Tres direcciones que, respectivamente, soliviantan a cada una de las tres almas de las dos derechas.
Para los neoliberales no son
soportables las medidas de protección social que, inevitablemente, o bien se
financian con subidas de impuestos, o bien con mayor endeudamiento. En
cualquier caso, entienden, son medidas que benefician a unos con el dinero de
todos.
Para el nacionalismo españolista,
no son soportables ni el apoyo recibido por los nacionalistas (e
independentistas) periféricos, sobre todo de Bildu, ni los cambios legislativos
que benefician a los independentistas, ni la Ley de Memoria Democrática que reconoce
y dignifica a las víctimas del franquismo (franquismo que está en sus propios orígenes
ideológicos).
Para los conservadores, cercanos a
los dictados de la Iglesia Católica, no es soportable que se naturalicen
conductas y se reconozcan derechos que, desde sus principios morales, ni son naturales
ni pueden ser derechos.
En La Razón Populista, el
excelente texto de Ernesto Laclau, se detallan dos elementos fundamentales de
la estrategia de los populismos: la construcción de un sujeto político a
través de la dialéctica amigo/enemigo y el uso de significantes vacíos, es
decir, de términos o expresiones suficientemente ambiguos como para que distintos
colectivos los entiendan de distinta manera. Y ambos elementos se han hecho
visibles en la estrategia del PP durante la legislatura: las acusaciones de okupa,
gobierno ilegítimo, enemigos de España, etc. han culminado en un nuevo lema, o
Sánchez o España. Y aún más claro es el uso de un significante vacío hecho
lema: derogar el sanchismo, que en ningún caso se ha explicado en
qué consiste (más allá de un genérico echar a Sánchez).
Probablemente, derogar el
sanchismo se entienda de distinta manera en cada una de las tres almas de
las derechas: quizá los neoliberales lo entiendan como la derogación de los
escudos sociales y de las subidas de impuestos; quizá el nacionalismo españolista
entienda que se derogarán los beneficios a los nacionalistas periféricos y la
memoria democrática; quizá los conservadores entiendan que lo que se derogará
serán todas esas leyes que entran en contradicción con sus principios morales.
Y quizás cada uno de esos grupos prioricen
su propia comprensión y la antepongan a las otras dos, incluso si estuvieran de
acuerdo con ellas. O sea, la peor interpretación del fiat iustitia, pereat
mundus (hágase justicia, aunque se hunda el mundo).
* Publicado en InfoLibre. Librepensadores. 27.06.2023.
https://www.infolibre.es/club-infolibre/librepensadores/tres-almas-derechas-2_129_1532039.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario