lunes, 15 de octubre de 2012

QUÉ CANSANCIO

Nada, que no me lo quito de encima. Me lo encuentro hasta en el teclado. Esta mañana, mientras iba en el autobús interurbano camino del trabajo, en la radio sonaba la voz de Carlos Herrera entrevistando al tertuliano / ministro Sr. Wert, hablando, hablando, hablando. Qué cansancio. De vuelta a casa después de trabajar, de nuevo en el bus, abro los diarios digitales en el móvil y ahí está de nuevo el tertuliano/ministro (de Educación y Cultura, creo, pero ya no estoy del todo seguro) en las entradas que dan cuenta de sus declaraciones a Europa Press. Socorro.

Herrera y Wert decían que hablaban de educación, y de educación supuestamente hablaba a la agencia, pero yo solo he oído y leído descalificaciones hacia otros, justificaciones de sí mismo e interpretaciones de los recortes realmente llamativas, porque no se recorta, sino que se flexibilizan los recursos buscando eficiencia: la ratio de alumnos por aula no aumenta, no, es que se flexibiliza un 20% el tope legal, pero no pasa nada porque los informes de la OCDE dicen que la calidad se ve mermada a partir de los 45 alumnos por aula (!). 

¿Y la huelga de estudiantes convocada para estos tres días? Pues es una huelga claramente política, dice el tertuliano con cartera de ministro, radical e inspirada en los supuestos de la extrema izquierda (¿Entenderá algún día el sociólogo hablador que todas las huelgas son esencialmente políticas; que toda huelga es un acto cívico -de la ciudadanía- en la polis? ¿Entenderá que ser radical es simplemente ir hacia la raíz de algo? En fin, qué paciencia.). ¿Y los padres y las asociaciones de padres que apoyan la huelga? Pues unos irresponsables que adoptan una actitud insólita y contraria a la obligación de los padres de mejorar la educación de sis hijos. (Vale, de acuerdo, me rindo. No puedo más. ¿Cómo hacerle entender al tertuliano de Educación y Cultura que precisamente es ese deber el que les lleva a apoyar la huelga? ¿Podrá entender que cuando piden su dimisión es exactamente por eso, porque les preocupa seriamente la educación y el futuro de sus hijos?

A este ministro parlanchin le preocupa nada el asunto de las tarteras porque ni se le ocurre pensar cuántos niños comían decentemente una vez al día gracias a que comían en el cole, ni se le ocurrirá jamás. A este hablador con cartera ni se le ocurre pensar cuántos niños se van a quedar sin libros de texto por falta de becas: cantará una cifra, pero detrás de la cifra para él no habrá nada. A lo mejor resulta que es eso lo de españolizar (Que no se me olvide mañana ponerme la chapa verde de escuela pública de tod@s y para tod@s).

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