En
las elecciones pasadas, las del 20D, el PSOE obtuvo algo
más de cinco millones y medio de
votos, Podemos
y sus confluencias (En
Comú – Podem; Compromís - Podemos - És el Moment; y En Marea)
cinco
millones doscientos mil
e Izquierda
Unida - Unidad Popular en Común
algo
más de novecientos mil.
Si
se sumaran
los
votos de Podemos e UP-IU tendrían
entre ambos casi seiscientos mil votos
más que el PSOE.
Las extrapolaciones que se hicieron en
su día aplicando la Ley Electoral a la suma de esos votos si se
hubieran presentado juntos, estimaban que hubieran sacado ochenta y
cinco diputados (catorce más que los que realmente obtuvieron por
separado) y el PSOE hubiera perdido dos (quedándose en ochenta y
ocho).
Visto
así, parece lógico que tanto Podemos como IU (y los socios de
ambos) se planteen ir juntos a las próximas elecciones del
26 de junio. Y más si se tiene en cuenta que
los sondeos y las
encuestas
que se van publicando en
general no
son desfavorables,
y
que
el
posible
sorpasso
les convertiría en la referencia de la izquierda relegando al PSOE a
la tercera posición.
No
tengo tan claro, sin embargo, que esos votos puedan sumarse
automáticamente. Sin
duda
parte de los
votos tradicionales de IU fueron esta vez a Podemos, pero es
igualmente indudable
que quienes votaron a UP-IU pudieron votar a Podemos y no lo
hicieron.
Probablemente
no es posible hacer una estimación cabal
de cuántos votantes de Podemos no mantendrían su voto en caso de
aliarse con IU; ni
de
cuántos de
quienes votaron
a
IU buscarían otra opción si fuese efectiva la unión con Podemos;
ni
de cuántos nuevos votantes se sumarían al proyecto, pero no es
descartable que el resultado final fuese inferior a la pura suma
automática.
Como
tampoco es descartable que esa unión genere conflictos internos
en
ambas formaciones con sus
socios actuales.
En cualquier caso, habrá que ver cómo
resuelven en las negociaciones los obstáculos y resistencias que
seguro surgirán, por ejemplo, a la hora de confeccionar unas listas
electorales conjuntas y obtener mayores o menores cuotas de poder, de
representación y de visibilidad.
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ResponderEliminarQué alegría leerte, Irene! Claro que sería un avance, pero sigo pensando que no se pueden sumar alegremente los votos de unos y otros. Fíjate que en la encuesta del CIS solo un 12% reconoce que podría haber votado a Podemos el 20D. ¿El 88% decidirá votar a Podemos el 26J? Quizá, claro, pero también es posible que no, o que parte de ellos, no.
ResponderEliminarY veremos si el acuerdo no provoca tensiones sobre todo en las confluencias (en la periferia) a la hora de hacer las listas en provincias que de antemano saben que pueden sacar uno o dos.
diputados. Pero, vaya, la solución la sabremos en cincuenta días.
Un beso
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