martes, 28 de febrero de 2017

REÚNANSE HASTA DESGASTAR LAS SILLAS *


El problema político más importante y más grave que actualmente tenemos en España es el proceso secesionista en el que están empeñados una parte de la ciudadanía de Cataluña y de sus instituciones. Remover las bases de un Estado, poner en cuestión su propio ser, es sin duda el mayor problema al que pueda enfrentarse un Estado porque pone en peligro su propia existencia y la existencia de todo lo que se sustenta en él.

Por anacrónico que pueda ser en estos tiempos en los que la soberanía y la independencia de los Estados son borrosas, es perfectamente legítima la aspiración nacionalista a crear su propio Estado. Tan legítima como legítimo es que el Estado ponga todos los medios para impedirlo mientras sea ilegal no la aspiración secesionista, sino el hecho mismo de la secesión.

La torpeza política, los desplantes, las maniobras oscuras y tramposas de unos y otros han ido enconando el problema y alimentando emociones exaltadas en los ciudadanos de las dos orillas. Y ese es el peligro: que cualquier desalmado de uno u otro lados decida dar el paso que pudra el problema hasta hacerlo políticamente irresoluble.

Reúnanse Gobierno y Govern hasta desgastar las sillas, reúnanse en discreto, en secreto o a plena luz, pero reúnanse y pongan sobre la mesa soluciones y no retos. Reúnanse en Madrid, en Barcelona o en el infierno, pero reúnanse y busquen soluciones más allá de desplantes y de amenazas, más allá de banderas y de juzgados. Reúnanse porque el bienestar de todos puede estar en peligro.

Rajoy como Presidente del Poder Ejecutivo de España y Puigdemont como President del Poder Ejecutivo de la Generalitat de Catalunya tienen la responsabilidad histórica y el deber político y moral de no llevarnos al disparadero

domingo, 19 de febrero de 2017

LAS DOS VIEJAS ESTRATEGIAS DE LA NUEVA POLÍTICA * **


En 1979 Felipe González entendió que para ganar las elecciones era necesario ensanchar la base electoral y que para ello el PSOE debía renunciar al marxismo de sus orígenes y aproximarse a los modelos socialdemócratas reformistas que habían triunfado en Europa. Y le funcionó: en octubre del 82 el PSOE ganó las elecciones y gobernó ininterrumpidamente durante casi catorce años.

Diez años más tarde, en 1989, José María Aznar, como líder del Partido Popular, se convirtió en Jefe de la Oposición. Comenzó entonces su estrategia de crispación para desgastar al gobierno, bien resumida en aquel váyase sr. González de 1994 que caló en el imaginario de los electores. Y le funcionó: en marzo de 1996 ganó las elecciones y gobernó durante dos legislaturas, la segunda con la mayoría absoluta de la derecha sin complejos.

En Vistalegre II, certificando el fin de lo que pretenciosamente llamaron con indudable éxito mediático nueva política, se han enfrentado dos estrategias: la de Errejón y los suyos reivindicando la transversalidad para captar los votos de un electorado moderado, menos identificado con la izquierda tradicional, ensanchando así su nicho electoral; y la de Iglesias y los suyos defendiendo una oposición dura en las instituciones y en la calle, que se enfrente al sistema con rotundidad, bien resumida en ese que se vayan acostumbrando con que se despachó hace unos días después de una trifulca en el Congreso de los Diputados.

Mientras el PSOE sigue buscándose a sí mismo (y no acaba de encontrarse), en Vistalegre II parece que ya se han encontrado al imponerse las tesis de Iglesias Turrión, así que ya sabemos qué método se ha elegido en Unidos Podemos para ganar las próximas elecciones (ese metafórico asalto a los cielos): el ruido.

