sábado, 27 de julio de 2019

BORRÓN Y CUENTA NUEVA *


Perdidas las votaciones de investidura, volvemos a la casilla de salida: Pedro Sánchez ya no es el candidato a la presidencia del Gobierno. La propuesta del jefe del Estado decae en el momento de fracasar la investidura del candidato.

Esto supone, claro, que de nuevo el Rey podrá iniciar una nueva ronda de consultas con los partidos que tienen representación en el Congreso de los Diputados (y Diputadas) y, en su caso, proponer un nuevo candidato (que puede ser el mismo). Pero difícilmente lo hará si esta vez ningún cabeza de partido tuviera asegurada la investidura, y aún si lo hiciera, difícilmente un candidato sin garantías de éxito en la investidura aceptaría el encargo (como hizo Rajoy en su día).

Sánchez, no como candidato, sino como líder del partido más votado tendrá que negociar apoyos si quiere ser presidente del Gobierno. Y los demás partidos deberán decidir si negocian con él o si le rechazan definitivamente.

Por experiencia sabemos que la fórmula utilizada para la negociación (retrasarla más de la cuenta, pedir apoyos a cambio de nada, hablar de ministerios antes que de programa de gobierno, vetos, filtraciones interesadas, reproches continuos y, sobre todo, mutua desconfianza insalvable) no ha sido la adecuada, sea por torpeza, por soberbia, por cálculos electorales o simplemente, por inexperiencia real de negociar pactos con éxito.

Es fácil decir, pero difícil de hacer, que unos y otros olviden el proceso anterior, pero parece necesario que, si realmente nadie quiere nuevas elecciones, todos hagan, aunque sea metodológicamente, borrón y cuenta nueva.

Los electores hicimos nuestro trabajo (elegir a quién votar y votar el 28A) y el resultado ha sido el que ha sido. Con ese resultado deben trabajar los partidos para resolver quién presidirá en Gobierno, con qué apoyos y con qué programa. Que sepan o no resolver el problema es asunto suyo, no nuestro. Si no son capaces de resolverlo, volveremos a votar en noviembre, pero quién sabe a quiénes y en qué proporción.


viernes, 26 de julio de 2019

LO QUE NO HEMOS DICHO LOS ELECTORES * ** ***


Los españoles nos han dicho que nos pongamos de acuerdo. Esta frase, u otras parecidas, ha sido recurrente en el discurso político desde las elecciones del 28A visto que ningún partido en solitario puede constituir gobierno. Pero no es exactamente así. Los españoles -en rigor, los electores- no hemos dicho nada de eso. Nos hemos limitado a votar cada quien según su criterio y el resultado, ley electoral mediante, ha sido el que ha sido, pero no creo que ningún elector haya votado con la pretensión de que “su” partido no fuese mayoritario y necesitara ponerse de acuerdo con otros.

Que ese resultado de alguna manera obligue a negociar y a buscar apoyos para que un candidato a presidente sea investido por el Congreso, o que la falta de acuerdo nos lleve a la convocatoria de nuevas elecciones, es evidente, pero desde luego no es un mandato popular, sino un hecho. Como un hecho es que el Jefe del Estado, tras la ronda de consultas, propuso a Sánchez como candidato a la Presidencia del Gobierno y este aceptó el encargo. Y en esas estamos.

En las democracias representativas no son los electores, sino los elegidos, quienes deben tomar las decisiones para resolver los problemas que se presentan. Y el problema hoy es que, para que el candidato propuesto sea investido y forme gobierno su partido debe negociar y, en su caso, compartir el poder con otros, guste o no a los electores propios o ajenos. Ese es el “para qué” de la negociación.

Y de esa finalidad se derivan al menos dos problemas: con quién, o quiénes, negociar, bien por afinidades programáticas, bien por pura aritmética parlamentaria, y qué negociar, o, lo que es lo mismo, establecer los límites de lo negociable marcando qué se puede ceder y qué es irrenunciable, Y en ese trance, de nuevo los electores estamos al margen: son los partidos de los elegidos quienes toman las decisiones.

Falló el primer intento de investidura, como estaba previsto, y ha fallado el segundo intento que puede ser el último si no se logra algún acuerdo antes del 23 de septiembre. En todos los casos, los electores hemos sido y seremos espectadores pacientes, atónitos, esperanzados o avergonzados.

Solo si fracasan definitivamente las negociaciones y se convocan elecciones para el 10 de noviembre los electores volveremos a tener la capacidad de valorar la situación, pronunciarnos sobre lo que ha pasado y qué hacer con nuestro voto.

* Publicado en elperiodico.com. Entre Todos. 26.07.2019
https://www.elperiodico.com/es/entre-todos/participacion/que-nos-pongamos-acuerdo-que-hemos-dicho-los-electores-193239

** Publicado también en las ediciones en papel, en castellano y catalán, de elperiodico.com. 28.07.2019



















*** Publicado en Crónica Popular. En Candela. 28.07.2019
https://www.cronicapopular.es/2019/07/lo-que-no-hemos-dicho-los-electores/
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sábado, 13 de julio de 2019

EVITAR LA ORDINARIA EXCEPCIÓN * ** *** ****


Es excepcional lo que se aparta de lo ordinario, de la regla común. Y la regla común y lo ordinario durante 37 años ha sido un bipartidismo imperfecto en el que PSOE y PP se alternaban en el gobierno, a veces apoyados sobre todo por los nacionalismos catalán y vasco. En 2015 esa regla ordinaria se rompió: ningún partido logró ser definitivamente hegemónico y no fue posible formar gobierno. El resultado de aquello lo conocemos: excepcional convocatoria de elecciones en 2016 e investidura a duras penas de Rajoy con la abstención técnica y forzada del PSOE.

