lunes, 4 de abril de 2016

SE NOS QUEDA CARA DE GILIPOLLAS

Mires donde mires hay mierda. Corruptos en ayuntamientos grandes y pequeños, en Diputaciones provinciales, en Comunidades Autónomas, en el Parlamento, en la Justicia, en el ejército, en el entorno del Rey, en embajadas, en empresas pequeñas y grandes... Sobornadores y sobornados amasando mordidas, comisiones y fortunas que terminan ocultas para la Hacienda Pública en paraísos fiscales, en zulos o en trasteros. Da igual la Institución que mires, porque en todas hay mierda, olor a dinero podrido por la codicia.

Y mientras a los ciudadanos normalitos y corrientitos, a los que pagamos nuestros impuestos mes a mes; a los que no tenemos cuentas en Suiza ni en Andorra; a los que no tenemos testaferros, ni entramados de empresas opacas en Panamá, ni SICAV, ni ingeniería fiscal; a los que vivimos con lo puesto se nos queda cara de gilipollas.

Dijo la abogada del Estado en el juicio de Urdangarín que lo de hacienda somos todos era un eslogan, una frase publicitaria. Y cada vez está más claro que lo decía en serio: hacienda no somos todos; hacienda somos solo los que pagamos, mientras otros se ríen en nuestras narices y forran sus riñones y los de sus descendientes encriptando su avaricia de guante blanco.

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