El diputado nacional Pedro Sánchez Castejón ha sido elegido
secretario gerenal del PSOE al obtener prácticamente la mitad de los
votos emitidos en las primarias que para ello convocó el Partido
Socialista. En el Congreso Extraordinario de los días 26 y 27 de
julio, si todo ocurre como está previsto, se ratificará tal
elección y será nombrado secretario general.
Mucho se ha hablado durante estos días del alma
republicana del partido, de la vocación de izquierdas de sus bases,
de su punto ácrata,
etc. Pues se acabaron los mitos: la
mitad de sus militantes han elegido la opción más parecida y más
cercana a lo que durante estos años de permanente declive ha sido el
partido; si ésta era la oportunidad de girar realmente
a la izquierda, la mitad de las bases ha
preferido no aprovecharla y ha elegido no moverse de donde están.
Mucho tendrá que esforzarse el nuevo secretario
general para convencer a ese electorado que dejó de votarles (y a la
mitad de sus militantes) de que efectivamente las cosas se van a
hacer de otra manera.
Pérez Tapias ha insistido en la necesidad de que
el PSOE se reubicase en la izquierda y del riesgo cierto de
desaparecer o de quedar reducido a un papel testimonial (como ha
ocurrido a otros partidos socialistas en Europa) si no lo hace.
Parece, sin embargo, que los militantes no se lo creerán hasta que
efectivamente ocurra. Y claro que puede ocurrir. Yo mismo escribía
en abril de 2013 que los años de
historia no son una vacuna y citaba la
desaparición de partidos de gobierno centenarios (como el PSI, por
ejemplo) para advertir de ese mismo riesgo.
Habrá que esperar a ver qué hace el nuevo secretario general, pero los partidos que han recogido esos votos de izquierda que tuvo el PSOE, están de enhorabuena.
Habrá que esperar a ver qué hace el nuevo secretario general, pero los partidos que han recogido esos votos de izquierda que tuvo el PSOE, están de enhorabuena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario