lunes, 28 de septiembre de 2015

FRACTURA CIVIL II *


El pasado día 2 de septiembre, tras un breve viaje a Cataluña, hablaba aquí mismo de la fractura civil que había provocado entre los ciudadanos catalanes la convocatoria del plebiscito secesionista disfrazado de elecciones autonómicas. No digo fractura política, sino civil.

Las dos opciones secesionistas, la coalición de CDC y ERC, por una parte, y la CUP por otra, sí han planteado un escenario de fractura política, pero lo que hoy por hoy han conseguido es la fractura civil de sus conciudadanos.

Hay fractura política cuando los gobernados no reconocen legitimidad a los gobernantes, y sin duda esa es la pretensión del independentismo: la ruptura con el Estado español, no reconociéndole autoridad sobre una Cataluña pretendidamente soberana. Pero a la vista de los resultados no parece que esa sea la posición general de los catalanes, que podrán discrepar radicalmente del gobierno de turno (autonómico o nacional), pero que no ponen en entredicho su legitimidad para gobernar.

Lo hayan querido o no, los catalanes se han visto obligados a elegir entre el y el no, más allá de sus preferencias ideológicas, de manera que en el a la independencia la burguesía tradicional ha compartido cama política con la izquierda burguesa, y mesa y mantel con la anticapitalista, y en el no se han visto envueltos todos los demás, desde la derecha mas rancia del PP a los transversales de Podemos. En este plebiscito enmascarado no ha entrado en juego la disputa entre ideologías, sino entre catalanes. Esa es la fractura. 
 
Con algo más del 99% escrutado ganan en escaños los soberanistas (72), pero en porcentaje de voto ganan los no soberanistas (en torno a un 52%); gana en escaños (62) la coalición soberanista de CDC y ERC, pero necesitan para gobernar a la CUP (10 escaños) que de ninguna manera acepta la presidencia de Mas (y podría abstenerse); pierden todos los demás, pero ganarían si se unieran en una unión imposible (de 63 escaños) entre Ciutadans, PSC, Catalunya Sí que es Pot y PP (y la CUP se abstuviera).

Los secesionistas dicen sentirse legitimados para continuar el procés d'independència obviando a más de la mitad de la población catalana que ha elegido una opción distinta. Es su forma de explicitar que el nacionalismo está para ellos por encima de cualquier consideración.

* Publicado en elplural.com Opinión. 28.09.2015

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