viernes, 29 de septiembre de 2017

DUELO A GARROTAZOS *


Quién sabe qué pasará el domingo en Cataluña, si será una jornada pacífica o violenta, si el buen sentido se impondrá al disparate o al contrario, si habrá -por qué no decir lo que todo el mundo piensa- sangre en la calle. En cualquier caso, el daño ya está hecho y se necesitarán años para diluir el resentimiento de unos y otros, si acaso eso es posible. Hoy por hoy, no lo es. Basta con leer las declaraciones de los políticos, los artículos que se escriben y, sobre todo, los comentarios de los lectores de aquí y de allá, para ver que en este desafío han aflorado todos los insultos, todas las fobias, todas las envidias, todos los odios mutuos.

Vencerá el cumplimiento de la ley del Estado de Derecho o el secesionismo rebelde, pero ya hemos perdido todos porque, otra vez, las tripas nacionalistas de unos y otros nos han llevado al odio fratricida, a las listas de afectos y desafectos, al pathos del maniqueísmo bruto de la pasión incapaz de compasión, de simpatía y aún menos de empatía.

Ya ilustró el ilustrado Goya en su Duelo a garrotazos lo que estamos viviendo otra vez: cada cual anclado en sus posiciones, impedidos para evitar el choque, dando y recibiendo garrotazos hasta el (des)fallecimiento del otro. Esta vez, los garrotes son los mástiles de las banderas que envuelven las coartadas de los duelistas -el derecho a decidir, el cumplimiento de la ley, la democracia, el Estado de Derecho, la voluntad del pueblo, la Constitución…-. Lo cierto es que ya da igual quién es quién en esta negra pintura negra; da igual quién ha provocado el duelo; da igual quién triunfe al fin porque ambos saldrán – como todos saldremos- malheridos, si es que sobreviven.

Quién sabe qué pasará el domingo y en los días siguientes, si seremos capaces de desenterrar las piernas, tirar los garrotes y curarnos mutuamente las heridas -negociando, reformando, votando legalmente-, o si otra vez la sinrazón ganará la partida. Pero lamentablemente por todas partes huele a venganza y a ajuste de cuentas.

* Publicado en Crónica Popular. En Candela. 30.09.2017
https://www.cronicapopular.es/2017/09/jesus-pichel-duelo-a-garrotazos/

lunes, 25 de septiembre de 2017

¿ELECCIONES EN CATALUÑA EL 26 DE NOVIEMBRE? *


El 1-O probablemente será un día tenso, muy tenso, entre quienes quieran votar en el referéndum declarado ilegal y quienes tienen orden de impedir que se celebre. Que habrá movilización de votantes y de fuerzas de seguridad, a estas alturas ya parece inevitable. Y esperemos que la tensión no vaya más allá y todo se quede en manifestaciones de protesta y vigilancia prudente. Que al final de la jornada, si no ha ocurrido un disparate irremediable, habrá valoraciones contradictorias y baile de cifras de unos y otros, es igualmente esperable. Que ambos bandos se declararán vencedores, lo doy por hecho.

No sé si llegarán las urnas a los colegios electorales, ni sé si se constituirán las mesas, ni sé si quienes se acerquen a votar podrán acceder. Supongo que no. En cualquier caso, ya parece muy evidente que no habrá referéndum -lo que se entiende como referéndum democrático- sino otra cosa, si acaso hay algo.

A Puigdemont y a su govern solo le quedarán dos salidas: la declaración unilateral de independencia -sabiendo a lo que se exponen y a lo que exponen a la ciudadanía- o la convocatoria de elecciones autonómicas que intenten recoger el entusiasmo de los fervientes y el enfado de los indecisos, pero a riesgo de que se enfríen los ánimos por el desencanto con el procés.

La DUI nos retrotraería a la foto de1934 y a mantener la herida abierta y en peligro de infectarse. La convocatoria de elecciones será una huida hacia adelante -un ejercicio de procrastinación, como se dice ahora- si se plantean como Constituyentes o, de nuevo, como plebiscitarias.

El día tres de octubre, aún en medio de la resaca -si el día uno no se ha producido una desgracia, insisto-, Puigdemont debería firmar el decreto de la convocatoria de elecciones para el domingo 26 de noviembre con el objetivo de redactar un nuevo Estatut, similar al de 2005, que sea refrendado legalmente y sea respetado por las Cortes y por el gobierno. Ni la imposición de unos ni la represión de otros son la solución al problema. 

