lunes, 1 de mayo de 2017

SER HÁBIL EN FINGIR Y EN DISIMULAR *


Desde hace tiempo no cabe duda de la capacidad de Unidos Podemos para captar la atención mediática. Ya son unas cuantas las puestas en escena de Iglesias Turrión que logran absorber toda la atención de la prensa, da igual si a favor o en contra, porque según lo ven siempre es políticamente rentable.

La última es la moción de censura a Rajoy, bien revestida de digna indignación y de deber moral ante tanta corrupción sistémica y tanta podredumbre político-empresarial. Moralidad e indignación suficientes para justificar un acto más simbólico que efectivo contra lo que dice combatir, porque este mecanismo constitucional no saldrá adelante y porque la efectividad que buscan probablemente sea otra: presentarse como la auténtica oposición, singularizarse forzando a PSOE y Ciudadanos a aparecer como aliados naturales (si no cómplices) de ese PP que nutre banquillos y cárceles.

Hay mucho de oportunismo y mucho de teatro en el anuncio de la moción de censura y en la moción misma, claro. Hay mucho de estrategia a corto y largo plazo, por supuesto. Pero también hay mucho de política, aunque más de la vieja que de esa nueva política que siempre se espera pero que no acaba de llegar nunca.

En cualquier caso, supongo que los forofos políticos de unos y otros (los que justifican a su partido haga lo que haga), apretarán filas autoafirmándose. Pero para los demás la moción de censura no tendrá ningún valor ni ninguna influencia porque esperan de la política algo más que juegos malabares.

En 1513, en El Príncipe, verdadero manual del realismo político más descarnado, Maquiavelo escribía: hay que saber disfrazarse bien y ser hábil en fingir y en disimular. Los hombres son tan simples y de tal manera obedecen a las necesidades del momento, que aquel que engaña encontrará siempre quien se deje engañar. Han pasado quinientos años, pero, salvo por el lenguaje políticamente incorrecto que utiliza, parece escrita ayer mismo y bien pudiera ser aplicada a censores, censurados y mediopensionistas.

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