Ni Errejón es González, ni Iglesias es Aznar, ni aquellos tiempos son estos que vivimos, pero las estrategias, al menos en su estructura, son exactamente las mismas y tan viejas como aquellas. Veremos si funcionan. 

lunes, 13 de febrero de 2017

¿ESTAMOS DISPUESTOS A LLEGAR AL DISPARATE? * **

La ajustada mayoría del Parlament y una buena parte de los ciudadanos de Cataluña están empeñados en fundar la República Catalana, un nuevo Estado independiente y soberano, tras el referéndum que insisten en celebrar en septiembre de este 2017 como muy tarde.
El Estado Español, entendiendo que el territorio y las Instituciones de Cataluña son parte de sí mismo y amparándose en la Constitución y las leyes vigentes, está empeñado tanto en impedir el referéndum como, sobre todo, en impedir la segregación de Cataluña y, por tanto, en impedir su independencia.
Los argumentos de unos y otros circulan en planos distintos de realidad: apelando ambos al respeto al Parlamento, a las leyes, a la voluntad del pueblo, a la democracia (los unos refiriéndose a los españoles; a los catalanes los otros) es imposible el acuerdo porque aunque utilizan las mismas palabras sus significados son radicalmente distintos y excluyentes. Unos piden diálogo, los otros negociación. Diálogo imposible mientras las líneas rojas marcadas sean precisamente el objeto de lo que quieren negociar. Negociación imposible mientras los negociadores quieran hacerlo en una igualdad que ni el Gobierno ni el Estado pueden aceptar.
El Estado (cualquier Estado) se define como la Institución que ostenta el monopolio del uso legítimo de la fuerza. La fuerza de hacer leyes y de hacer cumplirlas; la fuerza que garantiza su soberanía, esto es, su reconocimiento como máxima autoridad. Y si es así, parece que nos encaminamos irremediablemente a un choque de autoridades.
El Govern, el Parlament y los ciudadanos de Catalunya, lo mismo que el Gobierno, el Parlamento y los ciudadanos de España deberíamos plantearnos seriamente hasta dónde estamos dispuestos a llegar en este conflicto; si estamos dispuestos a llegar hasta el disparate. 

* Publicado en infoLibre. Librepensadores. Con el título ¿Hasta dónde estamos dispuestos a llegar? 14.02.2017
http://www.infolibre.es/noticias/club_infolibre/librepensadores/2017/02/14/has_donde_estamos_dispuestos_llegar_61087_1043.html

** Publicado en elperiodico.com Entre Todos con el título Cataluña-España: los mismos argumentos para objetivos diferentes. 14.02.2017
http://www.elperiodico.com/es/entre-todos/participacion/estamos-dispuestos-llegar-disparate-117599 

martes, 7 de febrero de 2017

EXTREMA DERECHA EN EUROPA. DATOS POR PAÍSES. *


Como complemento a la entrada de ayer, un recuento de la presencia de la extrema derecha en Europa:
 

* En Alemania, la Alternativa para Alemania (AfD -Alternative für Deutschland-), partido xenófobo, islamófobo, ultranacionalista, en 2014 consiguió obtener 7 eurodiputados y desde entonces cuenta con presencia significativa (entre el 6 y el 24% de los votos) en los parlamentos de diez de los dieciséis Estados (14 diputados en Sajonia, 11 en Tutingia, 11 en Brandeburgo, 8 en Hamburgo, 4 en Bremen, 23 en Baden-Wurtenger, 14 en Renania-Palatinado, 25 en Sajonia-Anhalt, 18 en Mecklenburgo-Pomerania Occidental y 25 en Berlín). Actualmente. A nivel federal, parece que cuenta con una intención de voto algo por encima del 10%.

El Partido Nacionaldemócrata de Alemania (NPD -Nationaldemokratische Partei Deutschlands-), explícitamente nazi, obtuvo un eurodiputado en las elecciones de 2014. En enero de 2017 el Tribunal Constitucional ha rechazado ilegalizarlo.

* En Austria, el Partido de la Libertad (FPÖ -Freiheitliche Partei Österreichs-), igualmente xenófobo y ultranacionalista, que ha estado a punto de ganar las presidenciales de hace apenas unas semanas, tiene representación significativa (entre el 8 y el 30%) en los parlamentos de los nueve Estados, 4 diputados en el Parlamento Europeo y a nivel federal cuenta con 40 diputados y una intención de voto superior al 30%.

* En Bélgica, el partido Interés Flamenco (VB -Vlaams Belang-), explícitamente racista, xenófobo, homófobo y ultranacionalista e independentista, va perdiendo fuerza pero aún mantiene algo de presencia en el Parlamento Europeo, en el Federal, en el Senado y en los parlamentos regionales. En 2004 llegó a tener el 34% de los votos en el Parlamento de Bruselas.

