Mientras los mineros andaban iluminando Madrid entre aplausos, se preguntaba retóricamente el presidente Rajoy en el Congreso si tanto esfuerzo va a merecer la pena: ¿Servirá de algo? ¿Servirán de algo tanta estrechez y tantas apreturas? Se refería, claro está, a su propuesta de “reformas” (léase recortes) para ahorrar 65000 millones en dos años. Y se contestaba no menos retóricamente: La respuesta es un sí con toda rotundidad. [-] Estoy convencido de que al final del sacrificio nos espera la recompensa.
La pregunta, sin embargo, no es si servirán de algo los
recortes, sino a quiénes servirán y a quiénes no. Y para quiénes será la
recompensa.
No les servirán a los desempleados, que perderán prestaciones
(eso que antes llamábamos derechos, recuerdan) de manera que ni tendrán trabajo
ni tendrán cobertura suficiente; ni a los futuros pensionistas, que nos maljubilaremos a partir de los 67 años,
si es que llegamos, y en peores condiciones; ni a las personas dependientes y
sus cuidadores, que antes de empezar a disfrutar de sus derechos, ya se los
recortan; ni a los empleados públicos, a quienes, después de sucesivas bajadas
de sueldo, se les quita la paga de navidad (por ejemplo, a esos que felicitaba el
presidente por hallar sano y salvo el Códice robado, o a esos que pasarán la nochebuena haciendo guardia en urgencias);
ni a los consumidores en general, que pagaremos más IVA. O sea, no nos servirá
a los ciudadanos normalitos y corrientitos, a usted o a mí.
Sí le servirá a los prestamistas, que ya nos tienen donde
querían, bien acorralados y dispuestos a ceder lo que sea con tal de que nos
sigan prestando abusivamente. Sobre todo les servirá a los usureros porque,
visto lo visto, no pararán en su rapiña y, cuando quieran, de nuevo saltarán
por los aires la prima de riesgo y el bono a diez años. Y más “reformas”, hasta
que se queden con todo y codicien otro campo de caza. ¿Se piensan que con estas
medidas pararán? Pues no, no pararán, porque la codicia nunca tiene límites.
Les servirá también a esos ideólogos del fundamentalismo
neoliberal, locales, europeos o intercontinentales, que aprovecharán para
achicar el Estado cada vez más, (se
llevará a cabo un proceso de liberalización y, en su caso, privatización de los
servicios, ha dicho hoy el presidente Rajoy). Y supongo que les servirá a
todos esos Diputados del Partido Popular que alegremente aplaudían y celebraban
las “reformas” (que se jodan los
socialistas, habrá pensado más de uno).
España saldrá de la crisis, seguro. El problema es si
saldremos los españoles y cómo saldremos de empobrecidos económica, política,
social y moralmente.
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