La situación actual tras las elecciones de 2019 es, si cabe, aún más compleja por la mayor fragmentación y, sobre todo, por los vetos cruzados: aquel no es no de Sánchez de alguna forma ha calado en todos los partidos. Parece que, de nuevo, gana peso la excepcionalidad de convocar elecciones, quizá en noviembre.

La Constitución prevé en su artículo 99.5 que si pasados dos meses desde la primera votación de investidura ningún candidato hubiera obtenido la confianza del Congreso, el Rey disolverá las cámaras y convocará nuevas elecciones. Así establecido, en condicional, parece que efectivamente es una medida excepcional: lo ordinario es que no ocurra la no investidura, pero si ocurre este es el procedimiento ordinario.

Algo similar a lo que ocurre con la aplicación del famoso artículo 155 CE: lo ordinario es que las Comunidades Autónomas cumplan con las obligaciones que imponen la Constitución y las leyes, pero si no ocurre tal cosa el procedimiento ordinario es el previsto en el artículo.

Fue excepcional que se convocaran nuevas elecciones en 2015, como excepcional fue la aplicación del 155CE en 2017, pero nada impide, si se dieran los condicionales previstos, que se convocaran nuevas elecciones o que se aplicara de nuevo el 155.

Parece obvio que lo que hay que evitar es que lo excepcional deje de serlo y se convierta en la norma ordinaria. O sea, evitar que se dé el condicional que pone en marcha la ordinaria excepción.

* Publicado en Crónica Popular. En Candela. 13.07.2019

** Publicado en elperiodico.com. Entre Todos. 15.07.2019
https://www.elperiodico.com/es/entre-todos/participacion/politica-espanola-evitar-ordinaria-excepcion-193054

*** Publicado en las ediciones en papel, en castellano y catalán, de elperiodico.com. 17.07.2019















**** Publicado en infoLibre. Librepensadores. 17.07.2019
https://www.infolibre.es/noticias/club_infolibre/librepensadores/2019/07/17/evitar_ordinaria_excepcion_97026_1043.html
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jueves, 4 de julio de 2019

APRENDER A PACTAR * ** ***


El acceso al Parlamento en 2015 de dos nuevos partidos de ámbito nacional, Ciudadanos y Podemos, y de un tercero en 2019, Vox, ha roto el bipartidismo imperfecto habitual desde 1978. Mal que bien, partidos y electores, sabíamos entonces cómo encajar las piezas para formar gobierno, bien por mayorías absolutas, bien buscando apoyos en los nacionalismos catalán y vasco cuando se necesitó. Hoy estamos en un nuevo escenario.

Que la fragmentación actual sea permanente está por ver, pero no cabe duda de que es algo nuevo. Tan nuevo que ni partidos ni electores tenemos experiencia de cómo manejar la situación de manera cabal. Se impone negociar, buscar apoyos, incluso gobernar en coalición, pero parece que todo son obstáculos insalvables para hacerlo: líneas rojas, vetos cruzados, ultimátums, desconfianzas mutuas y miedo, mucho miedo, a tomar decisiones que no gusten a militantes, electores, medios, opinión pública, grupos de presión…

Parece que todos nos empeñamos en entender y enjuiciar la nueva realidad política con los criterios anteriores que, a la vista de sus resultados, ya no valen. Inevitablemente partidos y electores tendremos que aprender de la propia experiencia, acertando y equivocándonos, hasta encontrar la fórmula adecuada que normalice los pactos entre partidos distintos, si acaso queremos gobiernos razonablemente estables y eficaces.

Si todo ocurre según lo que hoy por hoy proponen los partidos, no habrá investidura sino convocatoria de nuevas elecciones. Si es así, esperemos que todos hayamos tomado nota y entendamos de una vez que no es tiempo de maximalismos irrenunciables, sino de pactos para formar mayorías de gobierno y de legislatura; que todos los electos, desde Bildu a Vox o desde Esquerra a Navarra Suma, son sin distinción legítimos representantes de los ciudadanos que los han votado; que pactar con otros no es una traición ni una inmoralidad política, sino un mecanismo democráticamente lícito; que el único límite de los pactos es la legalidad vigente.


jueves, 27 de junio de 2019

POLÍTICAMENTE LEGÍTIMO * ** ***


El pluralismo político es uno de los cuatro valores superiores que propugna la Constitución, junto a la libertad, la justicia y la igualdad. Los partidos políticos —o asociaciones, coaliciones, plataformas electorales, etc.— encauzan las distintas opciones políticas que, mediante elecciones, dan acceso al poder político en cualquiera de sus niveles.

La vocación de todos los partidos políticos es acceder al poder para transformar la realidad adecuándola a lo que consideran mejor, bien gobernando, bien legislando o bien, al menos, influyendo en la toma de decisiones. No es imaginable un partido que se constituyera para no tener algún tipo de poder político o alguna influencia en la sociedad.

Y otro tanto puede decirse de los líderes que esos mismos partidos han elegido para representarlos: si están ahí es para influir directa o indirectamente en la política y hacerla en lo posible más afín a su propia ideología. Bien puede decirse que es su obligación. No es imaginable que el líder de un partido no quiera que su partido gobierne, o que no influya en el gobierno de otros aunque sea desde la oposición. Que los partidos y sus líderes ambicionen el poder político va de suyo.

