso recurso a la jurisprudencia ad hoc, esforzándose en justificar cada argumento. Pero, pese a tanto ropaje técnico, leer la sentencia produce estupor y la sentencia misma produce asco y miedo.

Asco, asco físico, mucho asco, porque, sin decirlo, parece decir que la culpable es ella; que ella se lo ha buscado por ir borracha, por juntarse con desconocidos, por hablar de sexo, por irse con ellos; que eso no es lo que debe hacer una chica. No lo dice la sentencia, pero parece decir que ellos se extralimitaron al usarla, pero nada más. Nada de eso dice la sentencia, pero todo eso parece que está como el telón de fondo que oculta las bambalinas.

Miedo porque deja a las mujeres aún más desprotegidas de lo que ya estaban. No lo dice la sentencia, pero parece que advierte a las mujeres de lo que pasa cuando no tienen miedo y actúan libremente. No lo dice, pero parece decir que si no hay resistencia activa por algo será.

Se queja Lesmes, presidente del CGPJ, de las críticas excesivas a la sentencia porque comprometen gravemente la confianza que nuestro sistema de justicia merece de los ciudadanos. Es posible, sin embargo, que lo que comprometa la confianza de los ciudadanos en el sistema judicial sean precisamente sentencias como esta, en las que no se percibe que los jueces, como dice Lesmes, sean el más importante baluarte para la protección y defensa de todas las víctimas. Y, quiéranlo o no, por muy técnica que sea la sentencia, esa protección a la víctima no se percibe.

Lamentablemente se percibe lo contrario y que han sido los agresores los más protegidos: no hay violación, sino abuso sexual con prevalimiento; no hay robo con violencia o intimidación, sino delito leve de hurto del teléfono; y pese, a que grabaron vídeos explícitos, hicieron fotos y las distribuyeron por la red entre sus amigos para dar testimonio de su hazaña, no hubo delito contra la intimidad y se les absuelve de ello porque durante la instrucción [...] no se han cumplimentado las exigencias vinculadas al expresado de derecho de defensa [...] y por ende se ha quebrado el principio acusatorio.

La verdad judicial, por ahora, dice que no hubo violación sino abuso. La certeza moral de quienes criticamos la sentencia es que no hubo abuso, sino violación. El Tribunal Supremo tendrá la última palabra si llega el caso, pero no sé si estar esperanzado.

* Publicado en infoLibre.es. Librepensadores. 02.05.2018
https://www.infolibre.es/noticias/club_infolibre/librepensadores/2018/05/02/asco_miedo_82357_1043.html

** Publicado en Crónica Popular. En Candela. 03.05.2018
https://www.cronicapopular.es/2018/05/jesus-pichel-asco-y-miedo/ 

martes, 24 de abril de 2018

DEL GRIS AL AMARILLO * ** ***


No creo que los políticos independentistas presos sean presos políticos, aunque tampoco creo que sean exactamente presos comunes: los delitos que hayan cometido -si es el caso- sin duda tenían una finalidad política. Saltarse una ley democrática por razones de conciencia o por objetivos políticos podrá estar justificado moral o políticamente, pero no por ello deja de ser delito. Que ya encausados sigan presos y no en libertad con medidas cautelares será jurídicamente correcto -así lo entiende el juez-, pero políticamente es más que discutible.

Los lazos, las banderas, las camisetas de color amarillo -hasta las rosas en el singular Sant Jordi de este año- no son símbolos que reivindican la libertad de los políticos independentistas presos, sino la libertad de los presos políticos independentistas, que no es exactamente lo mismo. De ahí que no todos los que desearían la libertad de los encarcelados compartan el símbolo.

En cualquier caso, defender pacíficamente que sean políticos presos o que sean presos políticos -como defender que sigan en la cárcel o queden en libertad- está amparado por la libertad de expresión que la Constitución garantiza a todos, al menos sobre el papel.

En un curso sobre feminismo hace unos años, explicaba bien Celia Amorós que la carga simbólica de un objeto se desactiva cuando el objeto deja de identificarse con ella: la camisa azul oscuro -no recuerdo si ese fue el ejemplo- pasó a ser una prenda de vestir neutra, una camisa como otra cualquiera, cuando dejó de identificarse con el uniforme falangista. Visto al contrario, la carga simbólica se refuerza cuando el objeto se identifica únicamente con lo que pretende simbolizar.

