Las políticas neoliberales de la mal llamada austeridad, que
realmente son políticas de recortes sociales que aumentan la
desigualdad y la pobreza (la austeridad no es ni para todo ni para
todos, sino para los más desprotegidos) y la corrupción, que
aparece por cualquier rincón del entramado político/empresarial (no
hay corrompidos sin corruptores) han provocado la aparición de
nuevos grupos políticos (espacios de encuentro, mareas, círculos,
nodos, plataformas, partidos, etc.) que recogen la indignación y el
hartazgo de muchos ciudadanos.
Ciudadanos que poco a poco se han ido desvinculando de los partidos
tradicionales, sean socialistas o populares, porque o les culpan de
la precariedad impuesta por la austeridad, o les ven incapaces de
hacer políticas distintas a las que manda el mercado.
El Partido Laborista británico, sin embargo acaba de elegir como
líder a Jeremy Corbyn, laborista nítidamente de izquierda, siempre
díscolo con aquella tercera vía de Tony Blair, aquel
nuevo laborismo que efectivamente era nuevo, pero no era
laborista (socialista). Blair, como antes hizo González en España,
ganó el gobierno, pero abandonó la izquierda asumiendo en parte las
tesis del neoliberalismo de Tatcher (privatizaciones del sector
público, reformas laborales, ruptura con los sindicatos,
desregulación, etc.).
Corbyn, diputado desde hace 32 años, ha sido elegido en contra del
criterio de staff del partido y de la mayoría de los
diputados de su grupo, de manera que sin duda encontrará críticas y
obstáculos no solo del Partido Conservador, los torys, sino
de su propio partido (y de la prensa) por sus propuestas socialistas
y su defensa de la clase trabajadora. En nuestro país es impensable
que un diputado díscolo lo sea durante años: a las primeras de
cambio, los dirigentes de turno le excluirían de las listas
electorales y sanseacabó. Suerte para este viejo laborista que el
sistema electoral británico no es el nuestro y es elegido
directamente por los ciudadanos de su circunscripción.
Los militantes y simpatizantes laboristas acaban de dar una muy útil
lección a los partidos socialistas de toda Europa. Habrá que ver si
son capaces de entenderla, aprenderla y aplicarla.
* Publicado en elplural.com Opinión. 14.09.2015
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