Intereses de vuelo corto, eso ha dicho el presidente Rajoy en NuevaYork refiriéndose a los manifestantes del 25S alrededor del Congreso de los Diputados, que aunque estaban ejerciendo un derecho reconocido en la Constitución, no están a la altura de la gravedad del momento, como sí lo está la mayoría de los españoles, que no se manifiestan ni salen en las portadas de la prensa. Le ha faltado decir que ésos, los que no se manifiestan, son los españoles de verdad, la gente de orden que huye de la algarabía y el follón, pero ha felicitado a la policía por su actuación.
Él sí que tiene intereses de altos vuelos, tanto, que se ha ido a la mismísima ONU a decir que nos devuelvan Gibraltar, que como todo el mundo sabe es la mayor de nuestras preocupaciones (junto a la defensa heroica de la isla Perejil y otros islotes). Eso sí es altura de miras.
Mientras todo es Estado se descompone; mientras crece el desánimo tanto como crece la indignación de los ciudadanos; mientras en Cataluña y el País Vasco se plantean como salida a sus males la separación de España; mientras el Capital empuja a España al rescate y a mayor pobreza; mientras los intereses de la deuda se nos van comiendo las prestaciones sociales y los salarios; mientras se va camino de los seis millones de parados; mientras va todo así, lo que hay que hacer es callarse para no dar mala imagen en el mundo.
Supongo que cuando Rajoy llegue al Hotel y piense lo que ha dicho no podrá aguantar la risa, como le pasa a su vicepresidentita. 64 heridos y 35 detenidos, ¡qué risa ¿verdad?!
[La foto de hoy no es mía, sino de internet, aunque está un poco recortada por mí]
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