jueves, 16 de abril de 2020

CARGADO DE PELIGROS *

Este virus que recorre el mundo viene cargado de peligros y de consecuencias indeseables. El más evidente e inmediato, claro, es el peligro de contagio y de enfermedad violenta que, en el peor de los casos, lleva a la muerte. Pero, siendo el más grave, no es el único peligro.
Además, ya está claro que ha puesto en tanto peligro nuestro modo de vida y nuestras costumbres emocionalmente más sanas y más arraigadas —el contacto con otros, el saludo afectivo, las reuniones familiares o con amigos en casa o en el bar…—, que no sabemos a ciencia cierta si alguna vez podremos recuperarlas y recuperarnos. Y aquí estamos, confinados, enguantados y enmascarados, y tan obedientes que, por una vez, lavarse las manos no significa desentenderse, sino responsabilizarse.

Más peligros: el peligro de desastre económico y las consecuencias que lleva implícito: el cierre de empresas pequeñas, medianas y grandes; el paro de quién sabe cuántos millones de trabajadores en el mundo; la escasez de recursos personales para vivir —alimentarnos, vestirnos, cobijarnos— y colectivos para mantener los sistemas de protección social, etc. O sea, la mano de la pobreza tocando a muchos de los que hasta ahora estaban a salvo.

Pobreza material y pobreza moral, que no es un peligro menor. Hay mucha, muchísima solidaridad, mucha gente jugándose la vida literalmente para protegernos y mucha gente agradecida que no falta a la cita de las ocho. Pero también hay gente miserable, muy miserable, que llama “rata contagiosa” a la médica, o que pone carteles en los portales para decirle a la vecina cajera que se mude a otro edificio, o vecinos que intentan impedir a pedradas que entre en su pueblo el autobús cargado de ancianos contagiados. Por no hablar de quienes intentan aprovecharse económicamente especulando o políticamente lanzando y manteniendo bulos.

Y un peligro futuro. Se dice, seguramente con razón, que esta pandemia marcará un antes y un después; que inevitablemente el mundo será distinto a partir de ahora. El peligro, sin embargo, es que ese mundo distinto que se nos anuncia sea finalmente el mismo mundo que conocemos, con más poder económico para los de siempre —el capitalismo siempre ha sabido adaptarse a cualquier situación para seguir obteniendo beneficios—, con más poder para los gobiernos —siempre la excusa de la seguridad termina limitando libertades y derechos— y más restricciones económicas, políticas y jurídicas para el común de los mortales. Y algún peligro más habrá que se me escapa.

* Publicado en Crónica Popular. 19.04.2020
https://www.cronicapopular.es/2020/04/cargado-de-peligros/
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