lunes, 30 de octubre de 2017

TODO EN CINCO HORAS: REPÚBLICA, 155 Y ELECCIONES

De tanto agitar entre todos durante tantos meses la botella de cava catalán, al final el corcho ha saltado y el espumoso ha salido a chorros, empapándolo todo: en apenas cinco horas se han comprimido meses de tiras y aflojas del conflicto institucional entre la Generalitat secesionista y el Estado.
A primeras horas de la tarde se proclamaba la República catalana en un Parlament medio vacío y con los votos vergonzantemente ocultos en el anonimato incongruente del voto secreto -¡para evitar las consecuencias penales que les impondría un Estado del que, desde la proclamación, dicen no ser parte!. Estrategia y astucia, dicen unos; simplemente cobardía, dicen otros.
A media tarde el Senado autorizaba al Gobierno a aplicar las medidas propuestas al amparo del artículo 155CE. Medidas muy duras que permiten cesar al Govern y a los altos cargos, limitar las funciones del Parlament y, en suma, controlar por completo la Generalitat durnante un plazo -prorrogable- de seis meses. Finalizada la votación, reunión extraordinaria del Consejo de Ministros para ejecutar las primeras disposiciones. El a por ellos, dicen unos; simplemente cumplimiento de la ley, dicen otros.
A última hora de la tarde, el Presidente del Gobierno explica lo acordado. Todo lo previsto hasta que, en una pirueta inesperada -y pillándonos a todos, propios y extraños, a contrapié- disuelve el Parlament y convoca elecciones autonómicas para el día 21 de diciembre -las que un día antes el President estaba decidido a convocar y que, por algún motivo -presiones, miedo, resignación-, descartó.
No sé de quién ha sido la idea de convocar las elecciones inmediatamente, ni sé si valdrán para empezar a resolver el conflicto, pero ha sido sin duda una idea lúcida: desarma el discurso de pueblo sometido a un Estado represor, es estrictamente democrática y pacífica -para satisfacción y tranquilidad de Europa-, acorta los plazos máximos y contenta a PSOE y Cs. ¿Decidirá el independentismo depuesto presentarse a esas elecciones?

viernes, 27 de octubre de 2017

ALICIA EN WONDERCAT *


Un momento más tarde, Alicia se metía también en la madriguera, sin pararse a considerar cómo se las arreglaría después para salir. Al principio, la madriguera del conejo se extendía en línea recta como un túnel, y después torció bruscamente hacia abajo, tan bruscamente que Alicia no tuvo siquiera tiempo de pensar en detenerse y se encontró cayendo por lo que parecía un pozo muy profundo”. Esto escribía Lewis Carroll en su Alice in wonderland, pero bien podría ser la descripción del disparatado proceso secesionista wondercat que nos envuelve desde hace días que parecen meses -o meses que parecen años- metido en la madriguera sin haber previsto cómo salir de ella y cayendo sin parar por un pozo muy profundo.

Como se sabe, no es el Alicia de Carroll simplemente un cuento infantil, sino un riguroso ejercicio de lógica oculto tras un lenguaje y unos hechos disparatados. Y algo de eso nos está pasando porque, como Alicia persiguiendo al conejo blanco, el nacionalismo catalán ha ido tras el conejo de la independencia que se le escapaba corriendo y mirando el reloj, y, como Alicia, el 1-O abrió una puerta que nos ha metido a todos en un mundo irreal.

¿De verdad ha pasado solo un mes desde aquel 1-O? Han pasado tantas cosas en estas semanas, tan distintas y tan iguales, que a la vez parece que fue ayer mismo y que hace meses que ocurrió. Todo pasa tan lentamente deprisa como rápidamente despacio, en un tiempo detenido y frenético, y en un espacio irrealmente real.

