jueves, 27 de julio de 2017

NEGOCIAR UNA CONSULTA LEGAL *


Por escandalosos que sean los reiterados casos de corrupción en los que está envuelto el PP, parece que no son suficientes para que sus votantes retiren su confianza y busquen otras alternativas. Pero si no la corrupción, sí hay algo que su electorado no perdonaría ni al partido ni a Rajoy: la secesión de Cataluña, o sea, la quiebra de la unidad de España. En el conflicto catalán Rajoy y el PP se juegan el gobierno, y el Estado su identidad y su estabilidad.

Alguien en Moncloa malentendió y minusvaloró el reto secesionista, presumiendo que, como en tantas ocasiones, no era más que una estrategia del catalanismo para sacar tajada -mejor financiación, mejor fiscalidad, mayores inversiones, más competencias, etc. Y quizá fuera cierto en origen, pero las torpezas del PP y del Gobierno -y el enorme poder de la CUP por la necesidad que tiene Junts pel Sí para mantener una mayoría parlamentaria independentista- han envalentonado a quienes defienden la secesión en el Govern, en el Parlament y en parte de la sociedad civil catalana.

Los explícitos anuncios de desobediencia a las posibles sentencias de los tribunales -especialmente del TC-; los nombramientos en puestos clave de la administración catalana de independentistas radicalmente comprometidos con el procés; y la decisión de regirse solo por las leyes de desconexión aprobadas en el Parlament, inevitablemente provocará la confrontación con un Estado consciente de que, a estas alturas, ni el uso de la fuerza ni la permisividad solucionarán el conflicto.

Una proposición no de ley en el Congreso de los Diputados, aprobada por una mayoría significativa, instando al Govern a desconvocar el referéndum ilegal y negociar una consulta legal podría evitar el disparate de octubre.

Si como consecuencia de un 1-O, con urnas o sin ellas, el conflicto se sigue agravando y Cataluña consigue independizarse -aunque fuese solo por unos días- sería no solo el fin del gobierno del PP sino el inicio de una gravísima crisis política en el Estado.

lunes, 24 de julio de 2017

POR QUÉ NO SOY NACIONALISTA * ** ***


Hijo y nieto de republicanos encarcelados sin juicio y castigados por los nacionales al terminar la guerra civil, pase mi infancia y parte de mi juventud viendo cómo en mi casa se hablaba de política en voz baja.

Desde chaval entendí que la exaltación de la patria, la bandera, el himno y toda esa parafernalia grandilocuente con la que se envolvía la dictadura de Franco -el Régimen llamaban a su dictadura filofascista- eran cosas de ellos, no mías; que la historia que nos contaban, la moral que nos imponían, las propagandas del NO-DO y de los telediarios en blanco y negro, y los policías que nos aporreaban la espalda eran de ellos, no míos. Para mi era evidente que España era cosa de ellos, mientras los demás estábamos en permanente libertad vigilada -y otros encarcelados, o enterrados en las cunetas-.

Seguramente por eso ni soy nacionalista ni entiendo los nacionalismos, siempre patrióticos y excluyentes lo quieran o no -lo admitan o no. Por eso y porque creo que nacionalismo e izquierda son ideológicamente incompatibles y porque nunca he sentido que lo de mi pueblo -las comidas, las fiestas, los paisajes o lo que fuere- sea lo mejor del mundo. Desapasionadamente mi DNI me acredita como ciudadano de España y mi pasaporte como ciudadano de la Unión Europea.

Sé que hay personas que se sienten orgullosas de ser españolas, pero no sé realmente de qué se enorgullecen. Encuentro en la historia españoles admirables, pero no encuentro ni una sociedad ni unos hechos tan admirables como para enorgullecerme. Aunque quizá pensaría lo mismo si fuera vasco, catalán, británico, o francés. Y si me pongo a comparar, me siento igual de cerca de Velazquez, Goya o Rusiñol que de Jaques-Louis David, Van Gogh o Bacon; de Cervantes y de Neruda que de Shakespeare o de Baudelaire; de Marx, que del tipógrafo Pablo Iglesias; de Aristóteles, de Hume o de Nietzsche, que de Séneca y de Ortega. De todos estos -y de muchos más claro está- me siento compatriota sin necesidad de compartir patria alguna.