* En Bosnia y Herzegovina, el Partido Croata de los Derechos de Bosnia y Herzegovina (HSP-BiH -Hrvatska stranka prava Bosne i Hercegovine-), formando parte de la Coalición Croata, obtuvo en 2010 casi un 5% de los votos y 2 diputados. En las elecciones de 2014, tras algunas escisiones en el partido, quedaron fuera del parlamento.

* En Bulgaria, la unión de partidos Ataka (Nacionalen Sǎjuz Ataka), antisemita, xenóbofo, ultranacionalista, llegó a tener representación parlamentaria con casi un 12% de los votos en 2009, si bien ahora no pasa de un testimonial 3%.

* En Chipre, el Frente Nacional Popular, (ELAM -Εθνικό Λαϊκό Μέτωπο-), partido abiertamente neonazi (similar al Amanecer Dorado griego) con casi un 4% de los votos ha conseguido 2 diputados en un Parlamento de 56 miembros.

* En Croacia, el Partido Croata de los Derechos (HSP -Hrvatska Stranka prava-), racista, ultranacionalista, heredero del movimiento filonazi Ustachá, igualmente va perdiendo apoyos y en la actualidad no tiene representación en las instituciones, aunque llegó a tener hasta 8 diputados en 2003.

* En Dinamarca, el Partido Popular Danés (DF -Dansk Folkeparti-), islamófobo, contrario a recibir migrantes, nacionalista radical, euroescéptico, ha ido aumentando su presencia en el Parlamento desde un 7% en 1998 al 21% en las elecciones de 2015, pasando en ese tiempo de 13 a 37 diputados. Cuenta, además, con 4 eurodiputados (que recibieron un 26,6% de los votos).

* En Eslovaquia, el Partido Popular Nuestra Eslovaquia (LSNS -Ľudová strana / Naše Slovensko-), filonazi y xenófobo (anti gitanos y anti refugiados) este mismo año 2016 ha conseguido entrar en el Parlamento con un 8% de los votos y 14 diputados.

* En Finlandia, el Partido de los Verdaderos Finlandeses (Perussuomalaiset), ultranacionalista, ruralista, xenófobo, homófobo, contrario a la UE. Ha pasado de un 4% de los votos y 5 diputados en 2007, a ser la segunda fuerza en el Parlamento al obtener 38 diputados y más de un 17% de los votos en 2015. Su líder, además, es el actual ministro de Exteriores y de Europa del actual gobierno de coalición.

* En Francia, el Frente Nacional (FN -Front national- de Marine Le Pen, la extrema derecha tradicional francesa, nacionalista, proteccionista, anti globalización, anti islamización, anti refugiados, euro escépticos. Desde 2012 su ascenso es evidente: en las Presidenciales de ese año Marine Le Pen obtuvo en primera vuelta casi un 18% de los votos; en las elecciones europeas de 2014 fue la primera fuerza con casi un 25% de los votos y 24 eurodiputados; en las elecciones a los Consejos Regionales de 2015 alcanzaron un 27% de los votos y 358 representantes. Las altas expectativas de voto del FN para las próximas Elecciones a la Presidencia han provocado la derechización del discurso de los Republicanos (la antigua UMP) liderados por Fillon, en un intento de frenar el ascenso del partido de ultraderecha.

* En Grecia, Amanecer Dorado (Χρυσή Αυγή) es un partido abiertamente neonazi, antisemita, ultranacionalista, xenófobo, racista (supremacista), homófobo, practica un acitivismo violento en la calle. Desde 2012 se mueve en torno al 7% de los votos y 18 diputados en el Parlamento. En las europeas de 2014 obtuvo algo más del 9% y 3 eurodiputados.

* En Hungría el Movimiento por una Hungría Mejor (Jobbik Magyarországért Mozgalom) filofascista, untranacionalista, antisemita, anti gitano, homófobo, euroescéptico, desde 2009 tiene 3 eurodiputados y algo más de un 14% de los votos, pero en las elecciones de 2014 a la Asamblea Nacional alcanzó un 20% obteniendo 23 de los 199 escaños. Hasta que fue prohibida en 2009 se complementaba el Movimiento con una organización paramilitar uniformada de clara estética nazi.

