miércoles, 20 de febrero de 2013

¿QUIÉN TEME A LA FILOSOFÍA? *

1. LA CUARTA LEY ORGÁNICA DE EDUCACIÓN.

Desde 1990, la próxima será la cuarta Ley Orgánica que desarrolle el artículo 27 de la Constitución: la LOGSE (Ley Orgánica de Organización General del Sistema Educativo), que fue sustituida por la LOCE (Ley Orgánica de Calidad de la Educación) de 2002, que a su vez fue sustituida por la LOE (Ley Orgánica de Educación) de 2006, que será sustituida por la anunciada LOMCE (Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa) quizá en 2014. O sea, en 24 años 4 leyes distintas para organizar el sistema educativo español.

Por si fuera poco disparate que no hayamos sido capaces de mantener un mínimo de estabilidad en el sistema educativo (requisito siempre fundamental para hacer un trabajo cabalmente eficaz), cabe decir que las fechas de estas leyes son cercanas a cambios de partido en el Gobierno: la LOGSE del PSOE de Felipe Gonázlez, la LOCE del PP de José María Aznar, la LOE del PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero y, ahora, La LOMCE del PP de Mariano Rajoy. Y de sus respectivos ministros de Educación, claro está, que han querido dejar su huella en el sistema.

Que estos vaivenes normativos -cargados siempre de tanta buena voluntad como de cambios conceptuales, metodológicos, didácticos y de contenidos curriculares- han sido perjudiciales para todo el sistema de enseñanza apenas es cuestionable; que lo hemos pagado con creces los alumnos –y sus familias- y los profesores, tampoco es muy dudoso. Éste sería el auténtico fracaso escolar: la incapacidad que ha habido y sigue habiendo para dotarnos de un sistema de enseñanza estable, eficaz y respetuoso para todos que se mida no solo por sus resultados académicos.

En todos estos cambios las materias filosóficas –como otras, sin duda- se han visto afectadas de forma relevante, pero con paciencia y buenos argumentos mal que bien se han ido manteniendo dentro de una larga tradición escolar. Con alteraciones y cambios en los que no merece la pena entrar ahora, sí se ha impartido hasta ahora, de facto, un ciclo de formación filosófica que abarca tres cursos y tres materias: la actual Educación Ético-Cívica de 4º de ESO (antes Ética, aún antes Vida Moral y Reflexión Ética); la actual Filosofía y Ciudadanía (antes Filosofía I, aún antes Filosofía); e Historia de la Filosofía (antes Historia de la Filosofía y de la Ciencia). Todas ellas comunes y, por tanto, obligatorias para todo el alumnado. Cierto que ha habido cambios curriculares, a veces sustantivos, y cambios en la carga lectiva, pero la estructura formal de ciclo se ha venido manteniendo.

2. LA FILOSOFÍA EN EL ANTEPROYECTO DE LA LOMCE

En el anteproyecto de la LOMCE del ministro Wert que se ha dado a conocer, y que ya se ha elevado al Consejo Escolar del Estado, aparecen cambios significativos con respecto a la Ley en vigor (la LOE), algunos, como el propio ministro ha reconocido en público, estrictamente ideológicos. Otros, se refieren a la estructura del sistema. Aún otros, a reparto de competencias. Y, entre todos estos, cambios en las materias y en la distribución de las materias, entre ellas las materias filosóficas.

Distingue la LOMCE entre materias troncales -que a veces llama generales- (básicamente las instrumentales, la lengua extranjera y alguna propia de cada itinerario), materias opcionales troncales (que marcan el itinerario según la oferta del centro), materias específicas obligatorias (Educación Física y Religión o Valores Éticos) y materias específicas opcionales (todas las demás que puedan ofertarse).

Si utilizásemos esta terminología LOMCE, habría que decir que actualmente las tres materias serían troncales o generales. Pero si miramos el anteproyecto Filosofía aparece como troncal en 1º de bachillerato y como específica opcional en 4º de ESO; la Historia de la Filosofía aparece como específica opcional en 2º de bachillerato; y la Ética de 4º ni aparece. Lo más cercano –que no lo es- sería la nueva Valores Éticos, específica obligatoria en toda la ESO.

Y tal tratamiento ha provocado malestar entre los profesionales porque aparece como insuficiente y rompe con la estructura formal de ciclo que se había conseguido.

3. LA RED ESPAÑOLA DE FILOSOFÍA.

En mayo de 2012 se celebraron en la Facultad de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid unas jornadas de debate sobre la situación de la filosofía en el sistema educativo. Aparentemente nada nuevo, salvo que esta vez las jornadas estaban convocadas por la Conferencia de Decanos de las Facultades de Filosofía de España, el Instituto de Filosofía del CCHH-CSIC y la mayoría de las asociaciones filosóficas y del profesorado de filosofía de toda España, tanto autonómicas como de todo el Estado. Cabe decir, desde luego, que toda la profesión estuvo representada en aquellas jornadas, que concluyeron con los diez acuerdos básicos que se publicaron como Declaración de la Filosofía Española (que aparece en estas misma páginas del Boletín).

