martes, 26 de marzo de 2013

OTRO PASITO: ABARATAR EL TRABAJO

[El artículo es de finales de octubre de 2010, pero quedó inédito]

Desde que estalló la crisis los defensores del neoliberalismo han venido proponiendo medidas para salir de ella siempre en la misma dirección: que la paguemos los trabajadores.

Primero hablaron de poner entre paréntesis el sistema capitalista y que el Estado inyectara capital a las entidades financieras para evitar su colapso. Conseguido esto, hablaron de reformas estructurales en la economía española para ser más competitiva; después, de flexibilizar el mercado laboral; más allá, de abaratar el despido y reducir la aportación de las empresas a la Seguridad Social; hace poco, de eliminar la negociación sindical colectiva; y ahora, por fin, de abaratar el trabajo: trabajar más y ganar menos.

Entre tanto, para reducir el déficit el Gobierno bajó el sueldo a los funcionarios (y las Administraciones Autonómicas en sus competencias hicieron otro tanto), congeló las pensiones (excepto las más bajas), puso en marcha una reforma laboral que, funcione o no –que ya veremos- objetivamente empeora las condiciones laborales anteriores, y anunció que se retrasará progresivamente la edad de jubilación hasta los 67 años. Y entre tanto, los sindicatos de clase convocaron una huelga general que tuvo un éxito menor.

Poco a poco ha ido calando en el imaginario de todos que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades y que eso se acabó, que ahora nos toca pagar las consecuencias de ello: ser austeros y apretarse el cinturón, hacer recortes y ser disciplinados ante las condiciones que marcan los mercados financieros (esos que nos metieron en esta crisis, esos que pidieron y consiguieron ayudas a los Estados para salvarse).

En el informe que publicó el Sindicato de Técnicos del Ministerios de Hacienda, en agosto de 2009, se describía que el 63% de quienes obtienen algún ingreso (asalariados, autónomos, pensionistas y desempleados) tenía unos ingresos mensuales brutos inferiores a 1.100 €; que su retribución bruta anual era inferior a 13.400€; que el sueldo bruto anual medio en España era de 18.087€. Con la situación actual de desempleo y los recortes sobrevenidos desde entonces supongo que los datos hoy serán aún más escandalosos.

Menos mal que el neoliberalismo nos salvará de nosotros mismos y hará que seamos más competitivos, contribuyamos al saneamiento de la economía mundial, trabajemos más y ganemos menos para que no se nos ocurra vivir por encima de nuestras posibilidades.

José María Zufiaur escribía no hace mucho en Temas (Por un nuevo internacionalismo sindical. Temas, 189-190, p.40) que hoy China puede comprar maquinaria y tecnología a Alemania y crear productos con una productividad de 2010 mientras paga salarios equivalentes a los de 1900 en los países industrializados. Tomen buena nota y vayan preparándose porque, si esto sigue así, ese modelo Chino puede ser el futuro que nos espera.

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