sábado, 26 de mayo de 2018

DARLE LA CARTA DE DESPIDO A RAJOY *


Dice Mariano Rajoy, presidente del gobierno y del Partido Popular, que la moción de censura presentada por el PSOE tras la contundente sentencia del caso Gürtel es mala para España, mala para los españoles, introduce muchísima incertidumbre y es lesiva para el futuro de todos los ciudadanos. No ha dicho, sin embargo, lo que muchos pensamos: que lo malo para España y para los españoles ha sido la sistemática corrupción político-empresarial durante tantos años de miembros destacados de su partido aunque no solo del suyo, ciertamente. Y no le ha hecho falta decir de palabra lo que decía su cara asustada: que la moción de censura es muy mala para él y para el PP.

Por pura salud democrática, la moción debería ser apoyada por toda la oposición, sin excepciones ni excusas, no tanto para investir a Pedro Sánchez como para reprobar al presidente del gobierno y del condenado PP. La unión contra natura de los votos de Unidos Podemos y Ciudadanos, o de Ciudadanos y los partidos nacionalistas —ERC, PDeCAT. PNV, BILDU estaría políticamente justificada porque esta vez no se trata de defender los programas de cada uno, ni de de dar un cheque en blanco al PSOE de Sánchez, sino de darle la carta de despido a Rajoy.

Facilitaría esta excepcional confluencia de votos que Sánchez, en su defensa de la moción, se comprometiera a convocar elecciones dentro de un añoplazo legal mínimo que la Constitución establece— y entretanto el nuevo gobierno no fuese más allá de gestionar la administración y de atender las necesidades sociales y económicas más urgentes, y los compromisos internacionales.

Dice Rajoy que Sánchez está dispuesto a ser presidente a cualquier precio, pactando con ERC, con el PDeCAT, con BILDU o con Compromís. Lo dice como si estos no fueran tan representantes legítimos del pueblo soberano como él mismo lo es mientras ocupe su escaño; como si pactar con esos partidos fuese un grave problema. Lo dice ocultando que la corrupción demostrada no es solo un problema, sino un delito.

viernes, 25 de mayo de 2018

LA VERDADERA PATRIA ES LA VIDA HUMANA * **


Octubre de 2017 fue un mes crítico porque nadie sabía a ciencia cierta qué iba a pasar cuando se produjera el permanentemente anunciado choque de trenes entre el secesionismo catalán y el Estado. Más en privado que en público, había un cierto sentimiento de temor, un miedo sordo a que pudiese derivar en un cruento conflicto civil.

Desde el referéndum declarado ilegal hasta la aplicación del artículo 155 CE, pasaron veintisiete días difíciles, vertiginosamente peligrosos, en los que se sucedieron acciones y reacciones: el referéndum del día 1 —con cargas policiales y altercados entre antidisturbios y defensores de la consulta—; el discurso del Rey del día 3 —bordeando los límites de su papel constitucional—; el discurso del día 10 de Puigdemont asumiendo el mandato del pueblo de que Cataluña se convierta en un estado independiente en forma de república e, inmediatamente, proponiendo que se suspendieran los efectos de la declaración de independencia —que jurídicamente no había sido declarada—; el 16 la entrada en prisión los Jordis por orden de la AN; y, por último, el 27, el Parlament declara unilateralmente la independencia de Cataluña, el Senado dio autorización al gobierno para aplicar el artículo 155 y Rajoy cesó a todo Govern, disolvió el Parlament y convocó elecciones autonómicas para el 21 de diciembre, todo en unas pocas horas.

Ingenuamente muchos creímos que, aunque el conflicto no se había resuelto, el peligro de confrontación civil ya había pasado. Pero lo que viene pasando desde la elección de Torra como nuevo President de la Generalitat genera un temor aún mayor al de entonces.