Todo se agolpa y se mezcla en la memoria tan caóticamente que apenas se puede ordenar cronológicamente. Aquellos dedos rotos que no estaban rotos; aquella declaración no declarada y suspendida temporalmente; aquella firma solemne sin efectos legales; aquel discurso del Jefe de Estado como si lo fuese del Gobierno; aquellas cartas de Rajoy pidiendo explicaciones de lo que no podía tenerla; aquellas cartas de Puigdemont pidiendo diálogo condicionado sin condiciones previas… hasta llegar al anuncio de elecciones autonómicas -para evitar que la reina de 155 corazones le cortara la cabeza a la Generalitat- para desdecirlo pocas horas después. Todo absurdo, sí, pero consecuencia de la lógica aplastante del deseo irreal de unos y la trinchera legal de otros.

Volvamos a Alicia: “-¿Has encontrado la solución a la adivinanza?, preguntó el Sombrerero loco dirigiéndose de nuevo a Alicia. -No. Me doy por vencida. ¿Cuál es la solución? -No tengo la menor idea, dijo el Sombrerero”.

Post scriptum: Esta tarde el Parlament proclamó la República catalana y el Senado autorizó al Gobierno aplicar las medidas propuestas en virtud del 155. Apenas unas horas más tarde, mientras los más fervorosos celebraban la independencia en la calle, el Gobierno ha cesado a todo el Govern y, en una pirueta inesperada, ha convocado elecciones autonómicas para dentro de 54 días (eso que ayer estuvo a punto de hacer Puigdemont). Todo esto en menos de doce horas. Seguro que el gato de cheshiere estará sonriendo.

* Publicado en infoLibre. Librepensadores (casi un mes más tarde). 22.11.2017
https://www.infolibre.es/noticias/club_infolibre/librepensadores/2017/11/29/alicia_wondercat_71963_1043.html

martes, 24 de octubre de 2017

ENSEÑAR LA ZAPATILLA *


El artículo 155 no es nuevo. Desde 1978 forma parte del Capítulo Tercero -De las Comunidades Autónomas- del Título VIII -De la organización territorial del Estado- de la Constitución. Contiene lo que en derecho constitucional se llama coacción o coerción federal por ser típico de Constituciones Federales y es una de las fórmulas para la resolución de conflictos entre un Gobierno Federal (en este caso el Gobierno de España) y el de alguna Federación (en nuestro caso, de alguna Comunidad Autónoma) haciendo prevalecer la autoridad del Estado si una Comunidad incumple los deberes que imponen la Constitución y las leyes o atenta gravemente contra el interés general.

Lleva vigente los mismos 39 años que tiene la Constitución, pero es cierto que nunca se ha utilizado. La sola advertencia de su aplicación -algo así como enseñar la zapatilla- bastó para revertir la situación la única vez que estuvo cerca de aplicarse, probablemente porque su redacción genérica e impredecible -que permite al Gobierno tomar las medidas que considere adecuadas para obligar al cumplimiento forzoso de lo incumplido- es coacción suficiente. Sin embargo esta vez la sola advertencia no ha servido para resolver el conflicto institucional.

Que nunca se haya aplicado materialmente indica al menos dos hechos: que la lealtad constitucional de las Comunidades Autónomas ha sido la norma durante estos 39 años; y que no hay experiencia de la eficacia de su aplicación efectiva: qué medidas se deben tomar, durante cuánto tiempo deben aplicarse, que consecuencias imprevistas pueden provocar y cómo retornar a la situación de lealtad, es decir, cómo y cuándo levantar la coacción. Por eso da vértigo.

Durante estos días se rumoreaba -y se daba por cierto- que la aplicación del 155 en Cataluña sería de perfil bajo, y se insinuaba que se paralizaría si el President convocaba elecciones. Pero no ha ocurrido, pese a las presiones internas y externas para que las convocara. Para sorpresa de muchos -y escándalo de tantos por exceso o por defecto- el Gobierno ha optado por pedir autorización al Senado para una aplicación de máximos con medidas muy duras para controlar la Generalitat y, en consecuencia, toda la autonomía de Cataluña.

Puede que el Gobierno efectivamente esté realmente decidido a aplicarlas, pero cabe otra lectura más estratégica aunque no menos peligrosa: ¿y si tal dureza no fuera más que el anuncio de lo que el Gobierno está dispuesto a hacer si el President no convoca elecciones? Algo así como mostrar los efectos del zapatillazo para forzar las elecciones que eviten más moretones políticos, sociales y económicos.