* Publicado en elperiodico.com Entre Todos con el título Puigdemont, convoque elecciones en noviembre. 26.09.2017.
http://www.elperiodico.com/es/entre-todos/participacion/puigdemont-convoque-elecciones-noviembre-142159

jueves, 21 de septiembre de 2017

EL PULSO ENTRE EL ESTADO Y EL SECESIONISMO: SUMA Y SIGUE

El enfrentamiento institucional entre la Generalitat y el Estado va agravándose día a día y cada día es más peligroso. Tras la caótica aprobación exprés de las leyes de desconexión en el Parlament y la correspondiente anulación dictada por el Tribunal Constitucional, Puigdemont se reafirmó en la decisión de celebrar el referéndum -llegaremos hasta el final, dijo- y Rajoy, en su declaración televisada, advirtió de su empeño en impedir el referéndum ilegal -sin renunciar a nada, dijo-. Ambos estaban dejando claro que no iban a ceder.
Sorprendentemente, tanto uno como otro han insistido en la necesidad de dialogar: Puigdemont envió a Rajoy -con copia al Jefe del Estado- una carta en la que pedía negociar sin condiciones y Rajoy insiste en cada comparecencia que el gobierno está abierto al diálogo. Pero parece que ambos lo dicen con la boca pequeña porque uno y otro saben que sí hay condiciones previas: para la Genaralitat, un referéndum vinculante de autodeterminación; para el Gobierno, el respeto a la Constitución, que no contempla la secesión de una parte del territorio.
Solo hay dos posibilidades para hacer un referéndum vinculante: la aprobación de un nuevo Estatuto de autonomía o la reforma de la Constitución -o la redacción de una nueva-. La alternativa es el uso de la fuerza -de las revueltas en la calle; de los cuerpos de seguridad para restablecer el orden- bien para imponer el referéndum y la secesión, bien para impedirlos. Y parece que ambos están dispuestos a ir por ese camino.
Vista la dureza del enfrentamiento, tanto la comisión propuesta por el PSOE para la revisión del modelo territorial en el Congreso de los Diputados, como la asamblea de electos que propone Unidos Podemos no son más que juegos malabares porque quienes de verdad pueden detener esta barbaridad son Puigdemont y Rajoy.
Pero no parece que ninguno de los dos esté dispuesto a ello. En sus respectivas declaraciones institucionales -tras los registros en las Consellerias, la detención de altos cargos de la Generalitat, las incautaciones de material, el rechazo de instituciones catalanas y las concentraciones más o menos intimidatorias en la calle- de nuevo se reafirmaron en sus posiciones: no ens farem enrere perque no tenim dret (no daremos marcha atrás porque no tenemos derecho), dijo el President; cada ilegalidad tendrá una respuesta firme, proporcionada y rigurosa, advirtió Rajoy. Otros suma y sigue en la ya larga cuenta de disparates.
Probablemente no podrá haber referéndum el día 1 -a día de hoy, excepto las urnas, todo el material está incautado-, probablemente habrá disturbios, quién sabe de cuánta intensidad, por la frustración que generará entre quienes sí quieren votar, y probablemente la policía intervendrá, quién sabe con cuánta intensidad. Si es así, las heridas sociales, políticas e institucionales difícilmente se podrán cerrar durante mucho tiempo. Prácticamente no hay margen para parar esta calamidad, pero cada día que pase sin intentarlo será una oportunidad perdida y una irresponsabilidad histórica.

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domingo, 17 de septiembre de 2017

LA CARTA DE PUIGDEMONT: DO UT DES *


En el grave conflicto secesionista ambas partes -Gobierno y Govern- ya han dejado suficientemente claro que no van a ceder y están dispuestos a llegar hasta el final y a lo que no queremos llegar. Ambos presidentes son conscientes de qué se juega políticamente quien salga derrotado de este envite.