Sin embargo, esa ambición es lo que se les suele reprochar. Ambición desmedida, ansia de poder, gobierno a cualquier precio, etc. son expresiones que a menudo se utilizan para manifestar ese reproche. Pero no me imagino a la ejecutiva de un partido decidiendo que solo quieren un poco de poder. Muy al contrario, aspirarán a conseguir lo más posible. Lo exigible, claro, no es que no ambicionen el poder, sino que los medios para obtenerlo sean políticamente legítimos y jurídicamente legales.

Insisto: políticamente legítimos. Las consideraciones morales, que inevitablemente son plurales, no ilegitiman políticamente lo políticamente legítimo, es decir, lo que la voluntad general ha expresado en las urnas dando representación a todos y cada uno de los electos por igual para llevar a cabo su proyecto político.

* Publicado en Crónica Popular. En Candela. 29.06.2019
https://www.cronicapopular.es/2019/06/politicamente-legitimo/

** Publicado de nuevo en Crónica Popular. En Candela. 20.07.2019
https://www.cronicapopular.es/2019/07/politicamente-legitimo-2/

*** Publicado en elperiodico.com. Entre Todos. 01.07.2019
https://www.elperiodico.com/es/entre-todos/participacion/politicamente-legitimo-ambiciar-correctamente-poder-192757
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jueves, 13 de junio de 2019

QUE LA PRISA LA TENGAN OTROS * **

Con tantos intereses cruzados y en algunos casos incompatibles entre sí, las negociaciones para la investidura de Sánchez están siendo enormemente complicadas. Tener que negociar con varios partidos heterogéneos, condicionando su voto cada uno de ellos a peticiones concretas, y, a la vez, mantener cierta coherencia con el propio programa electoral, con los votantes y con las políticas europeas parece más un galimatías que un reto.

Que los partidos necesarios para la investidura, aunque sea en segunda vuelta, pongan condiciones parece lógico, porque también ellos tienen que dar cuenta de sus actos a sus militantes y votantes. Condiciones bien de entrada en el gobierno, bien de financiación, bien de infraestructuras, o bien de vetos a otros.

Tiene razón Ábalos al decir que no descarta nada. Y cabe suponer que en ese nada entra la posibilidad de convocar nuevas elecciones, que no sería la mejor solución, pero sí una solución al posible atasco. Y tiene alguna ventaja, que ya vimos en 2015, cuando se repitieron las elecciones: el gobierno en funciones de Sánchez se mantendría activo prácticamente hasta finales de año. Sin olvidar que, en la repetición del 2016, el PP de Rajoy obtuvo mayor ventaja y la continuidad en el gobierno.

Bastaría para ello que Sánchez se presentara a las sesiones de investidura con su programa político y sin acuerdos de ningún tipo con ningún otro partido. Y que cada cual votara lo que creyese oportuno: si aceptaran su propuesta, bien; si no la aceptaran, que empiece la cuenta atrás para unas nuevas elecciones.

Por supuesto que el equipo de Sánchez debería seguir buscando soluciones cautelosamente con quienes pueden facilitar su investidura, pero, sabiendo que está en su mano una posible repetición electoral, no debería ni forzar nada ni precipitar nada. En la lección X de su ¿Qué es Filosofía? Ortega entendió bien que prisa la tiene solo el enfermo y el ambicioso. O sea, que la prisa por llevar a Sánchez a un gobierno problemático, la tengan otros.

lunes, 10 de junio de 2019

¡NO TIRÉIS, QUE SOY GENTE! * **


Tiene el ADN de nuestra cultura política un gen miope, algo corto de miras, que no nos permite entender ni aceptar que haya quienes voten a otros y no a los nuestros, cuando es evidente que los buenos son los nuestros y los otros son un desastre. Lo entendemos tan mal, que se nos llena la boca llamándoles de todo, desde ignorantes y borregos hasta sinvergüenzas o paniaguados, si acaso no algo más grueso.

¡¿Pero cómo es posible que haya quienes voten al Partido Fulano?!, se preguntarán algunos. Pues porque les parece bien. O porque les parece peor votar a otros. O porque aceptan que son como son y abominan de los otros. Pero nuestra miopía genética y revirada va susurrando en nuestros oídos políticos: si votas a unos, eres antiespañol; si a otros, corrupto; si a aquellos otros, facha; si a los de allí, comunista bolivariano; si a estos, no eres de izquierdas; si a aquellos, un represor.

Quizá la mutación empezó a producirse con la expulsión de moros y judíos por los catoliquísimos Reyes Isabel y Fernando, que nos hizo más endogámicos y más dispuestos a imponer una única forma de ser español, español, español: la del cristiano viejo que probara su pureza, según los Estatutos limpieza de sangre —¡definitivamente abolidos en 1870! Quizá por eso, andando el tiempo, sigue habiendo unos muertos enterrados en las cunetas mientras otros muertos están en el lugar de honor de una basílica.

No sé qué gafas políticas necesitaremos para corregir ese maldito gen que nos impide entender que cada quien legítimamente piensa como piensa y vota lo que quiere votar; que no hay ningún voto que valga más de uno; que no hay unos españoles que lo sean más que otros; que las mayorías —y minorías— electorales lo son porque detrás de ellas hay ciudadanos que las han votado con el mismo derecho que tienen los demás.

