lunes, 18 de febrero de 2013

PEINETA B

Al final, parece que la recomendación de la vicepresidentita Sáenz dio resultado y la gala de los Goya fue bastante moderada en las críticas y en las reivindicaciones (Ole por Candela Peña, ole por la Verdú y poco más). Y desde luego ha sido todo un símbolo que la más premiada haya sido una peli muda y en blanco y negro que reinterpreta un cuento clásico. Como muda y en grises nos están dejando España los recortes del PP.

Gesto mudo y cuentista como el que se le vio al ex tesorero del PP Bárcenas a su llegada a Barajas procedente de Canadá haciendo una peineta mientras estaba siendo fotografiado por los periodistas que le esperaban. Como cuando los adolescentes -o los que son como si lo fueran- ponen caras estúpidas o hacen gestos exagerados o posan o les ponen cuernos a los que tienen delante, etc. cuando se hacen una foto (o mil, da igual). Algunos incluso gritan  con voz grave, como si la voz se pudiera ver en la foto. Quiero decir que sí, que esos gestos dicen de quienes los hacen que son definitivamente bobos.

Lo malo de los gestos, es que es difícil saber con precisión qué quiere decir quien los hace, o sea, cuál es el mensaje que quiere enviar. No sabemos si quería decir que os den por culo o si lo que quería decir era iros todos a tomar por culo, que es parecido, pero no es igual (por la actividad motriz que implica la segunda). Por no saber, ni siquiera sabemos si era efectivamente una peineta o si simplemente estaba señalando hacia el cielo con su dedo corazón para indicar por dónde vino el avión desde Canadá. O era un gesto para reivindicar que él es el número 1 de los ex tesoreros, como lo son los relojes, las navajas y las cuentas cifradas de Suiza. Vaya usted a saber.

Si ha sido una peineta (vaya insulto cutre y casposo, lleno de adherencias homófobas y fálicas, con un fuerte olor a rancio) que sepa el tal que lo que de verdad, de verdad, de verdad nos mosquea a los ciudadanos no es que nos haga una peineta, ni que tenga cogido por los huevos a su Partido Popular y al Presidente del Partido y del Gobierno, el invisible Rajoy, ni que diga hoy y mañana no. No, qué va. Lo que nos jode de verdad es sospechar que se puede ir de rositas como no tengamos la suerte de que haya fiscales y jueces dispuestos a terminar con esta mala broma y a mandarle en justicia a hacer 22 millones de peinetas a unas duchas.

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