* En Italia la Liga Norte (LN -Lega Nord per l'Indipendenza della Padania-), partido nacionalista, independentista, anti inmmigración, euroescéptico, cuenta actualmente con 18 diputados, 15 senadores, 5 eurodiputados y es la primera fuerza política en el Véneto (con casi un 41% de los votos y 24 de los 51 representantes), la segunda en Lombardía (con algo más de 23% y 28 de los 80 representantes) y la tercera en cuatro regiones más. En el gobierno de Berlusconi de 1994 llegó a tenr cinco ministros. De los tres partidos de ultraderecha italianos (Casa Pound -simimlar al Hogar Social español- y Forza Nuova) es el único que tiene influencia real, aunque sí parece que salvo en algunas regiones, desde aquel 1994 va perdiendo apoyos a nivel nacional.

* En Letonia, la Alianza Nacional (Nacionālā apvienība) es la unión de dos partidos de ultraderecha, el LNNK (Por la patria y laLibertad) y el TB (Todo por Letonia). Con una estética claramente nazi, es un partido de extrema derecha, ultranacionalista, que participa como tercera fuerza en el gobierno de coalición letón. Actualmente cuenta con algo más de 16% de lo votos, 17 diputados y un eurodiputado.

* En Lituania, el movimiento Orden y Justicia (TT -Tvarka ir teisingumas-) ultranacionalista, tradicionalista, anti inmigración, defensor de la moral cristiana y de los valores occidentales más conservadores, tras las elecciones de 2012, en las que consiguió un 7,6% de los votos y 11 escaños (de 141), formó parte del gobierno de coalición (junto al Partido socialdemócrata, el Laborista y la Unión electoral de Polacos en Lituania). En las elecciones de este año 2016 ha retrocedido hasta el 5,5% y ha obtenido 8 diputados. Tiene, además, 2 eurodiputados.

* En los Países Bajos, el Partido por la Libertad (PVV -Partij voor de Vrijheid-) xenófobo, islamófobo, ultranacionalista, fue el tercer partido más votado en las elecciones de 2010 (con un 15% de los votos y 24 diputados) y fue clave para sostener al gobierno minoritario conservador (aunque no entró en el gobierno). En las elecciones de 2012 obtuvo un 10% de los votos y 19 diputados, perdiendo pues tanto en porcentaje de votos como en representación parlamentaria. En las Europeas de 2009 y 2014 consiguió 4 eurodiputados.

* En Polonia, el partido Ley y Justicia (PiS -Prawo i Sprawiedliwość-) representa a la derecha ultracatólica. Es un partido xenófobo, homófobo, anti inmigración y anti refugiados, defensor de deportaciones y de la pena de muerte. En las elecciones de 2005 fue el partido más votado, con un 27% que les proporcionó 155 diputados y 49 senadores, formando gobierno durante dos años en coalición con otros dos psrtidos conservadores. Tras ocho años en la oposición, en las elecciones de 2015 obtuvo mayoría absoluta tanto en la Cámara baja (235 diputados deun total de 460) como en el Senado (62 senadores de 100). Tiene además 19 eurodiputados.

* En Reino Unido, el Partido de la Independencia de Reino Unido (UKIP -United Kingdom Independence Party-), ultranacionalista, anti inmigración, contrario a la pertenencia del Reino Unido a la UE, ultraliberal, si bien su influencia en las Cámaras es escaso (un diputado en la Cámara de los Comunes, 3 en la de los Lores, 7 en la de Gales, 2 en la de Londres) sí es notable en lo que se refiere a las relaciones con la Unión Europea, no solo por los 24 eurodiputados que tiene desde 2014, sino por el éxito inesperado del No que defendían en el referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la UE.

* En Rumanía, el movimiento Gran Rumanía (PRM -Partidul România Mare-), ultranacionalista, xenófobo, anticomunista, antisemita, homófobo, en las elecciones del año 2000 fue la segunda fuerza más votada, con un espectacular 23% de los votos y 121 diputados. Su declive comenzó en las de 2004 que pasó a ser la tercera fuerza, con un 12% de los votos y 69 diputados, y se completó en las elecciones de 2008, en las que quedó fuera del parlamento al no obtener el porcentaje suficiente de votos.