* Publicado en elperiodico.com Entre Todos, en una versión algo más breve, con el título 155, enseñar la zapatilla. 27.10.2017. [tarde ya, cuando se acaba de proclamar ilegalmente la República catalana y se ha votado en el Senado la aplicación del 155].

http://www.elperiodico.com/es/entre-todos/participacion/155-ensenar-zapatilla-146719

jueves, 19 de octubre de 2017

CUANDO EL PROBLEMA ES LEJANO Y AJENO * **


Doy por seguro -es solo una certeza moral- que el Gobierno de España comparte información confidencial con sus socios, no solo europeos, y que los servicios de inteligencia de todos los países recaban información sobre cualquier situación que pueda afectar, directa o indirectamente, a sus Estados. Así que doy por seguro que los gobiernos manejan más y mejor información que los ciudadanos de a pie.

Si es así, doy por cierto que los servicios de inteligencia y el gobierno mismo informan de primera mano, puntual y detalladamente a quien corresponda -sus respectivos gobiernos; nuestros socios y aliados- sobre lo que está pasando y puede pasar en el conflicto secesionista. De ahí que todos hayan entendido la gravedad de la situación por el incumplimiento de la legalidad y el intento de superposición de otra legalidad desobediente; y por los efectos económico-sociales que pudiera generar en la región, el país y el continente, por un indeseado efecto dominó independentista.

Todo el entramado independentista -por ahora político y civil- se esfuerza por internacionalizar su reivindicación, pidiendo apoyo a los gobiernos y haciéndose visible a la opinión pública europea. El apoyo gubernamental no ha llegado y para la opinión pública de los europeos el problema es probablemente tan lejano y ajeno como para nosotros el ucraniano o el secesionismo escocés: lo vemos en las noticias, entendemos más o menos lo que ocurre y pasamos a la siguiente noticia.

El reto secesionista, que plantea un enorme problema político, jurídico e institucional, puede degenerar en un problema infinitamente más dramático que haga peligrar la paz. Me obligo a pensar que el Govern de la Generalitat descarta usar la fuerza, pero me cuesta creer que no lo quieran los más enfebrecidos secesionistas, pensando que así Europa -o la ONU- se movilizará. Recuerden estos que el dolor de las imágenes bélicas en el espectador lejano dura apenas unos minutos más que la noticia. Que Metis se apiade de nosotros y nos guíe.

* Publicado en elperiodico.com Entre Todos con el título "La internacionalización del secesionismo no prospera". 23.10.2017
http://www.elperiodico.com/es/entre-todos/participacion/internacionalizacion-del-secesionismo-catalan-prospera-146001#

** Publicado en infoLibre Librepensadores el 21.11.2017 (¡¡un mes más tarde!!)
https://www.infolibre.es/noticias/club_infolibre/librepensadores/2017/11/21/cuando_problema_lejano_ajeno_72141_1043.html#com 

martes, 17 de octubre de 2017

DEL JUEGO AL FUEGO *

Tras la brutal experiencia de la guerra civil europea -la Gran guerra del 14, la civil española del 36, sobre todo la Segunda guerra mundial del 39 y las balcánicas de los años 90, entre otros conflictos- muchos creíamos desde la izquierda que los nacionalismos en Europa, siempre supremacistas y excluyentes, siempre fundamentalistas y ansiosos de multitudes enfervorizadas, eran algo de otro tiempo -extemporáneos, intempestivos-, reliquias ya fuera de lugar. Y nos equivocamos. Solo estaban agazapados, hibernando en sus oseras y esperando la primavera que les despertara.

En Italia, en Hungría, en Polonia, en Austria, en Alemania o en Francia la precariedad laboral, la inmigración, el éxodo de los refugiados o el fundamentalismo islámico han sido las excusas para el despertar del nacionalismo filofascista, como en Estados Unidos el nacionalcapitalismo de Trump -el America first-. En España ha sido el secesionismo avaricioso -surgido de la unión contranatura de la burguesía, la izquierda (?) republicana y una supuesta izquierda (?) revolucionaria y antisistema- lo que ha hecho salir en este otoño sofocante lo más turbio de los nacionalismos catalanista y españolista.

