martes, 24 de octubre de 2017

ENSEÑAR LA ZAPATILLA *


El artículo 155 no es nuevo. Desde 1978 forma parte del Capítulo Tercero -De las Comunidades Autónomas- del Título VIII -De la organización territorial del Estado- de la Constitución. Contiene lo que en derecho constitucional se llama coacción o coerción federal por ser típico de Constituciones Federales y es una de las fórmulas para la resolución de conflictos entre un Gobierno Federal (en este caso el Gobierno de España) y el de alguna Federación (en nuestro caso, de alguna Comunidad Autónoma) haciendo prevalecer la autoridad del Estado si una Comunidad incumple los deberes que imponen la Constitución y las leyes o atenta gravemente contra el interés general.

Lleva vigente los mismos 39 años que tiene la Constitución, pero es cierto que nunca se ha utilizado. La sola advertencia de su aplicación -algo así como enseñar la zapatilla- bastó para revertir la situación la única vez que estuvo cerca de aplicarse, probablemente porque su redacción genérica e impredecible -que permite al Gobierno tomar las medidas que considere adecuadas para obligar al cumplimiento forzoso de lo incumplido- es coacción suficiente. Sin embargo esta vez la sola advertencia no ha servido para resolver el conflicto institucional.

Que nunca se haya aplicado materialmente indica al menos dos hechos: que la lealtad constitucional de las Comunidades Autónomas ha sido la norma durante estos 39 años; y que no hay experiencia de la eficacia de su aplicación efectiva: qué medidas se deben tomar, durante cuánto tiempo deben aplicarse, que consecuencias imprevistas pueden provocar y cómo retornar a la situación de lealtad, es decir, cómo y cuándo levantar la coacción. Por eso da vértigo.

Durante estos días se rumoreaba -y se daba por cierto- que la aplicación del 155 en Cataluña sería de perfil bajo, y se insinuaba que se paralizaría si el President convocaba elecciones. Pero no ha ocurrido, pese a las presiones internas y externas para que las convocara. Para sorpresa de muchos -y escándalo de tantos por exceso o por defecto- el Gobierno ha optado por pedir autorización al Senado para una aplicación de máximos con medidas muy duras para controlar la Generalitat y, en consecuencia, toda la autonomía de Cataluña.

Puede que el Gobierno efectivamente esté realmente decidido a aplicarlas, pero cabe otra lectura más estratégica aunque no menos peligrosa: ¿y si tal dureza no fuera más que el anuncio de lo que el Gobierno está dispuesto a hacer si el President no convoca elecciones? Algo así como mostrar los efectos del zapatillazo para forzar las elecciones que eviten más moretones políticos, sociales y económicos.

* Publicado en elperiodico.com Entre Todos, en una versión algo más breve, con el título 155, enseñar la zapatilla. 27.10.2017. [tarde ya, cuando se acaba de proclamar ilegalmente la República catalana y se ha votado en el Senado la aplicación del 155].

http://www.elperiodico.com/es/entre-todos/participacion/155-ensenar-zapatilla-146719

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