Exigir a quienes llevaban camisetas amarillas -algunas sin más señas que su color- que se las quitaran antes de acceder al Metropolitano para ver la final de Copa, requisárselas y arrojarlas a contenedores, no ha desactivado ni el símbolo ni lo simbolizado, sino que, al contrario, quizás los ha fijado aún más dándoles mayor notoriedad y proporcionando más madera al independentismo. Y aún peor: resulta democráticamente insoportable e incongruente con la libertad de expresión que la Constitución garantiza y que el gobierno debería proteger.

Como la memoria funciona así, ver cómo se requisaban las camisetas amarillas, me recordó aquel 25 de abril de 1974, el día que se produjo la revolución de los claveles en Portugal -Grândola, Vila morena / terra de fraternidade...-, cuando hubo quienes salimos a pasear por la calle con un clavel y ocurrió lo que era previsible durante la dictadura: los grises reprimieron ese gesto simbólico identificando a quienes pillaban con algún clavel -por suerte yo me libré-, requisándoselo y deteniendo a alguno. En un sistema democrático lo que cabe esperar es que no pasen cosas así. Por eso es cada día un poco más urgente que este gobierno soberbio, torpe y miope deje de gobernar.

* Publicado en Crónica Popular. En Candela. 26.04.2018
https://www.cronicapopular.es/2018/04/jesus-pichel-del-gris-al-amarillo/

** Publicado en elperiodico.com. Entre Todos. 27.04.2018
https://www.elperiodico.com/es/entre-todos/participacion/del-gris-amarillo-176879

*** Publicado un extracto en las ediciones en papel de elperiodico.comen castellano y catalán.


miércoles, 18 de abril de 2018

UN GOBIERNO DE GESTIÓN DE PSOE, PODEMOS Y CIUDADANOS EN LA COMUNIDAD DE MADRID *


Según el calendario previsto, el 26 de mayo de 2019 habrá elecciones municipales y europeas en toda España, y autonómicas en trece de las diecisiete Comunidades Auntónomas -en todas menos en las históricas: Andalucía, Cataluña, Galicia y País Vasco, que tienen sus propios calendarios. Faltan pues alrededor de 400 días para saber quiénes serán los representantes elegidos, de qué partidos y qué candidatos gobernarán municipios y Comunidades.

Por su mayor entidad política y simbólica -y económica, claro- probablemente las madrileñas al Ayuntamiento y a la Comunidad son las más importantes para todos los partidos que pudieran tener opciones de gobierno. Hay sin duda otras plazas importantes, pero quizá ninguna como éstas. De ahí la importancia del escándalo Cifuentes, que puede poner en peligro -si acaso no lo ha hecho ya- la hegemonía del PP en la Comunidad de Madrid (CM) y quién sabe si en España.

Puede el PP -puede Rajoy- dejar caer a Cifuentes y sustituirla por alguien que presida la CM durante estos 400 días, cediendo a la exigencia Ciudadanos, o puede aguantar el chaparrón con la esperanza de que el partido de Rivera no cumpla su amenaza de apoyar la moción de censura que ha presentado el PSOE o de que, si la cumple, ese apoyo a la izquierda le cueste votos. Y con el deseo de que sus votantes más fieles olviden el escándalo o le resten importancia, mantengan su voto y revaliden su gobierno aunque sea como mal menor.

Tanto la actitud altiva de Cifuentes -renunciando al sospechoso máster, como si eso dependiera de su voluntad-, como los apoyos recibidos -nítido el de Cospedal, nebuloso el de Rajoy siguiendo su propio manual de supervivencia política- parecen indicar que se ha optado por la resistencia soberbia.

Quizá piensan en las cocinas del PP que la moción de censura del PSOE, que presentará al profesor Gabilondo como candidato, tiene pocas posibilidades de éxito porque sin el apoyo de Ciudadanos, no tiene votos suficientes, y si lograra los votos de C's el apoyo sin condiciones de Podemos podría no ser tan incondicional. Además, un hipotético gobierno tripartito -o de dos con el apoyo puntual del otro- estaría contaminado y condicionado inevitablemente por los intereses electorales inmediatos y contrarios de cada uno de ellos.

