[El artículo es de septiembre de 2008. Lo
recupero ahora a cuento de las dos entradas anteriores sobre el socialismo y
los socialistas]
Entre los calificativos que se suelen utilizar para describir al
presidente Rodríguez Zapatero (desde aquel Bambi,
al actual radical, por recordar los
más suaves) siempre me ha sorprendido la facilidad con que se le atribuyen poca
o nula solvencia intelectual y falta de capacidades para gobernar (otra ocurrencia de Zapatero, dicen). Más
sorpresa aún desde que leí el excelente (y bien construido y fundamentado)
artículo del profesor Óscar García Martín, de la Universidad de Aalborg,
Dinamarca, sobre Republicanismo y el
nuevo socialismo español de Rodríguez Zapatero (que puede consultarse
fácilmente en la red, en distintas páginas).
En el artículo, el profesor García Martín va haciendo repaso de cómo
desde su llegada a la Secretaría General del Partido Socialista Obrero Español,
en julio de 2000, el actual presidente ha ido construyendo, a partir de las
contribuciones teóricas de Philip Pettit y Zygmunt Bauman, entre otros (como Barber
y Ovejero, por ejemplo), el armazón lógico e ideológico que se ha ido plasmando
en sus propuestas de gobierno y legislativas.
Y parece que el concepto clave, tomado del republicanismo de Pettit, es
el de la libertad entendida no en sus formas clásicas (negativa o libertad de
–no tener impedimentos- y positiva o libertad para –participar en la
organización política-), sino bajo la fórmula de no dominación. Esto es, la libertad como aquello que hace posible
que sujetos limitados en sus acciones o en sus modos de vida puedan actuar en
un contexto de no-dominación, de no-sometimiento, porque se hayan corregido las
condiciones que se lo impedían. O, en palabras del mismo Pettit (citadas en el
artículo): Que ustedes sean capaces de
vivir sin la incertidumbre de tener que soportar interferencias; que sean
capaces de vivir sin tener que estar en alerta permanente a la hora de tratar con
los poderosos; y que sean capaces de vivir sin estar subordinados a otros.
Sin duda, leyes emblemáticas de la primera legislatura (la Ley Integral
de la Violencia de Género, la de parejas homosexuales, la de Dependencia y la
de Igualdad) intentan plasmar ese concepto de no-dominación, en tanto que, como
dice el profesor García Martín, restituyen
la libertad de sectores sociales vulnerables sometidos a dominación.
Desde luego se podrá estar de acuerdo o no con tal interpretación del
concepto de libertad, y con el contenido, la forma o la oportunidad de tales
leyes, pero no parece lo más ajustado calificarlas de ocurrencias. Salvo que ninguneando intelectualmente al Sr.
Rodríguez Zapatero lo que se pretenda sea ocultar un fundamento ideológico que
no coincide con el liberalismo (o neoliberalismo) dominante.
* Publicado en ElPlural.com. Opinión. 06.09.2008.
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