En Dersu Uzala, la magnífica película de Kurosava, cuando el viejo cazador nómada se acerca al campamento militar y oye cómo se montan los fusiles, grita: ¡no tiréis, que soy gente!


viernes, 7 de junio de 2019

DEMASIADOS MONSTRUOS EN EL CALEIDOSCOPIO * ** *** ****


Se acabó. Los votantes ya hemos hecho nuestro trabajo y el resultado ha sido el que es, no otro. Fuera cual fuera la realidad que hubiésemos deseado unos u otros, lo cierto es que es la que es. Y sin duda que es compleja: son pocas las candidaturas que no necesitarán apoyos de otros para conseguir el poder municipal o autonómico. Así que ahora el trabajo no es de los electores, sino de los partidos para negociar y lograr pactos de legislatura o de gobierno.

Sean los que sean los pactos que al final alcancen los partidos, sí se puede dar por seguro que no contentarán ni a todos sus militantes ni a todos sus votantes porque inevitablemente todos los partidos cederán, renunciarán, rectificarán y hasta se contradecirán en mayor o menor medida. Habrá quien lo celebre, por supuesto, pero seguro que habrá quien se lo tome como una traición. Alguien debería explicar machaconamente que, cuando no hay mayorías, la política se hace así, negociando, pactando y, por ello mismo, cediendo en parte para obtener en parte.

Hay demasiados monstruos en el caleidoscopio que han dejado las elecciones del 28A y del 26M si nos atenemos a lo que cada partido declara: la ultraderecha, el trifachito, el trío de Colón, los gobiernos Frankenstein o franconstein, la izquierda, los podemitas bolivarianos, la ultraizquierda, los comunistas, los nacionalistas, los independentistas, los herederos de ETA, los constitucionalistas y los anticonstitucionalistas… Líneas rojas entrecruzadas de unos y otros con música de fondo: “antes muerta que sensilla, que sensilla, que sensilla”. Pero en el caleidoscopio las piezas de colores son las que son y en cada giro posible el dibujo es distinto.

Y de eso se trata, de encontrar el dibujo definitivo, porque sea el más adecuado o simplemente el posible, dando tantas vueltas como sea necesario para encontrarlo. Lo que no es posible es que algunos cristales no aparezcan de un modo u otro, porque todos, sin excepción, son legítimos representantes de la voluntad general.

* Publicado en Crónica Popular. En Candela. 10.06.2019
https://www.cronicapopular.es/2019/06/demasiados-monstruos-en-el-caleidoscopio/

** Publicado en elperiodico.com. Entre Todos. 13.06.2019
https://www.elperiodico.com/es/entre-todos/participacion/post-26-m-demasiados-monstruos-caleidoscopio-192326

*** Publicado además un extracto en las ediciones en papel, en castellano y catalán, de elperiodico.com
























**** Publicado en infoLibre. Librepensadores. 15.06.2019
https://www.infolibre.es/noticias/club_infolibre/librepensadores/2019/06/13/demasiados_monstruos_caleidoscopio_95840_1043.html
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domingo, 19 de mayo de 2019

PEDRO SÁNCHEZ: PENSAMIENTO LATERAL Y COMPETITIVIDAD DEPORTIVA *


Son muchos los que creen que lo más característico de Pedro Sánchez es su ambición desmedida de poder y de conservarlo a cualquier precio. Puede ser. Para mí, lo más característico es su utilización habitual del pensamiento lateral y de la competitividad deportiva de equipo en la que se formó. De estas dos características quizá de las tres— hay ejemplos de sobra, para bien y para mal.

El pensamiento lateral —versión del lateral thinking que acuñó el politólogo maltés E. Bono en 1967— consiste en abordar los problemas desde una perspectiva no acomodaticia buscando soluciones alternativas, no previsibles, que el pensamiento lógico convencional no se plantearía. Se trata, pues, de un pensamiento creativo que, premeditadamente, busca soluciones más allá de las que habitualmente cabría esperar por disparatadas que parezcan.

El gobierno de 11 ministras y 6 ministros —¡con un astronauta!, la elección del entrenador de baloncesto Pepu Hernández para ser candidato a la alcaldía de Madrid o la de Miquel Iceta —que no es senador y que finalmente ha fracasado— para presidir el Senado quizá puedan entenderse como ocurrencias, pero más parecen propias de ese pensamiento lateral. Nadie se sorprenda de que en un gobierno próximo Iceta sea vicepresidente y asuma la Cartera de Política Territorial que deja vacante Batet.

Estudió Sánchez en el Ramiro de Maeztu, instituto de histórico prestigio, y jugó en el Estudiantes, que es casi la misma cosa: si eres del Ramiro, juegas al baloncesto y eres del Estu. Es el Estudiantes un equipo tan peculiar como su divertida hinchada, la Demencia —que, ganen o pierdan, hace salir a sus jugadores al centro de la cancha para aclamarles: ¡toreros, toreros!; un equipo modesto, que no se arruga, que compite jugando y que, de tanto en tanto, puede ganar inesperadamente al más pintado.