Si fracasa la moción presentada, estatutariamente el PSOE no podría volver a presentar otra en esta legislatura, pero nada se lo impediría ni a Podemos -que tiene suficientes diputados para poder presentarla-, ni a Ciudadanos -aunque en su caso necesitaría dos firmas prestadas para alcanzar las 19 necesarias. Y ese podría ser un escenario tentador para cercar a Cifuentes: que dos o tres mociones distintas y consecutivas, pero con el mismo fin, prolongaran su amargura manteniendo vivo el escándalo -y que podrían servir además para presentar sus respectivos programas. El riesgo de esta estrategia estaría en convertir al PP de la presidenta en un partido capaz de superar todos los envites, y de visibilizar que los tres partidos de oposición son tan incapaces de unirse para derrotarla como incapaces de derrotarla por separado.

Más factible podría ser, tras el éxito de la moción de censura presentada o de alguna otra, un acuerdo de gobierno de gestión -a modo de gobierno en funciones- de PSOE, Podemos y Ciudadanos, sin sus respectivos cabeza de lista, con un solo fin: convocar elecciones en la CM lo antes posible. Por ejemplo, tras el verano, el domingo más cercano a la vuelta al cole.

sábado, 14 de abril de 2018

ANIVERSARIO REPUBLICANO

OCTOGÉSIMO SÉPTIMO ANIVERSARIO DE LA PROCLAMACIÓN DE LA SEGUNDA REPÚBLICA
 14 de ABRIL de 1931-2018


jueves, 12 de abril de 2018

POBRE UNIVERSIDAD POBRE * **


La Universidad es la institución que se encarga de la enseñanza superior. Se llama superior no solo porque lo sea con respecto a las enseñanzas primaria y secundaria, sino porque oficialmente no hay otros estudios por encima de los que se imparten en ella: no hay mayor grado académico que el de doctor y solo las universidades pueden concederlo. Las universidades son, además, centros de investigación superior -teórica o productiva- de nuevos conocimientos.

En España lamentablemente esto es solo teoría no por la incapacidad de sus docentes e investigadores -aunque de todo hay, claro- sino porque ni el Estado ni la ciudadanía nunca han apreciado realmente su valor cultural y social. Ser doctor es en España nada o casi nada y la investigación, en general, carece de tantos recursos y vínculos universitarios internacionales, que casi se reduce al esfuerzo personal e individual de los investigadores, frecuentemente precarizados.

En los rankings internacionales no sale la Universidad española muy bien parada. Es cierto que suelen tener un cierto sesgo anglosajón y economicista, y que para valorarlas centran su atención en aspectos que nuestra universidad no siempre prioriza. Pero aún así, es más que significativo que la mejor valorada esté rondando el puesto 200 -según qué ranking utilicemos- y muchas de ellas estén por debajo del puesto mil, dos mil... seis mil. Si la valoración es por áreas de conocimiento, o por Facultades, sí es posible encontrar en algunos casos puestos mejores, pero no especialmente destacados mundialmente. Que cientos de investigadores españoles pueblen universidades de cualquier parte del mundo y desarrollen en ellas su labor con notable éxito, no es algo casual.

Las últimas reformas universitarias transformaron las tradicionales licenciaturas de cinco cursos en grados de cuatro, que pueden completarse con másteres de uno o dos cursos, normalmente con un elevado costo para sus alumnos. Teóricamente, el máster faculta al estudiante ya graduado para acceder a estudios especializados que completan su formación académica y le aportan mayor competencia profesional al ser reconocido como magister -maestro- en su área. Pero en demasiados casos de nuevo esto es solo teoría: ni la acumulación de másteres garantiza mejor acceso laboral, ni todos los titulados salen siendo maestros en su ramo.

Que una universidad pública o privada -infinitamente más grave en el caso de una pública- trafique con los títulos para beneficio de alguien influyente para engordar su currículum académico y su vanidad personal, es un escándalo que empobrece aún más a la ya pobre Universidad española.

* Publicado en Crónica Popular. En Candela. 12.04.2018
https://www.cronicapopular.es/2018/04/jesus-pichelpobre-universidad-pobre/

** Publicado en elperiodico.com Entre Todos. 16.04.2018.
https://www.elperiodico.com/es/entre-todos/participacion/pobre-universidad-pobre-175304