No basta con decir que el desastre no va a pasar, que no se llegará a tanto, que antes de la furia se llegará a una solución. No basta porque cada día que pasa la situación está un poco más tensa y los ánimos de la gente están más exaltados. Todos dicen querer distender el problema y querer diálogo, pero consienten o alientan que los más furibundos aviven y empuñen la munición más peligrosa: el odio. Peligran el respeto a la ley, el bienestar económico, la cohesión social, la estabilidad política, la integridad territorial... Pero lo verdaderamente grave es que peligra la vida de la gente.

Y es que ya están todas las cartas sobre la mesa -las de Puigdemont a Rajoy, las de Rajoy a Puigdemont-, pero de sobra saben ambos que esto no es un juego de cartas, una competición para ver quién se lleva el premio de las apuestas, sino algo mucho más macabro porque ambos, mientras sujetan con una mano el manojo de cartas, con la otra acarician lo que guardan en sus cartucheras: la resistencia en la calle, la intervención de las instituciones, la petición de ayuda exterior, el curso de los procedimientos judiciales… Y mucho me temo que ambos están dispuestos a pasar del juego al fuego y utilizar el último cartucho: la seguridad física y la vida de los ciudadanos.

Quienes tienen y controlan el poder, saben bien que, abierta la veda del odio, ese vecino pacífico que amablemente da los buenos días, que se disculpa sinceramente si tropieza con alguien, que bromea, que charla amigablemente puede convertirse en un cruel verdugo orgulloso de sí mismo, satisfecho de servir a la patria que le reclama. Lo terrible es que ese vecino puedo ser yo o cualquiera de nosotros. Eso y no otra cosa es lo que debería estar denunciando la izquierda.

* Publicado en Crónica Popular. 20.10.2017
https://www.cronicapopular.es/2017/10/del-juego-al-fuego/

viernes, 13 de octubre de 2017

ELECCIONES AUTONÓMICAS ANTES DEL DESCALABRO * **

Los que hemos sido apaleados por la policía alguna vez cuando nos manifestábamos, de sobra sabemos dos cosas: que te sientes humillado e indignado -enrabietado, impotente- y que los antidisturbios no son hermanas de la caridad cuando les ordenan cargar. Y supongo que ambas impresiones las tiene cualquier apaleado de cualquier lugar del mundo.

Cuando alguien bien pertrechado de armas pega a alguien indefenso es fácil entender que el que cobra es la víctima y no es difícil ponerse -aunque sea retóricamente- de parte del apaleado. ¿A quién puede extrañar que las imágenes de la policía golpeando a la gente el 1-O hayan indignado a (casi) todo el mundo en (casi) todo el mundo? Claro que Europa tenía que condenarlas, faltaría más. Pero lo cierto es que la condena se hace con la boca pequeña: todos saben que sus propios antidisturbios actúan o han actuado de la misma manera no solo alguna vez. Por eso el rédito político que ganó el soberanismo, por mucho que ha querido prolongarlo internacionalmente explotándolas, apenas ha durado dos telediarios y el apoyo político internacional deseado no ha llegado.

Puigdemont está en un brete. El martes, en el Parlament, pasó lo que pasó -en palabras de Tardá. Y lo que pasó fue un sinsentido bien resumido por Iceta: no se puede suspender lo que no se ha proclamado. Se proclamó después, al margen del Parlament, en un documento privado sin más valor que el simbólico. El Gobierno le requiere para que aclare, en el plazo establecido y con la precisión de un sí o un no, si se declaró la independencia. Pero la pregunta solo puede tener una respuesta contradictoria: sí y no; política y simbólicamente, sí, pero jurídica y legalmente, no -no se votó-; en el imaginario de los deseos, sí, pero en la cruda realidad, no.

El jueves 19 acaba el plazo dado. Después, aplicación gradual del 155. Quizá la única opción que tenga Puigdemont sea firmar el día 18 la convocatoria de elecciones y disolver el Parlament. Las otras opciones conducen al descalabro.

