Joder con los libertarianos. Dicen que defienden la libertad, pero en cuanto pueden meten la tijera también en las libertades civiles y en los derechos democráticos. El IV del título se refiere a que es la cuarta vez en medio año que alguien del PP de Madrid arremete contra los derechos y libertades fundamentales que ampara la Constitución.
En octubre de 2012, la Delegada del Gobierno del PP en Madrid, la simpática Cifuentes, del PP, pidió que se modulase el derecho de manifestación, un eufemismo cínico para no llamarlo por su nombre: recorte de derechos fundamentales. Y a finales de diciembre de 2012, el heredero/Presidente de la Comunidad de Madrid, del PP, González González, pedía que se regulase el uso abusivo del derecho de huelga. O sea, que se recortase el tal derecho.
No hace falta decir, supongo, que ambos derechos están recogidos por la Constitución entre los Derechos Fundamentales que debe garantizar un Estado democrático. Bueno, pues esos derechos fundamentales (y por lo mismo especialísimamente protegidos) deben ser modulados, regulados (recortados) según éstos.
El heredero/Presidente, del PP, de la Comunidad de Madrid, sigue insistiendo en su afán liberalizador desregularizando y externalizando (o sea, privatizando) los servicios públicos, y, a la vez, pidiendo límites (o sea, recortes) a la libertad de prensa, que, por cierto, es otro de los derechos fundamentales. Esto lo dice el mismo día que su grupo en la Asamblea de Madrid, el PP, utiliza su mayoría soberbia para vetar, por segunda vez, una pregunta parlamentaria sobre su ático de Marbella. A lo mejor es a eso a lo que se refiere el heredero/Presidente González González cuando habla de limitar el derecho de prensa: a que le gustaría tener una mayoría igual de soberbia que impidiese que se informara sobre lo que no quiere que se sepa.
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