En
este juego de la
gallina
en versión catalana que han estado jugando Artur Mas y las dos almas
de la CUP, al final ha sido Mas el que ha dado un
paso al lado
y la CUP, aunque con el motor recalentado y perdiendo piezas, se ha
llevado el premio: Mas no será President.
Viendo
cómo se han desarrollado las cosas en estos tres meses, es
inevitable pensar que esta decisión de ultimísima hora ya estaba en
el ánimo de todos porque ninguno de los jugadores quería llegar a
ese choque con la realidad que sería la repetición de las
elecciones, en las que probablemente perderían apoyos. Han jugado,
sí, pero ambos sabían que uno de los dos se apartaría en el
último minuto, para asegurar la continuidad del procés
y justificarse antes sus electores.
Como
las palabras nunca son inocentes (y aún menos en política), no es
casual que el President
en funciones haya evitado decir que da un
paso atrás
y ha presentado su gesto como un
paso al lado.
Quizá simplemente no haya querido presentarse como perdedor (dando
un paso atrás), pero me parece más verosímil entender que la
expresión lleva un mensaje implícito: me voy, pero me quedo... al
lado: al lado del procés,
al lado de Puigmedont (el que será nuevo President),
al lado del govern.
O sea, que habrá que ver si el papel de Mas será el de President
en la sombra.
Mas
da un paso al lado, pero se lleva por delante algunos trofeos, porque
la virtual ganadora del game
of chicken,
la CUP, sale seriamente dañada en su dignidad parlamentaria cediendo
dos diputados a Junts
pel Sí,
relevando a los diputados más beligerantes contra Mas y
comprometiendo sus votos futuros en el Parlament.
Pronóstico:
durante las próximas semanas, suavemente, se irán dando pasos
políticos y mediáticos para la gran coalición PP/PSOE, esa
coalición a la
alemana
por la que suspiran los que más mandan.
* Publicado en elplural.com Opinión. Tribuna Libre 11.01.2016
No hay comentarios:
Publicar un comentario