¡Y
vuelta la burra al trigo!
Eso exclamaba mi abuela cuando sus nietos volvíamos a hacer lo que
nos había dicho que no hiciésemos, y eso es lo primero que me vino
a la cabeza cuando leí las intenciones independentistas del
candidato -ya elegido por el Parlament-
a President
de la Generalitat de Catalunya,
y las declaraciones de los constitucionalistas
advirtiendo de otra aplicación del artículo 155 si el nuevo Govern
insiste en saltarse la ley. Todo ello bien adornado por ambas partes
con una poco creíble predisposición al diálogo.
Parece
que la estrategia del virtual -en los dos sentidos- President
Torra es la de volver a la casilla de salida, reconociendo a
Puigdemont como verdadero President,
nombrando a los mismos Consellers
de entonces -que algunos ya han rechazado- y recuperando a Trapero
como Mayor
de los Mossos
d'Escuadra,
y así mostrar que el 155 no ha sido más que un paréntesis inútil
porque la voluntad independentista está intacta. Que el objetivo es
tensar el conflicto aún más confiando en que el Gobierno de Rajoy
de nuevo pida al Senado permiso para aplicar un 155 aún más duro,
es algo obvio.
Y
parece que la estrategia del Gobierno seguirá siendo la misma:
judicializar el conflicto y volver a aplicar el 155 con el apoyo de
PSOE -Ábalos ya lo advirtió: cuesta
más la primera vez que la segunda,
ha dicho- y de C's -que incluso pide no levantar el aún vigente.
Siempre
pensé que El País Vasco y Cataluña eran las únicas Comunidades
Autónomas que, quizá por su tradición foral y nacionalista, habían
entendido que sus Instituciones, más allá de las funciones
administrativas, debían tener contenido político propio. En ambas
Comunidades, pero singularmente en Cataluña, se han cuidado de dar
solemnidad a sus actos institucionales. Que el trato protocolario de
quienes ocupan los cargos de President
de la Generalitat
y del Parlament
sea el de Molt
Honorable Senyor/a
sin duda forma parte de ese cuidado.
Pero la confesión del pare de la pàtria, el Molt Horable Jordi Pujol en julio de 2014, rompió la magia al hacer evidente que la honorabilidad del tratamiento no se refiere a las cualidades personales o la altura moral de quien ocupa el cargo, sino al honor de representar a la Generlitat. De ahí la profunda frustración que se vivió en buena parte de la sociedad catalana tras su confesión al sentir que ni había hecho el honor debido al cargo, ni había tenido el respeto debido a la Institución.
Pero la confesión del pare de la pàtria, el Molt Horable Jordi Pujol en julio de 2014, rompió la magia al hacer evidente que la honorabilidad del tratamiento no se refiere a las cualidades personales o la altura moral de quien ocupa el cargo, sino al honor de representar a la Generlitat. De ahí la profunda frustración que se vivió en buena parte de la sociedad catalana tras su confesión al sentir que ni había hecho el honor debido al cargo, ni había tenido el respeto debido a la Institución.
Efectivamente
la magia se ha roto. Las leyes soberanistas aprobadas en el Parlament
al margen del Estatut
y en contra de los servicios jurídicos, la proclamación no
proclamada de la República
catalana,
la aplicación del 155, la huída del President
depuesto, la voluntad del nuevo President
de seguir haciendo exactamente lo mismo, etc. muestran que, para unos
y otros, el honor de la Institución es lo de menos y que lo
importante no es encontrar una solución, sino que la burra vuelva a
pisotear el trigo.
* Publicado en infoLibre. Librepensadores. 21.05.2018
https://www.infolibre.es/noticias/club_infolibre/librepensadores/2018/05/21/vuelta_burra_trigo_82990_1043.html
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