* En Serbia, el Partido Radical Serbio (Srpska radikalna stranka), panserbio, ultranacionallista, prorruso, euroescéptico, después de ocho años fuera del Parlamento, entró de nuevo en 2016 nada menos quecomo la tercera fuerza política con 22 diputados tras obtener algo más de un 8% de los votos. Menos radical, pero igualmente de derecha extrema es el Movimiento Serbio Dveri (Srpski Pokret Dveri), naciolanista, islamófobo, integrista cristiano, en 2016 obtuvo algo más del 5% de los votos y 13 diputados en coalición con el democristiano DSS.

* En Suecia, el partido Demócratas de Suecia (SD -Sverigedemokraterna-), nacionalista radical, tradicionalista, anti inmigración, asimilacionista, xenófono, beligerante con lasminorías étnicas suecas (los Sami del norte), contrario a incorporarse a la zona euro y partidario de renegociar su pertenencia a la UE. Desde 2002 su ascenso es notorio, pasando de un 1,5% de los votos al actual casi 13% de 2014. En las elecciones de 2010 consiguieron 20 diputados con un 5.7% y en las de 2014 lograron 49 escaños. Además de estar presentes en los Consejos provinciales y municipales, tienen 2 eurodiputados.

* En Suiza, el Partido del Pueblo Suizo / Unión Democrática de Centro (SVP/UDC -Schweizerische Volkspartei / Union démocratique du centre / Unione Democratica del Centro / Demokratische Union der Mitte-), soberanista, nacionalista radical (contrario a la pertenencia a organismos supranacionales: ONU, OTAN, UE), neoliberal, islamófobo, anti inmigración (en uno de sus carteles aparecen tres ovejas blancas sobre la bandera de Suiza y una de ellas echa a patadas a una oveja negra), desde 1999 no deja de crecer. En las últimas elecciones, de 2015, fue el partido más votado, con un 29,4% de los votos por los que obtuvo 65 (de un total de 200) escaños en el Consejo Nacional y 5 (de 46) en el Consejo de los Estados. Tiene además 2 escaños (de 7) en el Consejo Federal.

* En Ucrania, el Partido Pan-Ucraniano / Svoboda (Всеукраїнське об'єднання / Свобода), filonazi, antisemita, racista, militarista, anticomunista, homófobo, entró por primera vez en la Rada Suprema (el Parlamento) en las elecciones de 2012 obtuvo un 10,4% de los votos y 7 diputados.

* En la República Checa, el Partido de los Trabajadores (DS -Dělnická strana-) explícitamente neonazi fue ilegalizado por el Tribunal Supremo Administrativo en 2010. En las elecciones anteriores rondó el 1% de los votos. Su líder intentó presentarse a las Presidenciales de 2012 pero no consiguió las cincuenta mil firmas necesarias que avalaran su candidatura.

* Caso aparte es el de Bielorrusia que desde 1994 su sistema político es una dictadura presidencialista heredera de las antiguas estructuras soviéticas. Elecciones poco o nada democráticas (no reconocidas por la comunidad internacional), obstáculos para la libertad de prensa y de expresión, trabas a las ONG de ayuda humanitaria y muchas dudas sobre el respeto a los derechos humanos son signos del sistema político impuesto por el presidente Lukashenko, que lleva 22 años seguidos en el poder.

* En Albania, Eslovenia, España, Estonia, Irlanda, Luxemburgo, Macedonia, Malta, Moldavia, Montenegro y Portugal, los grupos de extrema derecha no tienen representación en las instituciones, si bien sí existen grupos ultras minoritarios capaces de llamar la atención y de provocar altercados en momentos puntuales.