Sánchez perdió la Secretaría General y renunció a su acta de diputado. Se presentó a las primarias cuando nadie lo esperaba y cuando nadie lo esperaba, ganó las primarias y la Secretaría General. Y el Gobierno, tras la moción de censura. Y las Elecciones Generales el 28A.


jueves, 16 de mayo de 2019

EL EMPLEO BASURA SEGÚN LA CANDIDATA DÍAZ AYUSO * ** ***


Yo prefiero que haya empleo a que no haya empleo, luego a mí cuando empiezan a hablar de empleo basura me parece ofensivo para la persona que a lo mejor está deseando ese empleo basura, que lo necesitaba, y que le está dando oportunidades para corregir problemas que tenía. Eso dijo literalmente Isabel Díaz Ayuso, que encabeza la candidatura del PP para la Comunidad de Madrid, en la entrevista que le hizo Constantino Mediavilla en el programa Terraza de Gran Vía

Da vergüenza tener que explicar a Díaz Ayuso, que quiere ser presidenta de la Comunidad de Madrid —que es mi Comunidad— que nadie quiere un empleo basura; que lo que cualquier trabajador quiere es un empleo digno, con un sueldo digno y unas condiciones de trabajo dignas; que si alguien acepta ese tipo de empleos no es porque lo esté deseando, sino porque no hay otra cosa; que la basura no es el empleo, sino las condiciones más que precarias y abusivas de esos empleos que ofrecen empleadores/explotadores; que lo ofensivo no es que se llame empleos basura a esos empleos precarios, sino que los haya para provecho de los empleadores basura.

Da aún más vergüenza si lo que dice Díaz Ayuso es lo que piensa de verdad porque, si para desgracia de Madrid llegara a ser su presidenta, ya sabemos cómo ve a los trabajadores explotados en eso que la economía liberal se empeña en llamar mercado laboral: como mercancía de saldo, objetos de usar y tirar a disposición de quienes no tienen ningún escrúpulo para explotar a los trabajadores aprovechando el saldo y viviendo de la pobreza de otros.

Claro que hay empleos basura y claro que hay que hablar de ellos porque son genuina expresión —una de tantas, sin duda— de la voracidad y la codicia del neoliberalismo, que normaliza sin rubor la explotación laboral.

Díaz Ayuso se sentará en su escaño de la Asamblea de Madrid, participará en debates legislativos, votará según su criterio. Pero no es esperable que vote para eliminar la explotación del precariado, la nueva clase social que premeditadamente ha producido el fundamentalismo neoliberal.


martes, 7 de mayo de 2019

EL GOBIERNO DE MADRID ES EL AUTONÓMICO * ** ***

Sala de Gobierno. Real Casa de Correos. Madrid.
Los poderes del Estado tienen sus sedes generales en Madrid y sin duda, además de la influencia en la vida política de Madrid, hacen de Madrid una plaza electoralmente simbólica y relevante. Pero por mucho que los quieran identificar con Madrid, esos poderes del Estado no son Madrid. Como todas las Comunidades Autónomas, Madrid tiene su propio Gobierno y su propio Parlamento —La Asamblea—. El Gobierno de Madrid es el autonómico, no el del Estado.

Esto es sabido, pero quizá convenga recordarlo porque las elecciones del próximo día 26 no son generales, sino autonómicas —y además, municipales y europeas— y sería un error creer que los resultados del 28A se repetirán sin más en estas elecciones; que el PSOE las tiene ganadas de antemano; que las tres derechas no puedan repetir en Madrid la fórmula andaluza más aún con el concurso de candidaturas de izquierda divididas.

Del Gobierno y la Asamblea de Madrid dependen, entre otros asuntos, la sanidad, la educación, las políticas del suelo y de vivienda, el tratamiento de la dependencia y de la violencia de género, parte sustancial de los transportes, una parte no menor de los impuestos, etc. Asuntos, todos ellos, que afectan directamente a la vida cotidiana y el bienestar de los ciudadanos.

Desde 1995 el PP ha gobernado en Madrid ininterrumpidamente: en dos legislaturas, de 1995 a 2003, presidido por Alberto Ruiz Gallardón; en tres —tras el escándalo nunca resuelto del “tamayazo”— por Esperanza Aguirre, de 2003 a 2012; una por Ignacio González, de 2012 a 2015, que en 2017 ingresó en prisión por su implicación en el “caso Lezo”; y una por Cristina Cifuentes con el apoyo activo de C´s, de 2015 a 2018, hasta que tuvo que dimitir por los escándalos —el del dudoso máster y el del vídeo de las cremas distraídas—, relevándola Ángel Garrido, en 2018, que igualmente dimitió para presentarse a las elecciones europeas por el PP para, poco después, fugarse a C´s para presentarse a las autonómicas, al que relevó Pedro Rollán, en abril de 2019, que actualmente está en funciones. Veinticuatro años seguidos gobernando el PP. Al menos 16 envuelto en asuntos más que turbios. Los últimos cuatro años, sostenido por los 17 diputados de C´s liderados por el actual candidato, Ignacio Aguado.

Que Vox, hijo putativo del PP aznarista, pueda condicionar activa o pasivamente a un gobierno de PP y C´s —o de C´s y PP, que tanto da—, radicalizando aún más las políticas neoliberales y ultraconservadoras que han aplicado durante todos estos años en Madrid, es un escenario que podemos evitar los madrileños mandando con nuestros votos a la oposición a las tres derechas.


lunes, 29 de abril de 2019

EL "ÉXITO" DE LAS TRES DERECHAS * ** ***

Los resultados reales del 28A
La irrupción de Vox ha tenido, al menos, tres efectos relevantes: uno, que fragmentando el voto de la derecha ha medio desmantelado al PP al dar cobertura a los nostálgicos del franquismo que siempre han sido parte de su ADN y que ahora han aflorado; otro, que tanto ha contaminado las estrategias de PP y de C´s que, radicalizando sus discursos, se han comportado como sus socios naturales; y el tercero, que ha puesto en alerta y movilizado a una mayoría de españoles espantados ante la posibilidad de que esa ultraderecha franquista, fascistoide y ultranacionalista formara parte explícita o implícita de un gobierno de derechas.