Los secesionistas cuentan con la movilización de una parte significativa de la sociedad catalana dispuesta a desobedecer al Estado y a asumir las posibles consecuencias administrativas, patrimoniales e incluso penales. El Gobierno cuenta con la movilización de todos los recursos del Estado -legislativos, judiciales, de orden público, etc.- para impedir el referéndum y, en consecuencia, la hipotética independencia. Y ambos gobiernos se mueven con un ojo puesto en las repercusiones y reacciones internacionales que rechacen o reconozcan la legitimidad del procés y de la secesión.

Si nada lo remedia, el 1-O se puede convertir en una peligrosa jornada en la que se suceda un rosario de disparates mutuos con consecuencias imprevisibles para todos, porque, tal como están las cosas, no es impensable que pudiera producirse algún episodio violento de mayor o menor intensidad.

En este contexto, y a pocos días del referéndum ilegal convocado, puede sorprender -y resultar contradictorio con los hechos- que la carta que han enviado Puigdemont, Forcadell, Junqueras y Colau a Rajoy -con copia al Jefe del Estado- haga un llamamiento al diálogo para abordar de qué manera nos podemos poner de acuerdo para que los catalanes celebremos el referéndum. Un diálogo abierto y sin condiciones [para acordar un referéndum] desde la legitimidad que cada uno representa. Se lea como se lea, lo que se pide es negociar.

Y efectivamente ahora ambos tienen cartas suficientes para poner en juego en una negociación: unos, las leyes de desconexión, la convocatoria unilateral de referéndum y la movilización en la calle; otros, las acciones judiciales en marcha, la intervención de las cuentas de la Generalitat y el peso de las herramientas del Estado. Una negociación de do tu des (doy para que me des, doy si medas) que reinicie la situación: doy marcha atrás si tú das marcha atrás.

Casi no hay tiempo, pero aún es posible revertir la situación y buscar una salida política digna para todos. Y mejor si el Congreso de los Diputados tomara cartas en el asunto.

* Publicado en infoLibre. Librepensadores. Con el título La carta de Puigdemont. 23.09.2017
https://www.infolibre.es/noticias/club_infolibre/librepensadores/2017/09/23/la_carta_puigdemont_69840_1043.html

jueves, 14 de septiembre de 2017

ENSIMISMADOS EN EL DESAFÍO SECESIONISTA *

En La Saga/Fuga de JB, Torrente Ballester novelaba sobre Castroforte del Baralla, capital una ignorada quinta provincia gallega, que cuando se ensimismaba en algún asunto local (¡Veciños, veciños, roubaron o Corpo Santo!) se elevaba y desaparecía del mapa perdida entre las brumas. Seguramente las mismas brumas que, ensimismados en el desafío soberanista de Cataluña, han hecho desaparecer del mapa político problemas tan graves, si no más, que el territorial.

Es cierto que desde el punto de vista institucional, la posible secesión de Cataluña es el hecho más grave al que se enfrenta el Estado, porque pone en peligro su propio ser y, en consecuencia, la estabilidad del sistema. Y es cierto que tanto la forma en que el Govern, el Parlament y parte de la sociedad catalana han planteado el reto, como la estrategia que ha utilizado -y sigue utilizando- el Gobierno del PP para hacer frente al procés judicializándolo han provocado problemas de enorme gravedad: la división de la sociedad catalana -que ya se vive en familias y entre amigos y vecinos-; el serio conflicto institucional entre dos soberanismos hoy incompatibles -el de la pretendida República catalana y el del Estado- que exigen ambos lealtad y obediencia a su propia legalidad; y, por si fuera poco, el afloramiento explícito de las fobias más rancias tanto de la derecha españolista tradicional, siempre extrema, como de los independentistas más obcecados y sectarios. Y esperemos que no pase de ahí.

Pero no es menos cierto que el ensimismamiento de todos por la intensidad y la prolongación en el tiempo del problema secesionista está teniendo como consecuencia perversa que se nublen los grandes problemas políticos que padecemos los ciudadanos: los recortes de derechos y servicios sociales; la precarización de las condiciones laborales; el exilio económico al que se ven forzados tantos jóvenes; el deterioro y el retroceso general de las condiciones de vida de la mayoría de la población; y, por supuesto, la corrupción político/empresarial que prácticamente afecta a todas las instituciones del Estado en todos sus niveles, a todos los partidos y a muchas empresas adjudicatarias -se nos olvida que tras cada político corrupto hay un empresario corruptor y que tras cada empresario corrupto hay un político corruptor.