* Publicado en elperiodico.com Entre Todos. 16.10.2017
http://www.elperiodico.com/es/entre-todos/participacion/elecciones-autonomicas-antes-del-descalabro-145039# 

** Publicado en las ediciones en papel, en castellano y catalán:
 

miércoles, 11 de octubre de 2017

PUIGDEMONT APLICA UN 155 AL GOBIERNO *


La aplicación del artículo 155 de la Constitución parte de un requerimiento al presidente de la Comunidad que no cumple las obligaciones que la Constitución le impone y, si no es atendido tal requerimiento, previa autorización del Senado por mayoría absoluta, el gobierno puede tomar las medidas que considere necesarias para hacer cumplir lo incumplido. O sea, entre el requerimiento y la aplicación de medidas coactivas hay un impasse.

Parece que Puigdemont ha utilizado un procedimiento similar: antes de hacer efectiva la independencia -que asume como mandato del referéndum- la deja en suspenso y hace un requerimiento al gobierno y a la comunidad internacional -que realmente era la destinataria del discurso- para responder a su oferta de diálogo en igualdad. O sea, un impasse para negociar.

Todo esto quiere decir sin embargo que el gobierno -si por fin aplica el 155 como parece que va a hacer- le estará diciendo a Puigdemont que si no vuelve a la legalidad constitucional, tomará las medidas necesarias para obligarle. Y que el govern le está diciendo a Rajoy que si no negocia las condiciones de la independencia de Cataluña, la declarará indefectiblemente. O sea, que realmente las posiciones no se han movido ni un milímetro y la situación sigue siendo igual de peligrosa, si no más, por las falsas expectativas de victoria que se pudieran estar provocando en unos y otros.

Quizá mientras escribo el gobierno ya haya decidido aplicar el 155 y enviar al president del govern el requerimiento formal para que vuelva a la legalidad constitucional. Pero se equivocaría si no enviara, a la vez y en justa correspondencia, una oferta clara de diálogo fijando expresamente el contenido, el calendario y los interlocutores.

En el edificio del Parlament, pero no en sede y sesión parlamentaria, el govern y los diputados independentistas han firmado el documento por el que constituyen la República catalana. Quizá hayan querido hacer un acto simbólico, pero más ha sonado a desprecio al Parlament.

domingo, 8 de octubre de 2017

EXIJAMOS LA PRUDENCIA POLÍTICA QUE MERECEMOS *


El próximo martes 10 de octubre será un día fundamental, pero no definitivo, en el desarrollo del conflicto entre el secesionismo y el Estado porque de una u otra forma el problema seguirá enturbiando la política española -catalana incluida, claro está-.

Puigdemont lo tiene difícil: o declara la DUI pese a las advertencias del Estado y de cada vez más ciudadanos, instituciones y empresas sobre sus nefastas consecuencias económicas, sociales y políticas; o incumple la ley que tan abruptamente aprobó el Parlament -y que el TC anuló- y aplaza la independencia sine die. En ambos casos se enfrentará a la respuesta dura de los que piden que se detenga esta locura -con diálogo, con mediación, con pragmatismo…-, o de quienes exigen la independencia sí o sí -la CUP, ANC, Omnium…- tenga las consecuencias que tenga.

¿Podría Puigdemont el martes evitar la DUI? Sí. Quizá bastaría con declarar la voluntad manifiesta de alcanzar la independencia; reconocer que en el momento actual no es posible sin poner en riesgo la seguridad física, la cohesión social y el bienestar económico de los ciudadanos; y, a continuación, anunciar la convocatoria de elecciones autonómicas que configuren un nuevo Parlament en condiciones suficientes para negociar con el Estado la singularidad de Cataluña en la actual Constitución -quizá reformada- o en una nueva.

Motivos hay suficientes para la convocatoria: los electores tienen hoy más datos y más fiables sobre las consecuencias de la independencia y de la actitud del Gobierno de España y de las instituciones tanto del Estado como de la UE. Pero igualmente unos y otros tienen suficientes motivos para temer unas nuevas elecciones: que solo sirvan para mantener vivo y enconar más el conflicto bien porque el independentismo se desinfle, bien porque reciba un apoyo abrumadoramente mayoritario.