El manifiesto leído en la concentración en la Plaza de Colón el 10 de febrero pasado en la que se reunieron los tres partidos de la derecha, terminaba exigiendo al presidente del gobierno la convocatoria inmediata de elecciones generales para que todos los españoles puedan decidir su futuro. El cuatro de marzo efectivamente se convocaron y este 28 de abril efectivamente los españoles hemos decidido nuestro futuro mandando a la oposición, por separado o juntitos, a esos mismos tres partidos.

Seguramente ha sido así porque los españoles —o sea, todos los electores que hemos ejercido nuestros derechos, no solo los de la plaza— no compartimos, como ellos creían, ni su diagnóstico apocalíptico ni su discurso ultranacionalista. Ese discurso del nacionalismo españolista que, al contrario, no ha hecho sino excitar aún más a los nacionalismos periféricos: tanto el nacionalismo catalán como el vasco han ganado escaños, los primeros pasando de 17 a los 22 actuales; los segundos, de 7 a 10. En Cataluña el trío de Colón se ha quedado en siete diputados —cinco C´s, uno PP, que pierde cinco, y uno Vox; en el País Vasco, dos tenía el PP y hoy no tienen nada. Un éxito, sin duda, de las tres derechas.

Queda aún por ver el efecto que estos resultados tendrán en las municipales, autonómicas y europeas del 26 de mayo. Y queda aún saber qué gobierno se constituirá y con qué apoyos. Lo que ya sabemos es que los españoles hemos rechazado el discurso agresivo y la impertinencia de los tres abanderados.


lunes, 22 de abril de 2019

MI JORNADA DE REFLEXIÓN * **

Una de tantas estimaciones para las Generales del 28A
Como reflexivamente decidí mi voto para las Elecciones Generales de este 28A al conocer el resultado de los resultados de las autonómicas andaluzas —la alianza pública y privada de PP, C´s y Vox— y no formo parte de ese supuesto 40% de indecisos que han venido detectando las encuestas, mi jornada de reflexión no la dedicaré a decidir mi voto, sino a otra cosa.

En realidad, no creo que nadie esté completamente de acuerdo con ningún partido político —de programas, ni hablo—, sino que la mayoría de los votos se deciden por preferencias, positivas y negativas, o por afinidades generales más que por la adhesión inquebrantable de la fe del carbonero, aunque alguno habrá: “prefiero que gobiernen tales o cuales”; o “prefiero que ni gobiernen ni sean decisivos para gobernar zutanos, menganos ni fulanos”.

Me guste o no el resultado final de las elecciones y sea cual sea, ese será la legítima expresión de la voluntad general, como expresión de esa misma voluntad serán los pactos posteriores entre partidos: en las democracias representativas no se elige a los representantes para que hagan lo que querríamos que hicieran en cada caso, sino para que hagan —o intenten hacer— lo más que proponen en sus programas, con o sin alianzas.

Me preocupa, sin embargo, que como ha ocurrido otras veces, básicamente cuando el PP ha perdido el gobierno, se cuestionen o deslegitimicen los resultados porque no coincidan con las aspiraciones de la opción propia. Más me preocupa de los más hiperventilados, esos que esperan resultados espectaculares, si no se realizan sus deseos.

Si PP y C´s quedan en la oposición ya sabemos lo que nos espera: más ruido, más crispación, más anuncios apocalípticos de desastres, más deslegitimación. Que Vox —el partido más hiperventilado de los muy hiperventilados— no haya participado en los debates no ha sido bueno, porque su candidato se ha librado de una pregunta clave: ¿aceptarán democráticamente los resultados o se echarán al monte?

Ya tengo preparados mis dos sobres. Cruzaré los dedos.


viernes, 12 de abril de 2019

NO ES CASUAL, SINO CAUSAL * ** ***


Para el día 23 estaba previsto un debate electoral en una televisión privada con los cinco líderes de PSOE, PP, UP, C´s y Vox, pero por decisión de la Junta Electoral parece que al final Vox será excluido. Iban a debatir Pedro, Pablo, otro Pablo, Albert(o) y Santiago, candidatos todos ellos a la presidencia del gobierno. Podía haber dicho que el debate será entre Sánchez, Casado, Iglesias, Rivera y Abascal, que parece que es lo mismo, pero no lo es.

Sin duda todos ellos están por sus propios méritos donde están, pero es llamativo que esos méritos no los tengan las Petras, Paulas, Paolas, Albertas o Santiagas que militan en sus respectivos partidos. Ni una sola. Parece que se hayan tomado al pie de la letra el tergiversado gag de Groucho —detrás de un gran hombre hay una gran mujer—y reservan para ellas, en el mejor de los casos, la segunda posición, detrás del cabeza de familia —del partido, quiero decir.

Cierto que algunas mujeres ocupan los primeros puestos en algunas listas de provincias —así, en cursiva— y que la mayoría de las listas están en cremallera o casi, pero las listas fetén, las que encabezan quienes aspiran a presidir el gobierno se abren en masculino —salvo en tres pequeños partidos (PACMA, PH y Recortes Cero), aspirantes a conseguir algún escaño, pero no más.