Sin duda sabe Rajoy que una parte significativa de su electorado, absolutamente intransigente con el secesionismo que rompe España -y temeroso de que la izquierda pudiera llegar al gobierno-, pasará por alto tantas veces como haga falta todos los problemas de corrupción del PP, por graves que sean, si imposibilita el proceso secesionista. 

La financiación ilegal del partido durante años, los contratos y adjudicaciones amañados, los sobrecostes provocados en la ejecución de obras, el enriquecimiento ilícito de personas y empresas -mientras las reformas laborales precarizaban contratos, condiciones y sueldos de los trabajadores con la excusa de una mayor productividad-, los juicios donde se están sustanciando tantas y tantas prácticas ilegales, todo eso, se ha ido cubriendo con la niebla del problema catalán.

Y algo similar se podría decir de esa derecha catalana del 3%, aliada con anticapitalistas y republicanos, que se sabe a salvo si triunfara la secesión porque los poderes de la nueva República los absolverían de antemano y de inmediato en pago a los servicios prestados: el ensimismamiento en el procés lo tapa todo.

La izquierda, de suyo no nacionalista, sin duda debería tomarse en serio el reto secesionista y la respuesta jurídico-política del Gobierno, pero para exigir neutralidad laica tanto a la administración catalana como a la española de manera que ningún nacionalismo -ni españolista ni catalanista-  interfiera en sus decisiones mediatizándolas. Pero, a la vez, debería esforzarse en levantar la niebla de los nacionalismos para poner de nuevo bien a la vista de todos la degradación de las condiciones de vida que provocan las políticas depredadoras, sean españolas, catalanas o de Castroforte del Baralla.

lunes, 11 de septiembre de 2017

YA ESTÁ *


El desafío soberanista es sin duda el mayor problema político que tiene el Estado porque es un hecho político de envergadura. Quiero decir que más allá de cualquier planteamiento teórico, más allá de argumentos jurídicos, más allá de ideología, parece que hay en los nacionalismos un sentimiento tan potente que minimiza cualquier otra consideración.

Decía Rousseau en El Contrato Social (1762) que “En cuanto a los asociados [los individuos que constituyen el Estado], toman colectivamente el nombre de pueblo, y se llaman más en concreto ciudadanos, en tanto son partícipes de la autoridad soberana, y súbditos, en cuanto están sometidos a las leyes del Estado. Pero estos términos se confunden con frecuencia y se toman unos por otros”. Y algo así está pasando porque al final no es un debate conceptual, sino otra cosa que, a preguntas a pie de calle durante la enorme Diada, resumió bien una manifestante llegada de Lleida: Queremos independizarnos de Madrid. Ya está”, dijo.

Hablan de democracia, de derecho a decidir, de soberanía, de libertad, de imperio de la ley, de legalidad, de legitimidad, de respeto a los procedimientos, de Constitución, de sedición, de Tribunal Constitucional… pero no como conceptos, sino como armas arrojadizas o como propaganda burda, porque, al final, lo que prima es ese sentimiento y esa voluntad desnuda: “ya está”. También Anna Gabriel, en Europa Press, vino a decir lo mismo con otras palabras: "Esto es un pulso y esto va de quién aguanta un segundo más, y lo tenemos que aguantar nosotros", dijo. No va de política, no va de ideología, no va de legitimidades, sino de musculatura y de aguante.

El President Puigdemont en Sant Joan Despí volvió a comprometerse diciendo que “algunos iremos hasta el final”. El Presidente Rajoy, un día antes terminó su discurso televisado diciendo que "Sé lo que se espera de mi. Haré todo lo que sea necesario, sin renunciar a nada, para evitar el referéndum". Hasta el final. Sin renunciar a nada. Pulso. Músculo. Ya está. 

miércoles, 6 de septiembre de 2017

SON DE OTRA PASTA * **


Saben perfectamente que nos están llevando al desastre, pero no les importa. Saben que ya no pueden dar marcha atrás, aunque nos lleven al desastre; que por encima de todo está la defensa de su quimérica patria, aunque nos lleve a todos al desastre, porque se viven como la encarnación del pueblo soberano. Claro que lo saben. Como saben que ninguno quiere pasar a la historia como el perdedor de este disparate. La culpa siempre es del otro.

Lo saben y no les importa porque son de otra pasta. Hay que ser de otra pasta para querer ser gobierno, para aceptar ese poder, a sabiendas de que hay que estar dispuesto a poner en peligro la vida y la libertad de otros si es necesario; que no puede temblarles la mano al empuñar la pluma o el botón, aunque arrastren a todos al desastre.

Lo explicó bien Max Weber, en “El político y el científico” (1919): “quien se mete en política, es decir, quien accede a utilizar como medios el poder y la violencia, ha sellado un pacto con el diablo, de tal modo que ya no es cierto que en su actividad lo bueno solo produzca el bien y lo malo el mal, sino que frecuentemente sucede lo contrario. Quien no ve esto es un niño, políticamente hablando”. El poder y la violencia.

Casi cuatrocientos años antes, lo describió perfectamente Maquiavelo en “El Príncipe” (1532), ese manual de realismo político: “hay dos maneras de combatir: una, con las leyes; otra, con la fuerza. La primera es distintiva del hombre; la segunda, de la bestia. Pero como a menudo la primera no basta, es forzoso recurrir a la segunda. Un príncipe [léase, quien tiene el poder] debe saber entonces comportarse como bestia y como hombre”.

Lo saben y se aplauden entre ellos porque saben que contarán con incondicionales dispuestos a dejarse la piel para entrar en el martirologio nacionalista, con bienintencionados ciudadanos convencidos de estar haciendo lo correcto sacando pecho y banderas, y con algunos más incautos arrastrados por esa cuesta abajo por donde a veces nos lleva la historia.

* Publicado en infoLibre. Librepensadores. 08.09.2017
https://www.infolibre.es/noticias/club_infolibre/librepensadores/2017/09/08/son_otra_pasta_69289_1043.html

** Publicado en elperiodico.com Entre Todos con el título "Hacia el desastre sacando pecho y banderas" 08.09.2017
http://www.elperiodico.com/es/entre-todos/participacion/hacia-desastre-sacando-pecho-banderas-139395#

lunes, 4 de septiembre de 2017

VIENEN TIEMPOS OSCUROS *


El President Puigdemont dice tener ya 6000 urnas para el referéndum del 1-O que convocará próximamente -si acaso este enésimo anuncio no es otro amago-.

En las elecciones autonómicas de 2015, según los datos de la Generalitat, para un censo de casi cinco millones y medio, se habilitaron 2702 colegios electorales (1609 en Barcelona, 373 en Tarragona, 321 en Lleida y 399 en Girona) y se constituyeron 8177 mesas electorales o, lo que es lo mismo, se instalaron 8177 urnas. Para atender legalmente las mesas se nombraron 24531 miembros titulares y 49602 suplentes (o sea, 74133 ciudadanos) que, evidentemente, recibieron en sus domicilios el nombramiento con las advertencias legales correspondientes, de la misma manera que los cinco millones y pico de electores su correspondiente tarjeta electoral personal.

Si el Govern -y todo el entramado independentista- quiere que su referéndum cumpla los estándares democráticos inevitablemente el 30 de septiembre -dentro de apenas cuatro semanas- deberá estar resuelto todo lo anterior: los más de 2700 colegios electorales, las más de 8000 mesas y urnas, los 74.000 nombramientos de vocales y presidentes de mesa, los 5,5 millones de tarjetas electorales.

Según su planificación ¿habrá nombramientos de presidentes y vocales, o las mesas las atenderán voluntarios comprometidos con la causa? Si hay nombramientos al uso, ¿podrán los ciudadanos nombrados negarse a ir sin más o serán avisados de posibles sanciones? ¿podrán utilizar el censo electoral sin violar la ley de protección de datos para tales nombramientos y para exponerlo en los colegios electorales? Para todos los preparativos ¿cómo piensan acceder a los locales previstos para ser colegios electorales; cómo piensan instalar el censo, las mesas, las urnas, los carteles, las cabinas para el voto privado, las papeletas y los sobres? ¿a escondidas?

Dice la secretaria general de ERC que si el Estado actúa para impedir el referéndum “movilizaremos a los ciudadanos”. Vienen tiempos oscuros.

* Publicado en elperiodico.com. Entre Todos. 08.09.2017.
http://www.elperiodico.com/es/entre-todos/participacion/vienen-tiempos-oscuros-139119