¿Será este el mapa de España en unos meses, o en unos años? Visto así, como un mapa en colores, no hay mucha diferencia: unos cuantos kilómetros menos de costa y un par de fronteras más.
Pero visto desde el punto de vista de la población, entonces hablamos de unos nueve millones de habitantes menos, o sea, un 19% menos. Y si es desde el punto de vista del PIB del total del Estado, la pérdida equivaldría a una cifra próxima a un 25% menos, o sea, un cuarto del total.
Si las cifras las separásemos, veríamos que la parte del león se la lleva Cataluña: un 16% de la población y un 18,5% del PIB. Y el President Mas lo sabe, evidentemente. Que efectivamente para el conjunto del Estado la secesión de Cataluña sería una pérdida importante (y la del País Vasco, menos) es obvio. Pero no es menos evidente que Cataluña tendría serios problemas para vivir separada con su peso económico (y más problemas fuera de la Unión y fuera del euro).
Lo más grave de la apuesta secesionista, sin embargo, no me parece el tema económico, sino lo que tiene de ideología (de nacionalismo cuasi étnico) discriminadora, como cualquier nacionalismo, como el nacionalismo españolista que en Cataluña llaman Madrid, como el nacionalismo estúpido que llama polacos a los catalanes. Mucha caspa, mucho provincianismo, mucha estupidez alentada desde los discursos de quienes deberían velar por el bien común, de unos de y otros. Mucha vanidad y mucho caudillismo salvapatrias.
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