Dos
meses antes de las últimas elecciones, el 27 de abril, cuando
Podemos e Izquierda Unida tanteaban la posibilidad de unirse en
coalición en vista de las buenas perspectivas electorales, escribí
el post La suma no es automática * -que
no llegó a publicarse en ningún periódico digital-
en el que dudaba de que efectivamente se pudieran sumar
sin más los votos de unos y otros en las siguientes elecciones.
Argumentaba en él que quienes votaron a UP-IU el 20D pudieron votar
a Podemos y no lo hicieron, aunque los vientos electorales iban
claramente a favor Iglesias Turrión, por lo que podría suponerse
que fueron votos firmes y bien premeditados.
Si
traigo esto ahora no es para apuntarme mérito alguno (de Iriarte
aprendí que al burro le sonó la flauta por casualidad), sino porque
creo que, en parte, explica qué ha ocurrido con el millón largo de
votos que Unidos Podemos, en una amarga mueca del destino, ha perdido
el 26J.
Quizá
haya sido la confianza irracional en esa hipotética suma lo que esté
detrás de la errónea sobrevaloración que los cocineros de
encuestas dieron a la coalición, y de la confianza ingenua del staff
de Unidos Podemos al dar valor a esas previsiones mal cocinadas.
Cocineros
y podemitas obviaron que los votos no son de los partidos,
sino de los ciudadanos, que eligen dárselo a unos u otros según su
criterio. La razón, el sentimiento, el resentimiento, el miedo, el
cálculo, la ilusión, el capricho, la protesta, la pereza, el
castigo, el desencanto, la rabia y hasta el azar son criterios igual
de eficaces y suficientes para decidir el voto o la abstención. Y,
más allá de las encuestas, cada quien sabe qué quiere hacer
finalmente con su voto.
No
es difícil imaginar al votante de UP-IU del 20D perplejo al oír
cómo Unidos Podemos, después llamarle cenizo, izquierdista
tristón, amargado y recomendarle que se cociera en su
salsa llena de estrellas rojas, contase sin más con su voto,
como si efectivamente fuera de ellos y no de quien va a meter la
papeleta en el sobre y el sobre en la urna, si acaso decide ir al
colegio electoral. Como no es difícil imaginar a no sé cuántos
votantes de Podemos del 20D igual de perplejos al ver cómo se pasaba
sin pudor de la transversalidad a presentarse como la izquierda de
toda la vida y como socialdemócratas; o cómo las referencias
bolivarianas desaparecían del discurso y se presentaban
impúdicamente como herederos nada menos que de Salvador Allende
* https://alomosdeunapantera.blogspot.com.es/2016/04/la-suma-no-es-automatica.html
** Publicado en Crónica Popular. 04.07.2016
http://www.cronicapopular.es/2016/07/una-mueca-del-destino/ .
** Publicado en Crónica Popular. 04.07.2016
http://www.cronicapopular.es/2016/07/una-mueca-del-destino/ .
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