sábado, 21 de marzo de 2020

MUCHA GENTE HACIENDO COSAS BUENAS * **


Acostumbrados desde hace años a vivir en esa hiperrealidad que nos describió bien Baudrillard, viendo y viviendo el mundo como un espectáculo virtualmente real pero realmente virtual a través de imágenes de la tele, del ordenador, de la tableta o del teléfono inteligente; más preocupados por los virus que podrían dejar fuera de juego nuestras prótesis digitales, que por los virus, los virus de verdad, los que contagian y matan, éste nos ha pillado, pese a las imágenes engullidas, desprevenidos e indefensos.
En las imágenes que consumíamos, el bicho era cosa de China, ese remoto desconocido del comunismo capitalista, del ordeno y mando, que confinaba a todos sus súbditos en las ciudades y en las casas, enmascarados, enguantados y embutidos en monos de plástico, como viajeros espaciales de ciencia ficción.
Y resulta que no, que no era simplemente otra imagen consumida, no algo lejano y exótico que pasa en quién sabe dónde, sino algo real que está entre nosotros, que nos acorrala y nos impulsa a comprar compulsivamente papel higiénico y a buscar por todas partes gel desinfectante y mascarillas: la realidad real ha saltado de pronto de la tele al cuarto de estar, nos ha cerrado la puerta de casa y ha vaciado las calles y los negocios. Otra vez las fronteras invaden Europa y los Estados desempolvan su propia definición decretando excepcionalidades y apelando al lenguaje militar para derrotar al viral enemigo.
Volvemos a la tele, a la red, pero las imágenes y las estadísticas ahora son de carne y hueso porque no sabemos si en algún momento nuestro nombre será un número más de la cifra total de afectados —de infectados, de curados o de muertos. Y a las ocho abrimos las ventanas para el aplauso agradecido y catártico. Mucha gente haciendo cosas buenas por y para muchísima gente.
Este virus trae dolor y angustia porque trae muerte, pero en su cara oculta ha traído, para inoculárnoslas, la solidaridad y la generosidad que teníamos olvidada en algún rincón del alma.


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