El momento es grave y muy grave la responsabilidad de quienes tienen que tomar las decisiones. Exijámosles a todos la prudencia política que nos merecemos los ciudadanos.

* Publicado en elperiodico.com Entre Todos con el título "El pueblo merece responsabilidad política". 10.10.2017

http://www.elperiodico.com/es/entre-todos/participacion/pueblo-merece-responsabilidad-politica-144075

miércoles, 4 de octubre de 2017

EXIJO QUE PAREN ESTO * **


Ni soy nadie ni me creo más que nadie. Simplemente soy gente, un humano más, un ciudadano entre tantos. Siento que estamos en peligro, en peligro real; que peligra la seguridad de mi mujer, mis hijas y mis yernos, de mis nietas, de mi madre y mis hermanos, de la gente a la que quiero… de toda esa otra gente que ni somos nadie ni nos creemos más que nadie. Seguro que somos millones.

Probablemente a muchos les parecerá una exageración, o que no debo alarmar o que soy un cobarde, no sé. Pero creo que debo decir lo que creo que está en el ánimo de mucha gente y nadie quiere decir: estamos en peligro real porque este conflicto entre los secesionistas y el Estado nos puede llevar otra vez a la violencia ciega de las armas.

Desde mi condición de gente exijo al Govern y al Parlament de la Generalitat, y al Gobierno y al Parlamento del Estado que paren este disparate antes de la DUI y antes del 155, antes de que todo derive en un drama fatal; que lo paren antes de mancharse sus manos y sus conciencias con nuestra sangre.

Ya sé que no soy quién, porque no soy más que gente, pero no se lo pido: se lo exijo.

* Publicado en infoLibre. Librepensadores. 06.10.2017
https://www.infolibre.es/noticias/club_infolibre/librepensadores/2017/10/06/exijo_que_paren_esto_70359_1043.html

* Publicado en elperiodico.com Entre Todos con el título "Ni DUI ni artículo 155". 06.10.2017
http://www.elperiodico.com/es/entre-todos/participacion/exijo-que-paren-esto-143586# 

lunes, 2 de octubre de 2017

IMPRUDENTES, INSENSATOS Y TEMERARIOS *


Para Aristóteles (384-322 aC) la prudencia (phrónesis) es una de las cinco formas de acceso a la verdad; un saber actuar reflexionando y eligiendo lo mejor en cada situación; un saber práctico -moral, político- que se puede aprender de los ejemplos de otros y de la propia experiencia, pero que no se puede enseñar: de nada vale decir a otro qué debe hacer, -o, como dice el refrán, no me des consejos que sé equivocarme solo-.

Si es así, la prudencia está más cerca de la sensatez que de la cautela y la moderación que propone la RAE, y es radicalmente contraria a la temeridad y al disparate. Y, si es así, no me cabe duda de que todo lo que ha pasado y está pasando en la grave confrontación institucional por el secesionismo en Cataluña es resultado de la imprudencia de unos y otros, del Govern y del Gobierno, de Puigdemont y de Rajoy -y los coros que los acompañan.

No sé si Rajoy y Puigdemont -y sus asesores políticos- se han parado a reflexionar en serio o si se han dedicado a seguir sus respectivos guiones ideológicos y a improvisar acciones y reacciones según se iban presentando. Lo que sí sé es que si la prudencia es elegir lo bueno, tenemos pruebas más que suficientes para decir que en todo este maldito proceso unos y otros han sido tan imprudentes e insensatos que han preferido elegir lo útil para imponer sus tesis y no lo bueno para todos. Los desafíos e imposturas legales de unos; el uso de jueces, fiscales y policías como único recurso de otros; y el fingido aplomo de ambos presidentes en sus declaraciones y decisiones, son buena prueba de su imprudencia.

No dudo de que quienes el domingo salieron a la calle dispuestos a impedir que les impidieran votar lo hicieron voluntaria y conscientemente, pero es evidente que han servido a unos y otros como carne de cañón, como barricadas humanas donde desahogar su poder y sus golpes. En esta aberración no hay épica, sino resentimiento y rabia.

Imprudentes, insensatos y temerarios nos están poniendo a todos en el disparadero.