Todos los intentos anteriores a éste de aunar los esfuerzos de todos los sectores de la profesión terminaron en fracaso (por ejemplo, la creación de una FESOFI -Federación de Sociedades Filosóficas- que apenas tuvo recorrido). Algo ha cambiado y algo grave se ha visto para que la concurrencia haya sido tan extensa y haya aunado a Decanos, al IF-CSIC, a profesores universitarios y de secundaria, a asociaciones filosóficas especializadas, a asociaciones de profesores y, últimamente, a asociaciones de estudiantes de filosofía.

En el punto 9 de la Declaración se acuerda constituirse como Red Española de Filosofía con el fin de defender la profesión, dotarse de un Consejo de Coordinación, crear un espacio WEB de difusión, preparar un futuro Congreso de Filosofía y, sobre todo, constituir tres comisiones de trabajo para, respectivamente, a) abordar los asuntos curriculares de las materias filosóficas en secundaria, b) estudiar la renovación de los estudios de Grado, Máster y Doctorado, y c) perfeccionar los procedimientos y criterios de valoración de las diferentes agencias de evaluación.

En noviembre de 2012, en el Ateneo de Madrid, los profesores Antonio Campillo (Presidente de la Conferencia de Decanos), Esperanza Rodríguez, José Luis Pardo y Adela Cortina presentaron oficialmente la REF.

De las tres Comisiones, la más activa y efectiva en estos ocho meses de vida (en realidad apenas tres meses) de la REF ha sido, sin duda, la Comisión de Secundaria. De ella han salido cartas a las autoridades académicas, entrevistas con altos cargos del Ministerio de Educación, entrevistas con los grupos parlamentarios del Congreso de los Diputados, comunicaciones con el Consejo Escolar del Estado y con los Consejos Autonómicos... además de iniciativas de movilización y difusión (pronto se verán las camisetas azules -el azul claro tradicional de la Facultad- con el lema Quién Teme a la Filosofía).

Particularmente fructíferas han sido las reuniones con los grupos parlamentarios (que todos -incluido el del Partido Popular- se mostraron receptivos con los argumentos expuestos y entendieron que no se trata de una reivindicación corporativa, sino estrictamente académica y cultural) y, sobre todo, con El Consejo Escolar del Estado, que ha dado resultados concretos.

Efectivamente, el CEE en el punto 53 de su Dictamen 1/2013, de 24 de enero de 2013, referido al Apartado Veintitrés del Anteproyecto de Ley Orgánica (Organización del segundo curso de Bachillerato), textualmente dice: La materia de Historia de la Filosofía ha sido una asignatura troncal en el Bachillerato hasta ahora. El anteproyecto modifica esta consideración y esta materia ni tan siquiera es troncal en los Bachilleratos de Humanidades y Ciencias Sociales, cuando su aportación a la cultura media de un ciudadano es notoria. El Consejo Escolar del Estado sugiere una reconsideración curricular de la Historia de la Filosofía contemplándola como troncal para todas las modalidades de Bachillerato o, al menos, exigiendo que, del bloque de materias específicas, sea obligatoria en los Bachilleratos de Humanidades y Ciencias Sociales. Cierto que no recoge todas las reivindicaciones planteadas, pero sí una fundamental.

Dice el anteproyecto de la LOMCE, en su Exposición de Motivos que se busca formar personas autónomas, críticas, con pensamiento propio. Sabemos que no solo la filosofía es útil para esos objetivos, pero también sabemos que es particularmente útil para lograrlos. Dice la LOMCE que la educación trasciende al sistema educativo, que es tarea de todos, de las instituciones y de la sociedad civil, y aquí hay una muestra de esa sociedad civil preocupada por la educación y por el futuro de los alumnos. Dice la LOMCE la necesidad de adquirir competencias transversales, como el pensamiento crítico, y es precisamente ese pensamiento crítico el más distintivo de la actividad filosófica.

Ya se sabe que la Administración -sea la que sea- no negocia: recibe, escucha, anota, evalúa y... decide lo que cree más conveniente. Esperemos que en este caso sepan valorar la unidad de criterio de los profesionales y decidan volver a poner en valor las materias filosóficas y esperemos que el patrimonio cultural de la filosofía no quede al margen de la formación de los futuros ciudadanos españoles.

* Artículo que se publicará en el Boletín del CDL Madrid de marzo en un apoyo explícito a las reivindicaciones de la REF.
He aquí el vínculo con el artículo ya publicado:
http://www.cdlmadrid.org/cdl/htdocs/boletines/ultimo/apartados/pag2.pdf

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