Mayor, porque secesionistas y constitucionalistas ya saben que sus estrategias —la DUI y el 155— han fracasado: ni aquellos consiguieron la independencia de Cataluña, ni estos han conseguido detener el independentismo. Mayor, porque ambos insisten en las mismas estrategias con una diferencia sustancial: que parecen estar dispuestos a dar un paso más y subir la apuesta. Torra —y parte del entramado independentista—, aumentando la tensión y el conflicto; Rajoy —y sus aliados constitucionalistas-, frenando las aspiraciones separatistas con más contundencia.

Entérense unos y otros: el mayor peligro no es que Cataluña se independice —que se rompa España— o que la Generalitat pierda su autogobierno, sino el disparate de llegar a los tiros. No sé cuál es la solución del conflicto, pero sí sé que la sangre no puede serlo. La verdadera patria común es la vida humana.

jueves, 17 de mayo de 2018

VITALIDAD Y MADUREZ DEL FEMINISMO * **


Alice Hawkins (1863-1946), Leicester, UK
Jean Paul Sartre, pareja libre de la muy libre Simone de Beauvoir que con El Segundo Sexo abrió la puerta a la segunda ola del feminismo e inició un camino hasta hoy ininterrumpido, nos advertía y se advertía a sí mismo que, pese a su militancia y su activismo de izquierdas, era un burgués. Y, salvando las distancias, así me siento yo: feminista convencido no puedo negar ni evitar mi condición de varón ni los tics androcéntricos grabados en mi conciencia y que no he sido capaz de detectar.

Simone de Beauvoir entendió con perspicacia que la tesis fundamental del existencialismo, a saber, que la existencia precede a la esencia; que no hay esencias previas que deban realizarse, servía de soporte para entender la diferencia entre sexo y género: No se nace mujer: se llega a serlo, escribe. No hay un universal femenino el estereotipado eterno femenino que ella cuestionaba como no hay un universal masculino predeterminado que naturalmente se realiza: ser mujer, como ser hombre, es el resultado de una construcción socio-cultural. Y en su propia evolución, al menos una parte del feminismo actual ha llegado a la misma conclusión: no hay un feminismo esencial, sino que, como todo hecho histórico, también el feminismo está en permanente construcción, elaborándose intelectualmente y llegando a ser lo que es a través de sus propias acciones.

Probablemente hoy el pensamiento feminista es el único capaz de asumir el papel aglutinador que tuvo el movimiento obrero en el siglo XIX para luchar contra la explotación: si el movimiento obrero fue expresión de la lucha de clases entre la burguesía explotadora dueña del capital y los medios de producción, y el proletariado explotado la fuerza de trabajo, la mano de obra, el movimiento feminista encarna hoy una lucha ideológica y pragmática entre dominadores y dominadas otra forma de entender la relación entre explotadores y explotados; si en La ideología alemana Marx entendió bien que las ideas de la clase dominante, son, en todas las épocas, las ideas dominantes, el feminismo ha sabido hacernos ver que eso es exactamente el sistema patriarcal que contamina nuestra historia: las ideas dominantes de la clase dominante los varones en nuestra cultura.

Ir descubriendo las formas de dominio patriarcal, analizarlas y conceptualizarlas adecuadamente ha sido y es el trabajo intelectual de las feministas desde el siglo XVIII. Olympe de Gouges, Mery Wollstonecraft, Flora Tristán, Lucretia Mott, Elizabeth Cady Stanton, Sojourner Truth, Millicent Garret Fawcet, Emmeline Pankhurst Goulden, Simone de Beauvoir, Betty Friedan, Kate Millett, Shulamith Firestone, Celia Amorós, Amelia Valcárcel, Judith Butler, Donna Haraway, Leslie McCall, Sara Ahmed y tantas, tantas otras, nos han ido abriendo los ojos y descubriendo con éxito territorios de dominación patriarcal antes desapercibidos.

Hay tres señales claras que evidencian el éxito al menos en la cultura occidental de las ideas feministas: las rigurosas investigaciones que dan soporte intelectual e ideológico al movimiento feminista y que constituyen ya un área específica de conocimiento; la capacidad de movilizar y de ser vanguardia en las reivindicaciones en la calle, en los medios y en las redes sociales; y la oposición intelectualmente plana del machismo como soporte del patriarcado.

Probablemente hoy es más propio hablar de feminismos que de feminismo porque hay en el pensamiento feminista una rica variedad de perspectivas: el feminismo radical, el de la igualdad, el ecofeminismo, el ciberfeminismo, la teoría poscolonial, el movimiento queer o la interseccionalidad -por citar algunos- son buenos ejemplos de esa variedad de análisis y estrategias. La construcción de conceptos y expresiones nuevos para designar aspectos inadvertidos del sistema patriarcal patriarcado, heteronormatividad, heterodesignación, cisgénero, micromachismo, mansplaining, techo de cristal, por ejemplo y para designar la propia actitud feminista empoderamiento, sororidad, visibilización, etc. descubren realidades ocultas, eso que se da por sentado, y son condición de posibilidad de una comprensión distinta de las relaciones personales y sociales entre mujeres y hombres. Las polémicas e incluso las confrontaciones dentro del movimiento feminista sobre la identidad, el binarismo sexual, el transfeminismo, la maternidad o el cuerpo no son prueba de inconsistencia, sino que, al contrario, son signo de vitalidad y madurez ideológica.

Es una obviedad que cada vez hay más mujeres y probablemente más hombres- más concienciadas y más cercanas a las tesis feministas. Y es una obviedad que las reivindicaciones feministas tienen una enorme capacidad para movilizar a la ciudadanía espontáneamente en la calle, en los medios y en las redes sociales. Prueba de ello son la multitudinaria Marcha de las mujeres en Washington de enero de 2017 y sus réplicas en los 50 Estados y en 55 grandes ciudades de todo el mundo; las aún más masivas en Estados Unidos, en Canadá, en muchas ciudades de Europa y en Japón de enero 2018, en el aniversario de la primera; o el movimiento #MeToo. Y en España recientemente la huelga de mujeres y las enormes manifestaciones el 8 de marzo de 2018 o las convocadas en repulsa a la sentencia de la manada más la avalancha de artículos profundamente críticos con la escandalosa sentencia y las más de 1364000 firmas de mujeres y hombres pidiendo en change.org la inhabilitación de los jueces y la valiente iniciativa #cuentalo.

La tercera señal es el adocenamiento y la zafiedad del machismo tradicional incapaz de ir más allá del desprecio y el insulto, bien presentes en páginas WEB ad hoc, boyeras, feminazis, hembrismo, #todasputas, planchabragas, etc. son sus logros intelectuales—, en la violencia misógina del peligroso movimiento incel involuntary celibates y en los intentos de los sectores más conservadores de redefinir el feminismo desde el androcentrismo dominante demonizando la ideología de género y reivindicando un feminismo femenino y esencialista ajustado a los valores y papeles tradicionales de la mujer en en hogar y en la reproducción.

Pero lo cierto es que el éxito es indiscutible pero no total: la eliminación de la permanente violencia de género el acoso callejero y laboral, el maltrato, las violaciones, los asesinatos de mujeres; la mirada masculina presente en la aplicación de tantas leyes; la discriminación laboral y salarial, y la igualdad plena y efectiva de derechos, lamentablemente siguen siendo objetivos no alcanzados.

Si el objetivo es la construcción de un nuevo paradigma paritario universal, pese a lo ya conseguido aún queda mucho trabajo por hacer. Y esa construcción nos incumbe a mujeres y hombres. Ya en 1843 Flora Tristán en La Clase Obrera nos invitaba a los varones a participar en esa construcción: en nombre de vuestro propio interés, hombres; en nombre de vuestra mejora, ¡la vuestra, hombres!; en fin, en nombre del bienestar universal de todos y de todas os comprometo a reclamar los derechos para la mujer.

De tanto en tanto, las ideas se encarnan en hechos que transforman la realidad. Las ideas ilustradas estuvieron en el origen de la revolución francesa, la independencia de los Estados Unidos y el fin del Antiguo Régimen. El movimiento obrero desembocó en la revolución de 1917 y en la socialdemocracia europea. Esperemos que tarde o temprano el pensamiento feminista de tercera, de cuarta, de ene olas posibilite la construcción de una sociedad en la que el patriarcado solo sea historia.

* Publicado en Crónica Popular. 17.05.2018
https://www.cronicapopular.es/2018/05/vitalidad-y-madurez-del-feminismo/

** Publicado en Público.es. Espacio Público. 21.05.2018
http://www.espacio-publico.com/el-despertar-del-nuevo-feminismo#comment-6096

martes, 15 de mayo de 2018

¡Y VUELTA LA BURRA AL TRIGO! *


¡Y vuelta la burra al trigo! Eso exclamaba mi abuela cuando sus nietos volvíamos a hacer lo que nos había dicho que no hiciésemos, y eso es lo primero que me vino a la cabeza cuando leí las intenciones independentistas del candidato -ya elegido por el Parlament- a President de la Generalitat de Catalunya, y las declaraciones de los constitucionalistas advirtiendo de otra aplicación del artículo 155 si el nuevo Govern insiste en saltarse la ley. Todo ello bien adornado por ambas partes con una poco creíble predisposición al diálogo.

Parece que la estrategia del virtual -en los dos sentidos- President Torra es la de volver a la casilla de salida, reconociendo a Puigdemont como verdadero President, nombrando a los mismos Consellers de entonces -que algunos ya han rechazado- y recuperando a Trapero como Mayor de los Mossos d'Escuadra, y así mostrar que el 155 no ha sido más que un paréntesis inútil porque la voluntad independentista está intacta. Que el objetivo es tensar el conflicto aún más confiando en que el Gobierno de Rajoy de nuevo pida al Senado permiso para aplicar un 155 aún más duro, es algo obvio.

Y parece que la estrategia del Gobierno seguirá siendo la misma: judicializar el conflicto y volver a aplicar el 155 con el apoyo de PSOE -Ábalos ya lo advirtió: cuesta más la primera vez que la segunda, ha dicho- y de C's -que incluso pide no levantar el aún vigente.

Siempre pensé que El País Vasco y Cataluña eran las únicas Comunidades Autónomas que, quizá por su tradición foral y nacionalista, habían entendido que sus Instituciones, más allá de las funciones administrativas, debían tener contenido político propio. En ambas Comunidades, pero singularmente en Cataluña, se han cuidado de dar solemnidad a sus actos institucionales. Que el trato protocolario de quienes ocupan los cargos de President de la Generalitat y del Parlament sea el de Molt Honorable Senyor/a sin duda forma parte de ese cuidado.

Pero la confesión del pare de la pàtria, el Molt Horable Jordi Pujol en julio de 2014, rompió la magia al hacer evidente que la honorabilidad del tratamiento no se refiere a las cualidades personales o la altura moral de quien ocupa el cargo, sino al honor de representar a la Generlitat. De ahí la profunda frustración que se vivió en buena parte de la sociedad catalana tras su confesión al sentir que ni había hecho el honor debido al cargo, ni había tenido el respeto debido a la Institución.

Efectivamente la magia se ha roto. Las leyes soberanistas aprobadas en el Parlament al margen del Estatut y en contra de los servicios jurídicos, la proclamación no proclamada de la República catalana, la aplicación del 155, la huída del President depuesto, la voluntad del nuevo President de seguir haciendo exactamente lo mismo, etc. muestran que, para unos y otros, el honor de la Institución es lo de menos y que lo importante no es encontrar una solución, sino que la burra vuelva a pisotear el trigo.