En
su autobiografía, Decision
Points,
George W. Bush, cuadragésimo tercer Presidente de los Estados
Unidos, se describe a sí mismo como un
hombre sencillo y honesto;
como alguien que tomó la decisión de dejar el alcohol en 1986; como
un piadoso lector de la Biblia, amante de su familia. Cuenta,
además, que sintió
náuseas
cuando se verificó que en Irak no había armas de destrucción
masiva, y justifica la autorización para torturar a los prisioneros
en Guantánamo durante los interrogatorios utilizando el
waterboarding
(el ahogamiento, la asfixia con agua), una técnica
mejorada de interrogatorio,
como la definió.
Aunque
Aristóteles ya nos avisó en su Política
de que el humano, apartado de la ley y de la justicia es el peor de
los animales, inquieta pensar que un tipo aparentemente normal, que
ama a su familia, que acaricia a sus perros, que se disculpa si
tropieza con alguien apruebe sin vacilar la tortura de un ser humano.
Y que otro tipo aparentemente igual de normal y afable efectivamente
torture cruelmente, animalizando al torturado y deshumanizándose a
sí mismo.
El
zafio Donald Trump, cuadragésimo quinto Presidente de los Estados
Unidos, ya ha avisado que recuperará esa misma técnica de tortura.
El millonario hijo consentido de millonario que en primaria pegó a
su profesor de música y en secundaria le puso un ojo morado a otro
profesor, de sí mismo dice que cree en el ojo
por ojo y diente por diente,
en devolver con creces el daño recibido y en desconfiar siempre de
todo el mundo. En su Think
Big
escribió: El
mundo es un lugar cruel y brutal. Incluso tus amigos están tratando
de hacerte daño: quieren tu trabajo, quieren tu casa, quieren tu
dinero, quieren a tu esposa, incluso quieren a tu perro.
Este tipo quiere dar miedo y parece
que no tiene escrúpulos al descargar su ira y su resentimiento.
Probablemente ni lo sabe ni lo entendería si lo supiese, pero
precisamente esa es su debilidad. Por eso Putin, Xi Ping y los
ideólogos del Estado islámico están encantados.
* Publicado en elperiodico.com. Entre Todos, con el titulo Trump: el presidente del ojo por ojo, diente por diente 27.01.2017
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