* Datos extraídos de las páginas WEB de los distintos partidos y de páginas genéricas de los distintos países (la mayoría traducidas automáticamente).

lunes, 6 de febrero de 2017

EL ASCENSO DE LA EXTREMA DERECHA EN EUROPA: SINTOMATOLOGÍA, ETIOLOGÍA Y PROFILAXIS *


1. SINTOMATOLOGÍA.

Más allá de los episodios actuales más llamativos dentro y fuera de Europa, sea la victoria del Brexit en Reino Unido, sean las políticas groseramente xenófobas de Trump en EEUU, sea la deriva extremista de Erdogan en Turquía, los números en Europa cantan: en la mitad de los países europeos movimientos o partidos de extrema derecha (cuando no abiertamente fascistas, neonazis o filonazis) tienen presencia significativa en las instituciones a nivel estatal, federal o regional y/o local. E igualmente significativo es que, prácticamente en todos los casos, su ascenso se ha venido produciendo desde los primeros años de este siglo XXI (aunque ya desde los años 80 empezaron a despuntar en algunos países). Poco a poco el virus ideológico de la derecha más radical y extrema se ha ido contagiando y extendiendo por buena parte de Europa y cada vez es más visible.

Un recorrido atento por los parlamentos de los países europeos pone bien de manifiesto cómo la extrema derecha cada vez está más presente. En 25 de los 37 países más relevantes de Europa (excluyendo a los pequeños Estados -Andorra, la Ciudad del Vaticano, San Marino, etc.-) hay actualmente partidos de extrema derecha en sus Cámaras de representación en algún nivel de la administración. Ocurre en 12 de los 19 países del Este durante la guerra fría bajo control de la Unión Soviética, y en 13 de los 18 de los países occidentales. Y ocurre de la misma manera en países europeos que lucharon en uno u otro bando durante la Segunda Guerra Mundial.

Al menos son dos las características básicas que comparten y que permiten identificarlos como movimientos de extrema derecha: son partidos o movimientos tradicionalistas (ultraconservadores) e identitarios. Por identitarios, son ultranacionalistas y, por ello mismo, xenófobos y opuestos a toda inmigración o acogida de refugiados. Los hay antisemitas, antigitanos, islamófobos, etc. En los casos menos beligerantes, son asimilacionistas y etnocentristas (eufemismos para disfrazar su xenofobia). Por tradicionalistas, defienden la moral y las prácticas sociales más conservadoras. Suelen defender un cristianismo integrista contrario a cualquier forma de familia, sexualidad y de reproducción distinta a la tradicional. La islamofobia, la homofobia, el rechazo a la laicidad, el lenguaje agresivo, las actitudes violentas (y en algún caso el uso de la violencia misma), etc. forman parte de su repertorio ideológico. En ambos casos, pues, son activamente contrarios a la igualdad de derechos de los seres humanos y activamente promueven la expulsión, la exclusión o el rechazo de quienes consideran distintos (y en los casos más extremos de supremacismo, inferiores).

Su presencia en los parlamentos democráticos evidentemente no significa que sean demócratas, sino que utilizan y colonizan el sistema democrático y las instituciones para acceder a distintos grados de poder e influencia con el fin de poner en práctica su ideología. Pero esta extrema derecha estrictamente antidemocrática tienen votantes. Se puede decir que cada vez más votantes en más lugares, nutriéndose con los votos de los nostálgicos, pero también de los trabajadores precarizados, de los que más sufren los recortes, de las víctimas de la globalización, de abstencionistas antisistema. Jean-Luc Mélenchon decía que los pobres no votan, pero cada vez es más evidente que una parte de esos pobres que no votaban y los empobrecidos por la crisis han encontrado refugio en los relatos agresivos de la extrema derecha.

2. ETIOLOGÍA.

En 1848 Marx y Engels cerraban el Manifiesto Comunista con las mismas palabra que se abría el número 1 de la Revista Comunista unos meses antes: ¡proletarios de todos los países, uníos! (Proletarier aller Länder, vereinigt euch!). Parece que 169 años después aquel lema revolucionario se hubiera transformado en su radical opuesto: neocapitalistas del mundo, uníos. Porque eso está siendo la globalización que de hecho elimina fronteras de todo tipo (espaciales, temporales, ideológicas, económicas, políticas, etc.): la condición de posibilidad del neocapitalismo (del neoliberalismo, del ultraliberalismo) que no acepta ni respeta más soberanía que la del libre mercado.

Este neoliberalismo globalizado, precarizando las condiciones laborales, deslocalizando producción e impuestos, devaluando salarios, etc. sin duda genera riqueza para unos pocos, pero a la vez provoca en la mayoría pobreza y más desigualdad, y va dejando víctimas por el camino: los que han perdido el nivel de vida que tuvieron, los trabajadores cuyo salario no cubre sus necesidades (el precariado, el pobretariado), los que no pueden ni siquiera incorporarse al sistema, los que se han quedado sin nada (y nada tienen que perder).