Recordemos: han sido Presidentes de Gobierno un Adolfo, un Leopoldo, un Felipe, un José María, un José Luis, un Mariano y un Pedro. Una Teresa, una Soraya y una Carmen han sido vicepresidentas, y una Elena vicepresidenta segunda. El próximo gobierno está aún por ver, pero todo apunta a que su nombre termine en o. 

Todo esto no es casual, sino causal; no es resultado del azar, sino de la ancestral forma patriarcal y androcéntrica de entender el poder y las estructuras que lo sostienen.

miércoles, 10 de abril de 2019

DUEÑOS DE NUESTRA PROPIA BUENA MUERTE * **

Todos los seres vivos mueren, pero, que sepamos, solo los humanos somos conscientes de nuestra mortalidad: sabemos que, tarde o temprano, moriremos; que nuestra vida será corta o larga, feliz o infeliz, pero que inevitablemente terminará; que habrá un año en que nuestro calendario particular tendrá menos días. Es una certeza.

Si la muerte de quienes amamos nos produce un profundo dolor que inevitablemente reclama duelo, en buena medida depende de nosotros mismos cómo enfrentarnos a nuestra propia muerte para que sea buena: si con resignación o con valentía; si con temor o con serenidad; si con la esperanza de eternidad o con aceptación de la finitud. En eso consiste la eu-tanasia, la buena muerte.

Para los que tenemos una vida razonablemente grata que trascurre con los altibajos de la normalidad esperada, porque ningún sufrimiento insoportable propio o ajeno nos devora, es fácil decir sí a la vida. Pero ni siempre ni en todos los casos es así. A veces el sufrimiento puede ser tan insoportable para alguien que le borre cualquier deseo de vivir y la muerte se le presente como una liberación, como un decir sí al descanso en paz. Cuando el dolor insoportable desespera, quizá la única esperanza sea la muerte pronta.

Las enfermedades graves actualmente incurables son despiadadas con quienes las sufren y con quienes los acompañan, pero algunas son especialmente crueles cuando el dolor intenso no cesa y la invalidez paraliza el cuerpo, pero no precipitan la muerte prolongando un sufrimiento inútil.

Conmueve y asusta imaginarse en el lugar de Ángel, que ha sido las manos que su mujer, María José, no podía mover para quitarse la vida; que ha puesto su voluntad al servicio de la voluntad de ella; que en un paradójico acto de amor ha aceptado el dolor de perder a quien ama para terminar con su sufrimiento. Soy incapaz de ponerme en su lugar sin quebrarme.

Nadie es dueño de su nacimiento, nos nacieron, pero todos deberíamos poder ser dueños conscientes de muestra propia buena muerte.

lunes, 1 de abril de 2019

AL-FAN-HUÍ, AL-FAN-HUÍ * ** ***


En los primeros años setenta, nuestra profesora de Lengua y Literatura en el Ramiro de Maeztu —una interina joven que se llamaba Socorro, no recuerdo su apellido— un día a la semana dedicaba los últimos minutos de su clase a leernos en voz alta fragmentos de obras que ella misma escogía. Para muchos de sus alumnos fue todo un descubrimiento, un paso decisivo para convertirnos definitivamente en lectores. Nunca estaré suficientemente agradecido a aquella profesora por ello.

No sé para los demás compañeros clase, pero para mí la conversión se produjo tras la lectura de un largo fragmento del Alfanhuí de Ferlosio —que rápidamente pedí que me compraran y leí de un tirón en la edición de Destino de 1967—. Si no recuerdo mal, ese fue el primer libro de mi biblioteca, la mía, minúscula en comparación con la de casa.

Que recuerde, Socorro, nuestra profesora, nos leyó fragmentos de Niebla, de San Manuel Bueno, de El árbol de la ciencia, de Las confesiones de un pequeño filósofo, de Campos de Castilla, de Yerma, de La colmena… pero nada me impactó tanto como ese gallo de veleta de un solo ojo que se ve por los dos lados de su Alfanhuí, quién sabe por qué.

Durante años me he cruzado con Ferlosio por mi barrio, frecuentemente comiendo los sábados en un restaurante popular de la Prospe, a veces en alguna terraza cercana. Siempre quise acercarme a él para saludarle y darle las gracias por ese Alfanhuí que me fascinó, por su Jarama que él repudiaba y que a mí me enseñó a leer pacientemente, pero nunca lo hice para no importunarle. Me alegra no haberle molestado, pero me entristece no haber sido capaz de acercarme y darle las gracias. Y ahora se nos ha muerto.

Esas gracias que no me atreví a dárselas en persona quiero dárselas aquí, públicamente, recordando a los alcaravanes de ojos amarillos gritando al-fan-huí, al-fan-huí, al-fan-huí...



* Publicado en Crónica Popular. En Candela. 01.04.2019
https://www.cronicapopular.es/2019/04/al-fan-hui-al-fan-hui/

Publicado en elperiodico.com. Entre Todos, con el título "Me entristece no poder darle ya las gracias a Ferlosio por su `Alfanhuí´, que me fascinó". 03.04.2019
https://www.elperiodico.com/es/entre-todos/participacion/entristece-darle-las-gracias-ferlosio-por-alfanhui-que-fascino-190689

*** Publicado en las ediciones en papel, en castellano y catalán, de elperiodico,com. 09.04.2019
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domingo, 31 de marzo de 2019

TRAS EL 28A HABRÁ QUE NEGOCIAR * **


A poco menos de un mes de las elecciones del 28A no creo que ningún partido ni siquiera sueñe con obtener en solitario la mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados —y Diputadas— para investir sin problema como Presidente del Gobierno a su candidato. Por mucho que las encuestas y los sondeos fallen, no fallan tanto como para soñarlo.

