Por razones democráticas, soy
republicano: que todo el poder soberano —el Estado— resida en el pueblo —la
ciudadanía— y que el pueblo elija democráticamente a todos sus representantes, me
parece imprescindible. Y por razones sentimentales, soy republicano: me siento
republicano y nada monárquico, personal e históricamente. Pero, sobre todo, Ideológicamente
me identifico con las tesis del republicanismo, sea el clásico o el
instrumental: reconocimiento, protección y extensión de libertades y derechos
políticos y de derechos sociales iguales para todos los ciudadanos; libertad
como no dominación; imperio de la ley; Constitución; separación de poderes;
virtudes cívicas, etc. todo con la vista puesta en el bien común, me parece un
programa atractivo.
Para sobrevivir, las monarquías tradicionales,
esencialmente absolutistas, se reconvirtieron en monarquías parlamentarias,
asumiendo así, en parte, los valores del republicanismo, pero no evitando la
paradoja de ser una institución no electiva —no democrática— incrustada en sistemas
democráticos que no teniendo teóricamente poder político efectivo, sí suelen tener
privilegios jurídicos, políticos y económicos injustificables.
Solo encuentro dos formas de evitar
la paradoja: desincrustar la monarquía convirtiendo el reino en república o
vaciarla de todo contenido, de todo poder y de todo privilegio hasta dejarla en
un esqueleto estrictamente simbólico que ocupe la Jefatura del Estado dándole
continuidad, pero no más.
La Constitución del 78 es
reformable, cierto, tan cierto como que es difícilmente reformable en los
artículos declarados fundamentales. Y eso no se debe a la situación aritmética coyuntural
del parlamento actual, sino a las condiciones que impone la Constitución misma.
O sea, que, o se abre un nuevo proceso constituyente —que parece algo imposible
hoy por hoy— o tenemos monarquía blindada por la Constitución para rato.
* Publicado en elperiodico.com. Entre Todos. 13.08.2020.
** Publicado un extracto en las ediciones en papel en castallano y catalán. 16.08.2020.
*** Publicado en Crónica Popular. 15.08.2020