Los partidos de centro y de la derecha democrática tradicionales (liberales y conservadores), como los partidos convencionales de izquierda democrática (socialdemócratas y socialistas) no han sabido encontrar fórmulas adecuada para atender y defender a los excluidos del sistema, y, por ello, son vistos como parte (si no cómplices) del propio sistema depredador. El descrédito de la política y de los políticos al uso y los discursos salvapatrias de las ultraderechas han ido calando en una parte de quienes se sienten agredidos por ese sistema y defraudados por los partidos convencionales a los que votaban.

La rendición de Alemania el 7 de mayo de 1945 puso fin en Europa a la Segunda Guerra Mundial. La victoria de los aliados sobre el fascismo y el nazismo dio lugar a un nuevo mapa geopolítico e ideológico en una Europa que abominaba de ambas ideologías y de sus crímenes.

La reconstrucción de la Europa occidental de posguerra se hizo con dinero de Estados Unidos (los 12 mil millones de dólares del ERP -European Recovery Program, el Plan Marshall- entre 1948 y 1951) y, en la mayoría de los países, con abundante y barata mano de obra procedente de sus antiguas colonias del Norte de África y de Turquía (y ya en los años 60 de Portugal, España e Italia). Muchos volvieron a sus países de origen. Muchos se establecieron en el país de acogida y hoy viven en él sus descendientes de segunda o tercera generación teóricamente como ciudadanos de pleno derecho. Muchos se integraron en la cultura de acogida. Muchos, sin embargo, siguen sintiéndose extranjeros en su propio país y se aferran a su cultura de origen (frecuentemente desconocida y mitificada). Para éstos, la promesa de igualdad y bienestar no se ha cumplido, lo mismo que para los ciudadanos de aquellos países comunistas del Este de Europa (Polonia, Hungría, etc.), que, tras el derrumbe de la Unión Soviética, han llegado a la Europa del bienestar precisamente cuando se está desmantelando.

Aquellas ideologías abominadas renacen en Europa setenta y dos años después del final de la Segunda Guerra en movimientos y partidos abierta o encubiertamente fascistas (supremacistas, ultranacionalistas, xenófobos, etc.) que rechazan a quien no se ajusta a su canon nacional por origen, por religión, por cultura o por ideología, incluidos los compatriotas descendientes de aquellos migrantes. El lema Los x primero (sea x españoles, franceses, belgas, holandeses, alemanes, etc.) ya se oye en toda Europa. Tanto más se oye, cuanto mayor es la presencia de migrantes sin papeles, a quienes interesadamente se culpabiliza de la precariedad laboral de los nacionales. Y es especialmente llamativo el caso de Alemania: de nuevo reunificada, saltan por los aires los intentos de asumir moralmente su pasado cruel (el patriotismo constitucional de Habermas, por ejemplo) a la vez que crece en los ultraderechistas el sentimiento de La Gran Alemania (y quizá el resentimiento por las derrotas).

En abril de 1979, tras el triunfo de la revolución inspirada por el Ayatollah Jomeini, se proclamó La República Islámica de Irán, un régimen republicano pero tan teocrático como las monarquías teocráticas islámicas tradicionales (Arabia Saudí, Emiratos, Kuwait, etc.) que ha servido de modelo a las otras cuatro repúblicas islámicas oficialmente reconocidas (Afganistán, Gambia, Mauritania y Paquistán) y, en parte, al fundamentalismo islamista defensor de la yihad ofensiva de una parte del salafismo (propio de Al Qaeda y desde 2014 del autoproclamado Califato del Estado islámico de Irak y el Levante), que entiende como obligación la lucha activa contra los infieles (los no islámicos, las sociedades occidentales secularizadas) y los apóstatas (los islámicos contaminados por la secularización occidental).

Una parte de los europeos descendientes de padres o abuelos islámicos que no se reconocen (y a veces no son reconocidos) como ciudadanos, lo mismo que una parte de los nuevos migrantes, encuentran refugio identitario en los llamamientos a la yihad. Los atentados terroristas al grito de Alá es Grande sin duda alimentan el miedo de los europeos y dan alas a los discursos xenófobos y votos a la ultraderecha.

