jueves, 6 de septiembre de 2012

PENSAR EL FUTURO *

La vida es breve, pero la historia es larga. Y la historia nos enseña que los humanos hemos sabido organizarnos en comunidad de diferentes formas político-económicas; que algunas de ellas (la esclavitud o el feudalismo, por ejemplo) fueron enormemente exitosas en su día y duraderas en el tiempo; que todas ellas acabaron colapsándose y siendo reemplazadas por otras.

Mientras los sistemas están en pleno vigor aparecen como onmiabarcantes y, si entran en crisis,  difícilmente son pensables otros que no sean adaptaciones del propio sistema o los sistemas ya pasados, porque pensar en futuro apenas cuesta esfuerzo proyectando el presente o el pasado al tiempo por venir, pero pensar el futuro parece prácticamente imposible si no es como utopía imaginaria. Lo cierto, sin embargo, es que ningún sistema político-económico, hasta ahora, ha sido definitivo y lo impensable antes, en algún momento se hizo pensable, posible y real. 

El capitalismo (en sus diversas adecuaciones) es uno de esos sistemas político-económicos onmiabarcantes, y, como tal, se muestra a la vez como superador de todo sistema anterior y como el único capaz de organizar la vida en común actual. Y hasta ahora ha sido así. Pero eso no significa que siempre vaya a ser así.

Hace veinte años que el capitalismo se deshizo del sistema adversario (el comunismo que negaba la propiedad privada –fundamento del capitalismo- y que pretendía organizar la realidad político-económica sobre la base de la propiedad común) y se postuló como pensamiento único. Pero, al menos en parte, ambos sistemas se sustentaban cada uno en el otro marcando sus límites de manera que, caído uno, el otro perdió parte del apoyo que le daba estabilidad y contención.

La actual crisis económica y financiera internacional puede ser entendida como un tropiezo más del sistema capitalista que será superado como lo fueron los anteriores. Puede ser. Pero también puede ser uno más de los síntomas de su agotamiento. Si es así, toca pensar el futuro con un ojo puesto en el presente crítico y el otro en la utopía.

* Publicado en Elplural.com. Opinión. 24.III.2009.

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