* Publicado en elperiodico.com Entre Todos. 04.08.2017
http://www.elperiodico.com/es/entre-todos/participacion/por-que-soy-nacionalista-135280

** Publicado en infoLibre.es Librepensadores. 12.08.2017
https://www.infolibre.es/noticias/club_infolibre/librepensadores/2017/08/11/por_que_soy_nacionalista_68435_1043.html 



*** Publicado en las ediciones en papel de elperiodico.com y elperiodico.cat, en castellano y catalán. 17.08.2017
 

lunes, 17 de julio de 2017

EXPRESO AQUÍ MI PROPIO MIEDO *


Leo a diario con interés distintos medios digitales de distintas tendencias y de distinta procedencia geográfica, aunque no todos -algunos, los de la derecha más rancia y forofa, no me interesan nada de nada-. Leo con especial interés las noticias y las columnas de opinión sobre el desafío secesionista en Cataluña porque, sin olvidar la corrupción, los recortes sociales, la precariedad laboral y tantos otros problemas que sufrimos, entiendo que actualmente es el mayor problema político que tenemos porque pone en entredicho la identidad -y el propio ser- del Estado.

Con mucha preocupación y detenimiento leo, además, los comentarios de los lectores a esas noticias y columnas de opinión. Con preocupación porque cada día son más agresivos los de uno y otro bandos. Sé que no hay relación entre el número de lectores y el número de lectores que comentan, pero cada día se hace más evidente que abundan los comentarios provocadores, insultantes, amenazantes; que hay cada vez más resentimiento, si acaso no más odio entre sí.

No sé si el 1-O habrá referéndum o no, si el desafío soberanista llegará hasta el final o sabrá parar a tiempo -aunque no lo creo-, si el Estado será prudente o si, puestos en la encrucijada, tirará por la calle de en medio. Pero estoy seguro de que el 1-O, haya o no referéndum, pasará algo porque difícilmente los más exaltados contendrán su frustración por lo que haya pasado. Y basta un estúpido loco para provocar un disparate de quién sabe qué consecuencias.

El Govern cada día tensa un poco más la cuerda con la esperanza de que el Gobierno termine cediendo o cometa alguna imprudencia, y quiero pensar que ni el Gobierno ni el Govern estén finalmente dispuestos a llegar al disparate, pero temo que haya quienes no quieran contener su furor.

Se me acusará de estar sembrando el miedo. Vaya por delante que mi intención aquí es la de expresar mi propio miedo a que algún desalmado, españolista o independentista, vomite su rabia encendiendo la mecha de la brutalidad.

* Publicado en elperiodico.com Entre Todos con el título "Siento miedo ante el 1-O"

http://www.elperiodico.com/es/entre-todos/participacion/siento-miedo-ante-1-o-134426# 

jueves, 6 de julio de 2017

EL PROBLEMA SECESIONISTA III: VOLVER A LA CASILLA DE SALIDA (EL ESTATUT DE 2005) *


El artículo 149.1.32 de la Constitución establece que la autorización para la convocatoria de consultas populares es competencia exclusiva del Estado. De ahí que en el artículo 92.1 y 92.2 se especifique que “Las decisiones políticas de especial trascendencia podrán ser sometidas a referéndum consultivo de todos los ciudadanos” y que “El referéndum será convocado por el Rey, mediante propuesta del Presidente del Gobierno, previamente autorizada por el Congreso de los Diputados”, implicando así tanto al poder legislativo como al ejecutivo -y al Jefe del Estado-.

En el texto constitucional se habla de dos tipos de referéndum: los consultivos -para esas decisiones políticas trascendentes- y los de ratificación de la Constitución, de las reformas constitucionales y de los Estatutos de Autonomía.

Nada pues prohíbe que en Cataluña, como en cualquier otra Comunidad, se convoque un referéndum perfectamente legal. Bastaría con cumplir los requisitos: autorización del Congreso de los Diputados, propuesta del Presidente del Gobierno y convocatoria firmada por el Jefe del Estado. El referéndum ilegal inevitablemente lleva al enfrentamiento institucional.

Que la decisión política sobre el estatus de Cataluña es de especial trascendencia -tanto para Cataluña como para todo el Estado- es evidente y, por ello mismo, cae dentro de lo previsto en el artículo 92. Y sin embargo parece que no es posible la solución del conflicto institucional, no solo porque el referéndum solo podría ser consultivo -salvo que fuese para ratificar una reforma del Estatut-, sino porque ni los secesionistas ni el Estado pueden renunciar a sus principios básicos: en un caso, que Cataluña sea un Estado soberano e independiente; en el otro, que la Constitución obliga a todos los poderes del Estado a mantener la unidad y la indivisibilidad de España.

La solución política al conflicto pasaría por un pacto para volver a la casilla de salida y elaborar un nuevo Estatut, similar al de 2005. Pero nadie se fía de nadie.

* Publicado en elperiodico.com. Entre Todos con el título Catalnya-España: ya nadie se fía de nadie. 10.07.2017
http://www.elperiodico.com/es/entre-todos/participacion/catalunya-espanya-nadie-fia-nadie-132952

miércoles, 5 de julio de 2017

EL PROBLEMA SECESIONISTA II: PREVAL JERÀRQUICAMENT SOBRE TOTES AQUELLES NORMES QUE HI PUGUIN ENTRAR EN CONFLICTE * **


El Govern de la Generalitat de Catalunya y los diputados independentistas que controlan con su mayoría el Parlament están actuando de hecho como si el pueblo de catalán fuera soberano y Cataluña fuera ya un Estado. Todos los pasos que están dando para la desconexión con España y el establecimiento de una República catalana parten de la autoafirmación de que el pueblo de Catalunya es un sujeto político soberano y, por ello, que no reconoce ninguna autoridad por encima de sí mismo.

De esa autoafirmación parte la Llei del Referèndum d’autodeterminació de Catalunya que, según su artículo 3.2. prevalece jerárquicamente sobre todas las demás que pudieran entrar en conflicto con ella. Prevalecería, pues, sobre el Estatut d’autonomia de Catalunya y sobre la Constitución española que jurídicamente son las leyes que dan legitimidad al Parlament y al Govern.

Quizá por eso la Llei no se ha presentado en el hemiciclo del Parlament, sino en el Teatre Nacional de Catalunya y en el Anfiteatro del Parlament, como si de hecho fuera ley lo que, por ahora, no es más que un texto titulado Llei del referèndum etc. que no ha sido formalmente presentado, tramitado ni aprobado.

En cualquier Estado de Derecho la ordenación del sistema se realiza, entre otros, a través de dos principios: el de jerarquía normativa y el de competencia. El primero ordena jerárquicamente las normas desde la Constitución, que es la norma suprema, hasta los reglamentos, de manera que las de rango inferior no pueden contravenir a las de rango superior. El segundo establece qué organismo tiene competencia para legislar los distintos tipos de normas. Un Ayuntamiento, por ejemplo, no tiene competencia para elaborar y aprobar leyes orgánicas, que son competencia exclusiva de las Cortes. Si una norma legal incumple cualquiera de estos principios no es jurídicamente válida.

La pretendida máxima prevalencia de la Llei de Referèndum, como si fuese una Constitución de hecho que derogase el Estatut, contraviene ambos principios

* Publicado en elperiodico.com Entre Todos con el título Una Llei de Referéndum jurídicamente inválida. 07.07.2017

http://www.elperiodico.com/es/entre-todos/participacion/una-llei-referendum-juridicamente-invalida-132945

** Publicado en infoLibre.es Librepensadores con el título (Pretendida) máxima prevalencia. 15.07.2017

https://www.infolibre.es/noticias/club_infolibre/librepensadores/2017/07/15/pretendida_maxima_prevalencia_67527_1043.html 

lunes, 3 de julio de 2017

EL PROBLEMA SECESIONISTA I. PRESOS DE SUS PALABRAS Y DE SUS ACTOS * **


La redacción del artículo 2 de la Constitución del 78 es un buen ejemplo de uno de tantos consensos que la hicieron posible. La minoría catalana -que tuvo asiento entre los ponentes constitucionales gracias a que el PSOE cedió una de sus plazas-, para introducir el término “nacionalidades” -propio de la tradición catalanista desde el XIX- junto al de “regiones”, tuvo que aceptar el añadido con el que comienza el artículo: La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas. O sea, ni para ti ni para mí: nacionalidades, sí, pero a la vez, unidad indisoluble, Nación española, patria común e indivisibilidad.

Para dar salida legal y razonable al problema institucional y constitucional que plantea el reto soberanista en Cataluña -que choca frontalmente con la primera parte del artículo 2- el PSOE propone volver a poner en valor esa idea de nacionalidades y redefinir el Estado de las Autonomías como Estado plurinacional o como Nación de naciones.

Plurinacionalidad que, sin ser un imposible, efectivamente es más fácil de enunciar que de concretar en una organización territorial que satisfaga a todos -a las regiones, a las nacionalidades y a la Nación Española actuales- y que mantenga la solidaridad entre todas ellas. Y tanto más difícil será realizarla cuanto mayor sea el antagonismo y menor la voluntad de consenso que haya entre los interlocutores -el Gobierno y el Govern; el Estado y la Generalitat-, como es el caso.

Por eso la propuesta del PSOE probablemente nace muerta, porque ni Rajoy ni Puigdemont, presos de sus palabras y de sus actos, ya no pueden dar marcha atrás a este disparate en el que nos han metido. El disparate es que ninguno de ellos puede prever con certeza la gravedad de las consecuencias del enfrentamiento institucional que ya parece inevitable.

* Publicado en elperiodico.com Entre Todos con el título La propuesta plurinacional del PSOE nace muerta. 05.07.2017

http://www.elperiodico.com/es/entre-todos/participacion/propuesta-plurinacional-del-psoe-nace-muerta-132579#

** Publicado un resumen en las ediciones en papel de elperiodico.com, tanto en castellano como en catalán, con el título No hay vuelta atrás (No hi ha marxa enrere).