lunes, 21 de septiembre de 2015

SENTIRSE ESPAÑOL, O NO. *


Fernando Trueba, al recoger el Premio Nacional de Cinematografía, ha dicho que nunca se ha sentido español, ni cinco minutos. Y se ha montado un buen lío: descalificaciones, insultos y sobre todo reproches por no rechazar el premio. Como si sentirse español fuera obligatorio.
 
En estos tiempos de fervores nacionalistas, donde sin pudor se hacen públicos los sentimientos de cada quien (yo me siento catalán, yo me siento español, yo me siento tan español como catalán, se oye decir), a quienes no somos nacionalistas, nada nacionalistas, de ningún nacionalismo, nos reconforta oír cómo alguien no tiene ningún sentimiento nacional.

En los sentimientos no manda nadie, ni siquiera uno mismo, y ni se puede impedir ni se puede obligar a alguien a tener tales o cuales sentimientos, de manera que a nadie puede extrañar que alguien se sienta lo que sea o no se sienta como otros quisieran que se sintiera. Hacer obligatorio un determinado sentimiento inevitablemente lleva a la violencia, como continuamente vemos en los crímenes de género.

Mi DNI me identifica como ciudadano del Estado español, y me parece bien (ejerzo mis derechos, pago mis impuestos, procuro cumplir las leyes, etc.), pero desde luego no me obliga a sentirme madrileño, español, europeo o ciudadano del mundo. Mi DNI habla de mi personalidad jurídica, pero afortunadamente nada dice ni de mis afectos ni de mis emociones.

El ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, en respuesta al discurso de Trueba, dijo que él sí se siente español y que se alegra de las victorias de España. Seguro que el ministro, nacido en Tetuán cuando era colonia española (y que hoy es parte de Marruecos) entenderá bien que sería inútil forzarle para que se sintiera marroquí.

* Publicado en elplural.com Opinión. 21.09.2015

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