
Por
pura salud democrática, la moción debería
ser
apoyada
por
toda
la oposición, sin excepciones ni excusas, no tanto para investir a
Pedro Sánchez como para reprobar al presidente del gobierno y del
condenado PP. La unión contra
natura
de los votos de Unidos Podemos y Ciudadanos, o
de
Ciudadanos y los partidos nacionalistas —ERC, PDeCAT.
PNV,
BILDU—
estaría políticamente
justificada
porque esta vez no se trata de defender los programas de cada uno, ni
de de
dar un cheque en blanco al PSOE de Sánchez, sino de darle la carta
de despido a Rajoy.
Facilitaría
esta excepcional confluencia de votos que
Sánchez,
en su defensa de la moción,
se comprometiera a convocar elecciones dentro de un año
—plazo
legal mínimo que la Constitución establece— y entretanto el nuevo
gobierno no fuese más allá de gestionar la administración y de
atender las necesidades sociales y económicas más urgentes,
y los compromisos internacionales.
Dice
Rajoy que Sánchez está dispuesto a ser presidente a cualquier
precio,
pactando con
ERC, con el PDeCAT, con BILDU o con Compromís.
Lo
dice como si estos no fueran tan representantes legítimos del pueblo
soberano como él mismo lo es mientras ocupe su escaño; como si
pactar con esos partidos fuese un grave problema. Lo dice ocultando
que la corrupción demostrada no es solo un problema, sino un delito.
* Publicado en elperiodico.com. Entre Todos. 29.05.2018
https://www.elperiodico.com/es/entre-todos/participacion/darle-carta-despido-rajoy-179619.
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