La derechona de siempre -esa que
diagnosticó literaria y espléndidamente Umbral-, tan soberbia
como siempre, tan ensimismada y estúpida como siempre, le está
haciendo el caldo gordo a Iglesias y a Podemos.
Primero le regalaron su insulto, la casta, que inventó esa derechona para desacreditar la política y a los políticos, y proteger su cartera, que siempre ha sido su verdadera patria (su patrimonio de siglos). Poco le costó a Iglesias y a su grupo hacer bandera de la imagen y rentabilizarla metiendo a todos (derechona incluida) en el mismo saco: la casta, los políticos al uso. Que 180000 votantes tradicionales del PP hayan votado a Podemos no es una casualidad, sino un síntoma.
Tan liberales como dicen ser, no aguantan los de esta derechona engreída que los votos no vayan a gente de orden y como dios manda: viviéndose como dueños naturales, no soportan que el populacho pise sus alfombras. Y, tras el indiscutible y sorpresivo para todos éxito de Podemos en las pasadas elecciones europeas, esa derechona salió en tromba para acusar a Iglesias y a sus compañeros de todo lo imaginable. Nada le ha costado al nuevo eurodiputado y a su grupo sacar partido de tanto acoso: en unas pocas horas recibió más de 17.000€ mediante pequeñas contribuciones de ciudadanos (eso que llaman crowdfunding) para sufragrar los gastos de las demandas de conciliación que interpondrá a la presidenta del PP de Madrid, Aguirre, y el tertuliano Inda (y las consiguientes querellas posteriores si no rectifican públicamente). Esos 17000€ no son una casualidad, sino un síntoma.
Primero le regalaron su insulto, la casta, que inventó esa derechona para desacreditar la política y a los políticos, y proteger su cartera, que siempre ha sido su verdadera patria (su patrimonio de siglos). Poco le costó a Iglesias y a su grupo hacer bandera de la imagen y rentabilizarla metiendo a todos (derechona incluida) en el mismo saco: la casta, los políticos al uso. Que 180000 votantes tradicionales del PP hayan votado a Podemos no es una casualidad, sino un síntoma.
Tan liberales como dicen ser, no aguantan los de esta derechona engreída que los votos no vayan a gente de orden y como dios manda: viviéndose como dueños naturales, no soportan que el populacho pise sus alfombras. Y, tras el indiscutible y sorpresivo para todos éxito de Podemos en las pasadas elecciones europeas, esa derechona salió en tromba para acusar a Iglesias y a sus compañeros de todo lo imaginable. Nada le ha costado al nuevo eurodiputado y a su grupo sacar partido de tanto acoso: en unas pocas horas recibió más de 17.000€ mediante pequeñas contribuciones de ciudadanos (eso que llaman crowdfunding) para sufragrar los gastos de las demandas de conciliación que interpondrá a la presidenta del PP de Madrid, Aguirre, y el tertuliano Inda (y las consiguientes querellas posteriores si no rectifican públicamente). Esos 17000€ no son una casualidad, sino un síntoma.
Son tan soberbios que no lo entenderán y seguirán regalándole portadas a Iglesias y dando aún más argumentos a sus seguidores. Son tan estúpidos que no han entendido aún que a este que desprecian, ese perroflauta como despectivamente dicen, ha entrado en Hamelín.
* Publicado en elplural.com Opinión. 11.VII.2014
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