La incapacidad de los partidos democráticos convencionales para dar cobijo a las víctimas que va dejando la expansión del neoliberalismo global; el olvido del horror que supusieron para Europa el fascismo y el nazismo; y el temor de una parte de los ciudadanos europeos a los movimientos migratorios masivos hacia Europa, y a la radicalización de algunos descendientes de emigrantes y de los nuevos migrantes que, no reconociendo como propios ni la cultura ni el país de acogida, encuentran identidad en sus orígenes religioso-culturales islámicos, son tres de las causas fundamentales del ascenso de la extrema derecha.

3. PROFILAXIS.

¿Qué hacer para prevenir la expansión de la extrema derecha, qué para protegernos de la infección? Desde luego la solución no puede estar en la derechización de los partidos tradicionales de derecha, de centro o de izquierda que poco a poco parece que van asumiendo parte del relato de la extrema derecha buscando recuperar el voto que han perdido y mantener el que aún pudieran perder; ni en un populismo que se nutre demagógicamente del dolor y del desamparo.

Probablemente la primera medida profiláctica debería ser la reivindicación de la dignidad humana que nos exige a todos tratar y ser tratados como humanos, sea cual sea la condición de cada uno. No desde el buenismo, sino desde la reivindicación política de la igualdad de derechos como fundamento de las relaciones entre humanos y de la construcción de lo común (lo comunitario, lo que es de todos) frente a la primacía del individualismo, la competitividad y la desigualdad neoliberal.

Igualdad de derechos que debería sustanciarse profilácticamente mediante el poder redistribuidor de los Estados (y de la propia Unión Europea) entendiendo la política como reparación de daños y desigualdades, esto es, recuperando el poder político regulador que los poderes económicos se han apropiado al imponer las reglas del mercado como único criterio de organización social.

La tercera profilaxis, en fin, debería consistir en identificar a los verdaderos culpables de la precariedad, el miedo y la desafección. No es el culpable quien está dispuesto a dejarse explotar, sino el explotador, ni es culpable el que tiene miedo, sino quien atemoriza. Que el explotado proyecte su ira contra el más explotado y no contra el explotador da ventaja al sistema depredador y argumentos a los ideólogos de la discriminación.

Sea con estas o con otras medidas, es urgente poner freno a la ultraderecha para recuperar la salud política y social de Europa. Si la ultraderecha alcanzara sus objetivos volverían a estar en peligro la libertad y la integridad moral y física de los europeos.

* Publicado en Crónica Popular. 06.02.2017

domingo, 5 de febrero de 2017

EN RECUERDO DE MARIO SALVATIERRA *

Hoy, cinco de febrero, ha muerto Mario Salvatierra apenas cumplidos los 61 años y ha muerto como vivió, plantando cara a los retos con honestidad y valentía.
Supongo que la prensa hablará de su militancia en Izquierda Socialista desde sus inicios, o de su paso por Telemadrid como Consejero del PSOE, o de sus dos legislaturas como Diputado en la Asamblea de Madrid y, hasta hoy mismo, como miembro del Comité Federal. Y supongo que sus compañeros de partido le recordarán por la vehemencia y la solidez con que defendía sus ideas, o quizá por todos esos documentos salidos de su pluma rigurosamente socialista, rigurosamente comprometida, rigurosamente moral.
Para las hemerotecas quedan sus artículos quincenales en elsiglodeeuropa.es, o en las páginas de infoLibre hace apenas unas semanas, o en tantos otros medios en los que analizó perspicazmente la realidad política desde su posición solvente de izquierdas.
Sus alumnos de tantos años de profesor de Instituto seguro que recordarán sus clases de filosofía por la pasión que Mario ponía en sus explicaciones, siempre lúcidas, o por su enorme humanidad en el trato y por el respeto intelectual que tenía hacia ellos.
A mí, sin embargo, se me ha muerto el amigo con el que compartía ideas, textos, discusiones, confidencias y, sobre todo, risas, risas a carcajadas tan grandes como su corazón y su pasión vital. Hoy es un día triste porque se ha muerto un hombre bueno: un hombre.