Y en todos esos sondeos, hoy por hoy, dan por bueno que el PSOE ganará las elecciones, favorecido por la fragmentación de la derecha —Ciudadanos, Partido Popular y Vox, su hijo putativo— y la significativa bajada de Unidas Podemos. Aún así, tras la experiencia de Andalucía, no deberían los de Sánchez echar las campanas al vuelo ni dar por ganadas las elecciones de antemano.

Sin mayoría absoluta, el objetivo de todos será sumar los apoyos necesarios para tener al menos una mayoría suficiente en segunda vuelta y formar gobierno. Y parece que es ahí donde va a haber más problemas: quién pacta con quién o con quiénes.

La pérdida de escaños de Unidas Podemos que prevén las encuestas, si bien parece que favorece al PSOE, sin embargo pone difícil alcanzar la mayoría de izquierda necesaria para gobernar: nada se gana en el conjunto si lo que pierden unos es lo que ganan los otros. Y otro tanto pasaría con las tres derechas si el PP perdiera lo que Ciudadanos y Vox ganasen. Además, la posibilidad de pacto entre PSOE y C´s ya se encargó Rivera de bloquearla —salvo nuevo cambio de criterio.

Si todo ocurriera así el 28A, de nuevo los partidos nacionalistas —como en 1993 en la investidura de González, en el 96 en la de Aznar, en 2008 en la de Zapatero y en 2018 en la de Sánchez— tendrían la llave de la investidura y con algún o algunos de ellos habrá que negociar. Y no parece que ni PP, ni C´s ni Vox estén en condiciones ni siquiera de intentarlo, ni que los partidos nacionalistas los aceptaran.

Si dieran los números y fuera factible, quizá la suma de PSOE, UP y el PNV de Urkullu —que intermedió bien en el problema catalán— pudiera ser la solución.

* Publicado en elperiodico.com. Entre Todos, con el título "Radiografía de los posibles pactos tras las elecciones del 28A". 02.04.2019
https://www.elperiodico.com/es/entre-todos/participacion/radiografia-los-posibles-pactos-tras-las-elecciones-del-28-a-190680

** Publicado en Crónica Popular. En Candela. 06.04.2019
https://www.cronicapopular.es/2019/04/tras-el-28a-habra-que-negociar/
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martes, 19 de marzo de 2019

EL JUICIO EN EL SUPREMO COMO EDUCACIÓN CÍVICA * ** *** ****


Las ideas y los objetivos del secesionismo catalán son claramente políticos y, por ello miso, están protegidos por la libertad ideológica y el pluralismo político que fundamentan la Constitución. Cosa distinta son las acciones. Las ideas políticas no infringen la ley, pero los actos concretos para realizarlas sí pueden ser legales o ilegales, y sus autores, responsables.

Para resolver el problema político no se ha podido o sabido encontrar la vía adecuada y ahí sigue, empantanado, afectando a la propia estabilidad del Estado y contaminando la vida política general. Tanto, que parece que ya no se distingue entre la ideología secesionista y los actos de los secesionistas.

La presunta ilegalidad de algunos de esos actos ha llevado a detenciones, a cárcel preventiva —por las graves acusaciones de la fiscalía, de la abogacía del Estado y de la acusación particular— y, finalmente, a juicio público en el Tribunal Supremo a doce de los encausados.

El juicio terminará como termine, resolviendo la legalidad o ilegalidad de los actos y sentenciando lo que corresponda. Pero no resolverá el problema político, si acaso no lo agrava excitando aún más a los más airados secesionistas o a los españolistas más exaltados.

Con buen criterio el juicio se está retransmitiendo en tiempo real y quien quiera puede verlo tanto en televisión como en prensa digital o en internet. Acostumbrados por las películas a la teatralidad del sistema judicial estadounidense, se están pudiendo ver en este la realidad, la seriedad y el rigor del procedimiento, y las habilidades de quienes intervienen en él: acusados, testigos, abogados del Estado, de la acusación particular y defensores de los acusados, fiscales y los siete magistrados que integran el tribunal. Si como espectáculo televisivo no es particularmente atractivo, como educación cívica es espectacular. Y ni las instituciones, ni los partidos ni los medios están aprovechando para deslindar lo estrictamente ideológico de los actos presuntamente delictivos.

* Publicado en elperiodico.com. Entre Todos, con el título "La función de educación cívica del juicio del ´procés`". 22.03.2019.
https://www.elperiodico.com/es/entre-todos/participacion/la-funcion-de-educacion-civica-del-juicio-del-proces-190185

** Publicado además en las ediciones en papel, en castellano y catalán de elPeriódico 23.03.2019




















*** Publicado en Crónica Popular. En Candela. 23.03.2019
https://www.cronicapopular.es/2019/03/jesus-pichel-el-juicio-en-el-supremo-como-educacion-civica/

**** Publicado en infoLibre. Librepensadores. 06.04.2019
https://www.infolibre.es/noticias/club_infolibre/librepensadores/2019/04/06/el_juicio_supremo_como_educacion_civica_93595_1043.html
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