Parece
que todo el mundo está encantado con el debate a cuatro organizado y
publicitado como un un acontecimiento decisivo por ATRESMEDIA
CORPORACIÓN.
Ganó el debate,
se ha dicho, nada
volverá a ser como antes.
Puede ser, pero a mí me pareció un teatrillo de sobreactuaciones y
de lugares comunes, una retahíla de papeles aprendidos, una
impostura.
Un
debate diseñado milimétricamente (el escenario, el sonido, las
luces, las cámaras, las posiciones, los presentadores, etc.) y
presentado a bombo y platillo como un espectáculo verdaderamente
especial y distinto, como algo nuevo y decisivo.
Y
sin duda ha ofrecido elementos nuevos: estaban invitados los que no
están en el Congreso, pero sí en las encuestas y en los medios, y
no estaban invitados los que sí están en el Congreso, pero o bien
se han quedado huérfanos de medios (léase la IU de Garzón, por
ejemplo) o bien son ninguneados por foráneos
o por localistas.
Y
más, más cosas nuevas: había cuatro invitados, pero solo tres
aspirantes a presidir el futuro gobierno porque el cuarto, el
presidente en funciones, el que se postula como presidente in
pectore,
mandó un sustituto mientras estaba no sé dónde (en Doñana,
dicen). Y alguna más: tres invitados representaban a sus respectivos
partidos, pero la sustituta del ausente representaba no a su partido,
sino al gobierno. Hasta fue tratada como vicepresidenta
(y ella se encargó de recordarlo: soy
la vicepresidenta del gobierno,
dijo). Y más: con la que está cayendo en Cataluña, los
organizadores del debate se permitieron el lujo de dejar fuera a los
nacionalistas (con los que no comulgo, por cierto).
Haciendo
recuento, lo único que me gustó fue el minuto final de Iglesias
(con el que tampoco comulgo) que, pese a su aroma demagógico y
efectista, nos dijo la verdad de lo que no deberíamos olvidar. Todo
lo demás, me pareció de plástico. Oí un montón de palabras, pero
apenas oí un par de ideas. O sea, otro concurso de la tele.
* Publicado en elplural.com Opinión. Tribuna Libre. 9.XII.2015
La verdad es que fue bastante molesto ver como algo posiblemente serio como un debate acabó anunciándose como si se tratara de "sálvame deluxe" o "chiringuito de jugones", estoy totalmente de acuerdo contigo.
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